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El pergaminense, que juega en Pesaro en la Liga A 1, dialogó a la distancia con LA OPINION y realizó un repaso de sus años en Europa. El alero, que afronta su undécima temporada, conformó una familia junto a su mujer Anna María y es padre de Lisa.
DE LA REDACCION. Hace doce años Bernardo Musso tomaba una importante decisión en su vida, la de emigrar a Europa para prolongar su carrera deportiva en los primeros planos del basquetbol italiano. El alero surgido en Sports de nuestra ciudad empezó jugando en la tercera categoría y sobre la base del trabajo fue creciendo en su desempeño individual, lo que lo llevó a participar en la actualidad de la Liga A 1, el más prestigioso torneo de ese país. En diálogo con LA OPINION, a la distancia, el pergaminense contó cómo llegó al viejo continente, realizó un repaso de sus últimos años y contó que conformó una familia junto a su mujer Anna María y a Lisa hija de ambos, de dos años.
“Estoy jugando en Pesaro, en la Liga A1, es un equipo que tiene mucha historia, ya que ha ganado varios campeonatos y hasta llegó a la final Four de la Euroliga. Esta es mi undécima temporada en el basquetbol italiano, en 2003 nos vinimos con mi hermano Victorio gracias a nuestro amigo Ramiro Gallo. Mirando un poco para atrás, nos damos cuenta de que hicimos un largo camino y estamos cumpliendo un proceso muy importante en cuanto a lo deportivo y en lo humano”, comenzó contando el alero que integró varias selecciones juveniles de Pergamino antes de emigrar a Italia.
Musso analizó su última temporada: “2014 fue un año con un desenlace hermoso, tanto para el equipo como para mí. Ganamos el último partido de la serie y la gente invadió la cancha porque logramos nuestro objetivo. Fui un jugador muy importante en el equipo y esto me valió la confirmación y el grado de ser el capitán, que para mí no es un hecho menor”.
En su undécima temporada en el basquetbol italiano, días atrás Musso puso en marcha su tercer campeonato con Pesaro en la máxima división. “Este es un año que me encuentra ya con tres temporadas en la espalda en la máxima serie italiana y con 28 años de edad. Pienso que estoy maduro y afianzado en la Liga y creo que va a ser un año muy lindo y que nos va a dar grandes satisfacciones”, declaró acerca de su actualidad.
En cuanto a lo estrictamente basquetbolístico con Pesaro, Musso manifestó: “Después de empezar bien el campeonato, perdimos varios partidos que encendió la alarma en el equipo. Cambiaron un par de jugadores y ahora la prioridad es adaptar rápidamente a los nuevos compañeros en el sistema de juego que quiere el entrenador para retomar la senda ganadora y aspirar a los play off”.
“Berni” como lo llaman todavía sus amigos del Club Sports, conformó una familia junto a su esposa y es padre de una nena de dos años. “Pasaron 11 años y formé una familia con Anna María y Lisa, mi hija. En verano vivimos en Cerdeña, que es una ciudad maravillosa con sus playas y su gente. Y en época de actividad acá en Pesaro, que está ubicada en la región de Le Marche, pero muy cerca de Romagna, donde hay ciudades como Rimini y la República de San Marino.
No planea regresar
El pergaminense confesó que no piensa por el momento regresar a Argentina y señaló que el basquetbol italiano lo puede acercar a la selección nacional: “Acá estoy muy bien, deportivamente me siento con mucha confianza, creo que mejoré considerablmente en estos años, trabajando mucho en el verano, en los fundamentos y en el tiro, que es mi fuerte. Espero que lo que estoy haciendo me dé la satisfacción de ser convocado en la selección nacional y así poder cumplir un gran sueño que tengo”.
Por último, consultado sobre si cerrará su carrera en el basquetbol argentino, Musso declaró: “Creo que estoy muy bien en la Liga Italiana, no me preocupa y no me interesa en este momento de mi carrera una oferta de Argentina, porque Argentina es mi casa y uno a la casa siempre puede volver cuando quiera. Por el momento me motiva más conocer primero otros países y otras ligas de Europa antes de volver a mi país. Pero estoy bien, por ahora no pienso en terminar de jugar ni mucho menos, aunque cuando llegue el día lo discutiré con mi familia y veremos el porvenir”.
