Rodrigo de la Serna y su relación con el tango

El canta-actor habla de su relación con el tango, de la necesidad de valorar la tradición y conectar con cosas más sagradas a través de la música y la literatura, poniéndole un límite al papel de los dispositivos tecnológicos.

En cada rincón de este conventillo suena el galope arrabalero de una chamarrita, una milonga, un gato cuyano, un candombe perfumado con murga. Se trata de Estilos Criollos", la nueva propuesta de El Yotivenco, el cuarteto de tres guitarras y un guitarrón que tiene a Rodrigo De la Serna como el cantor de los versos a los que alguna vez le pusieron el pecho tipos como Don Alfredo Zitarrosa o Edmundo Rivero, y a las melodías de músicos como Roberto Grela o Juanjo Domínguez. "Nosotros no rescatamos nada, nos rescatamos a nosotros mismos poniéndonos al estudio de la música que nos apasiona. Es un tesoro inmenso el que amasaron durante décadas nuestros mayores. Me parece que la música en el siglo XX llegó a un lugar superlativo con una expresión popular como el tango, y nosotros no podemos rescatarlo; ya existe y estará para siempre", dice De la Serna, compañero de Blas Daniel Alberti, Fabio Bramuglia y Juan Hermeloa en esta patriada rioplatense.

"Sí me parece que nuestro trabajo es una militancia cultural, de ponerse al servicio de esta música y comunicarla a generaciones que por ahí no tuvieron acceso, por una cuestión mediática con una industria cultural que se impone de una manera muy rigurosa, estudiada y fuerte. O sea, se trata de rescatarnos a nosotros para conectar con lo sagrado de nuestras tradiciones", agrega.

Si bien el repertorio elegido tiene tanto que ver con la admiración por sus autores, como con su búsqueda estética y musical pensando en el cuarteto de guitarras, hay un par de temas que al canta-actor le quedan como un traje a medida. Uno de ellos es Pal'''' que se va, de Zitarrosa. "No te olvides del pago si te vas pa'''' la ciudad, cuanti más lejos te vayas más te tenés que acordar". "Puede ser para mí, que estuve muy lejos de casa. Pero hoy lo pienso más en mi hija. Y en mil cuestiones. Da para pensar muchas cosas. Básicamente, porque no es una cuestión nacionalista superficial, que podría ser peligrosa, sino porque de verdad hay una tradición hermosa y sagrada que merece ser contemplada".

...¿Cuáles son los instrumentos que atentan contra nuestro pensamiento e identidad cultural como sociedad?

De la Serna: Hoy son los dispositivos tecnológicos los que determinan el pensamiento, el gusto y las tendencias de consumo de cada individuo. Hay que estar muy atentos, porque esa industria cultural se cuela por todos lados. No hay que olvidar que somos seres humanos multidimensionales y tenemos que conectar con cosas más sagradas. A través de la música, la literatura, muchas cosas. El desafío a la hora de poner un límite está en cada uno. Porque es una invasión, y es una imposición muy violenta. Es metapolítico esto, de otro orden. Porque ya hay un canibalismo mediático impresionante, mucho cotillón, donde se banaliza todo. Incluso cuestiones sagradas como el amor. Si en una charla hay una pequeña diferencia dialéctica ya hablamos de "la grieta". Tranquilos, muchachos. Estamos conviviendo en un espacio muy pequeño en los millones de años de la galaxia. Es una casualidad cósmica que estemos juntos hablando en este momento. Relax, no somos tan importantes.

Fuente: (www.clarin.com)