Unica función de “Play Back para ser mariposa” este sábado en Espacio GAE

La joven actriz Paula Pierini se presentará con su unipersonal con dirección de Florencia Suárez Bignoli y música en vivo de Paulo González. Adelantó que este año recorrerá América Latina con la obra.

La actriz Paula Pierini vuelve a su ciudad natal para brindar una única función de la obra “Play Back para ser mariposa” con dirección de Florencia Suárez Bignoli y música en vivo de Paulo González. La presentación de la obra será este sábado, a las 21:30, en Espacio GAE, Guido 722.

Se trata de un monólogo donde se presentan distintos personajes femeninos en diferentes situaciones con hilo conductor. “Es más o menos lo que nos pasa a las mujeres en la vida real -explicó Pierini en diálogo con LA OPINION-. Podemos ser distintas en algunas cosas pero todas estamos unidas por la búsqueda de la liberación que, creo, es un objetivo y un derecho”.

Pierini es la autora de la obra aunque aclaró que los textos empezaron a aparecer con la ayuda de su directora, Florencia Suárez Bignoli. “Sin ella no podría haber sido posible. Ella, más que el rol de directora, cumple el rol de guía, de compañera. Me ayudó mucho. Hizo que confíe en mí. Hoy en día miro para atrás y pienso que fue un proceso perfecto, pero en el momento llegaba muy frustrada a los ensayos porque pretendía llegar con cosas escritas, pero me hizo entender que primero había que poner el cuerpo, que tenía que trabajar la paciencia. Así que empezamos un proceso de ida y vuelta donde ella me iba ayudando un montón sobre todo a confiar en los textos que iban apareciendo”. La joven actriz aseguró que hasta el día del estreno -en 2016 en el Teatro Polonia- no confiaba en su obra. “Amaba la obra pero no me podía enamorar del todo”, apuntó.

- ¿Qué la llevó a tomar la liberación de la mujer como tema para este monólogo?

- Creo que estamos viviendo una época de revolución femenina y por suerte la mujer está empezando con algunos cambios de estereotipos. Antes la mujer no podía encontrar esa liberación por algunas represiones que imponía el sistema. Creo que es un momento muy rico como para hablar de esto que es la liberación de la mujer porque estamos en este proceso de cambio. Si bien siempre existió esto del feminismo nunca fue tan masivo como ahora. En este momento reside con más fuerza en la sociedad y es algo muy fructífero. Muchas mujeres no se están dando cuenta de esto, pero el día de mañana cuando miremos para atrás observaremos que gracias a las revoluciones conseguimos muchos derechos, sobre todo la igualdad varón-mujer.

- El unipersonal es un desafío extra para el actor, ¿lo siente así?

- Sí, es un desafío que cuesta mucho. Uno termina confiando en lo que hizo después que el público aprueba la obra, aunque no debería ser así. Es muy difícil aceptar las creaciones propias, pero después de un tiempo te das cuenta que por algo salen esas palabras, esas ganas de crear, esos personajes que siempre tienen mucho del actor.

- ¿Qué proyectos tiene para lo que resta del año con Play Black?

- La idea es salir un poco de Buenos Aires. Viví casi nueve años y lo que me gustaría es poder andar por nuevos horizontes. En Buenos Aires hice varias funciones con “Play Black” en Casa Sofía, un espacio de cultura y política, pero la idea es llevarla por otros caminos. Con mi novio, Francisco Ferrari -fotógrafo- tenemos proyectado un viaje por América Latina con la obra. Vamos a empezar por México y si todo sale bien vamos a promover el teatro independiente en otros países e intercambiaremos culturas. Mi obra tiene mucho de la cultura argentina y boliviana. La idea es conocer llevando lo nuestro encima.

Su formación

Paula Pierini subió a un escenario por primera vez en Pergamino de la mano de Neme y Ernesto Carenzo. “Desde chica decía que quería ser actriz. Creo que me gustaba la idea de subirme a un escenario y ponerme en papel de otro personaje -sostuvo-. Pero creo que me di cuenta de lo que era ser actriz cuando terminé la carrera en Andamio 90, escuela de Alejandra Boero, la precursora del teatro independiente”.

Pierini destacó el apoyo de sus padres en este proceso. “Siempre recibí el apoyo de mis viejos en esto que siempre me gustó y me bancaron para que me vaya a estudiar teatro a Buenos Aires, pude terminar la carrera y me pude independizar. Así conocí a mi directora Florencia Suárez Bignoli en la obra ‘La razón blindada’ de Arístides Vargas que ella dirigió. Me enamoré de la dirección y ahí empecé a entender que no solamente al teatro lo hace el actor, sino también el director y el autor.

“Al año siguiente después de recibirme, que fue en 2014, empecé un seminario de creación colectiva con Florencia y hasta el día de hoy sigo con ella. A veces le hago el chiste de que algún día la voy a poder soltar. Ella es como mi madre en el teatro y mi complejo de Edipo porque la admiro mucho. Hice dos obras colectivas y un monólogo con ella”, concluyó.