Pergamino

Clínicas: están trabajando al límite de su capacidad de atención


 A “cama caliente”- es elevado el número de internaciones en las clínicas (LA OPINION)

'' A “cama caliente”: es elevado el número de internaciones en las clínicas. (LA OPINION)

La demanda se atribuye a cuestiones estacionales y a una capacidad instalada que no acompañó el crecimiento poblacional. Admiten que más camas de internación darían mayor tranquilidad pero reconocen que esto no se evalúa en la actual coyuntura. 

DE LA REDACCION. Cualquiera que visite por estos días las clínicas de la ciudad observa que todas experimentan un caudal de trabajo que las obliga a funcionar al límite de su capacidad operativa en lo que hace al uso de la infraestructura disponible y a la afectación de recursos humanos destinados a la atención de pacientes. Consultas médicas de las distintas especialidades, prácticas de diagnóstico y tratamiento, intervenciones quirúrgicas e internaciones se desenvuelven a un ritmo que es propio de esta época del año en que por factores estacionales se incrementa el número de consultas.

Para conocer cómo están funcionando los establecimientos del sector privado de salud LA OPINION tomó contacto con los directivos de las tres clínicas que funcionan en la ciudad. Con ellos dialogó sobre las variables de comportamiento que son atribuibles a la demanda estacional y también sobre aspectos más de fondo que tienen que ver con la existencia de una capacidad instalada que se ha mantenido estable durante los últimos años y que no ha acompañado el crecimiento poblacional. Asimismo, sobre aristas de la realidad económica que colocan a los sanatorios en la tarea de hacer más eficiente el uso de los recursos disponibles para afrontar una mayor demanda, sin la posibilidad de impulsar inversiones que permitan por el momento ampliar la capacidad de atención.

El licenciado Diego Parra, gerente de la Clínica Pergamino señaló que desde abril en el sanatorio se notó un aumento en la demanda de internación asociada a la estacionalidad. “Esto nos obliga a tener que trabajar a ‘cama caliente’ y exige tener mayor agilidad en el sistema y una mayor coordinación de los equipos de trabajo. No hay tiempos muertos ni tiempos de espera al momento de ocupar una cama”, señaló y refirió que también en el área quirúrgica se observa un incremento en la demanda de atención. “Ocurre que en una semana no hay turno para programar una cirugía, es decir que se están dando turnos de una semana para la otra en aquellas prácticas que se pueden programar”, agregó Parra.

En esta línea, el gerente de la Clínica Pergamino refirió que en épocas de alta estacionalidad los establecimientos se ven obligados a reforzar el recurso humano para hacer más eficiente la atención. “Se genera una mayor rotación de cama y lo que buscamos es que sea más eficiente el uso de cada recurso”, planteó y puso el acento en la importancia de la coordinación de las acciones al señalar que “un médico que no da el alta a un paciente en tiempo y forma está afectando a aquel que tiene a su paciente en espera”. 

Asimismo remarcó que a pesar de un mayor nivel de demanda, lo que siempre se garantiza es la disponibilidad de una cama de internación o el uso del quirófano en aquellas prácticas que son de urgencia. “No es fácil trabajar en épocas de alta demanda, pero tampoco es algo que nos preocupa. Por el contrario nos obliga a hacer eficiente el uso de los recursos disponibles y de nuestra capacidad instalada para brindar un buen servicio”, agregó.

La Clínica Pergamino cuenta con 55 camas de internación más ocho de terapia intensiva.

 

En el pico

Juan Sinigaglia, gerente de la Clínica General Paz, por su parte, refirió que a pesar del crecimiento de la demanda estacional de atención, el sanatorio “no está sobrepasado en la demanda de atención”.

“Sí estamos a full, trabajando en la atención de una demanda que crece en esta época del año, hasta el momento no hemos estado desbordados. Igualmente estamos en el pico y obviamente que tener más camas de internación sería beneficioso para todo el sistema”, planteó el directivo de la Clínica General Paz, que comentó que un alto porcentaje de los pacientes que se atienden son mutualizados y muchos de ellos afiliados del Pami. “Por la estacionalidad, la mayoría de los pacientes que se internan son jubilados y en general esta es la franja poblacional que requiere mayor atención por parte del sistema de salud por el seguimiento de enfermedades crónicas y por una frecuencia mayor de control de su salud en general”, apuntó Sinigaglia.

En el mismo sentido agregó que lo que se hace desde el sanatorio es derivar a centros de mayor complejidad a aquellos pacientes que requieran de determinado tipo de atención no prevista por la Clínica General Paz. Esto se hace a través de convenios propios que tiene ese centro de salud y que permiten, a juicio de sus directivos, “dar respuesta a la demanda de nuestros pacientes que son derivados a centros de mayor complejidad”, planteó. La Clínica General Paz cuenta con 32 camas de internación, incluidas las cuatro de Terapia Intensiva.

Del mismo modo, referentes de la administración de la Clínica Centro en diálogo con LA OPINION señalaron que el nivel de demanda se mantiene en alza por cuestiones asociadas a la estacionalidad en el que crecen las consultas tanto ambulatorias como de internación y confirmaron que a pesar de ello y aun trabajando a “cama caliente” el sistema no está desbordado en la capacidad de dar respuesta.

En coincidencia con los otros prestadores, refirieron que a la variable estacional se le suma un crecimiento de la población que ha impactado en el sistema de salud en general y que encuentra su correlato en las instituciones que prestan servicios en el segundo nivel de atención.

La capacidad de internación de la Clínica Centro, según indicaron es de 50 camas en total. “Estamos trabajando con nuestra capacidad completa y con una importante rotación”, describieron y señalaron que la mayoría de los pacientes que se atienden en ese establecimiento de salud son mutualizados. “Tenemos cápitas de Pami, atendemos muchos pacientes de la obra social de los empleados de comercio –Osecac- y de las demás obras sociales”.

Con respecto a si se necesitaría ampliar la capacidad instalada en cuanto al número de camas de internación, admitieron que quizás sería necesario en función del crecimiento poblacional que ha generado mayor demanda de atención, aunque señalaron que “este es un tema que por el momento no ha sido evaluado por el directorio”.

 

 

Un vínculo de colaboración

 

Con relación a las situaciones que plantea el trabajo en épocas de alta demanda estacional, los  directivos y referentes de las tres clínicas destacaron la buena relación entre los diversos efectores de salud de la ciudad, tanto del sector público como privado. Aunque aclararon que formalmente no existe una red, sí marcaron que se trabaja con buenos niveles de colaboración tanto entre las Clínicas como con el Hospital para garantizar la atención. Esto se plasma en derivaciones, uso de equipamiento e insumos. “Si no trabajáramos de este modo sería muy dificultoso para todos”. 

En general las clínicas reciben y atienden a la totalidad de sus pacientes, pero cuando surge alguna limitación real en cuanto a la capacidad o a la complejidad, esta reciprocidad funciona para asegurar la atención de los pacientes que llegan al sistema de salud.

 

Un sistema atravesado por problemas de financiamiento

 

Para los prestadores del sector privado de Salud de Pergamino pensar en la posibilidad de ampliar la capacidad instalada para la prestación de los servicios es una determinación que está condicionada por la realidad económica que atraviesan las empresas de salud. Valores desfasados y costos fijos elevados marcan un contexto que no es novedoso y que afecta a todos los actores del sistema.

Al respecto, Juan Sinigaglia opinó que “la salud en general está atravesada por un problema de financiamiento, los valores están desfasados.

“Es una cuestión de financiamiento, para lo que son las instituciones la salud está totalmente desfasada. No hablo de los médicos, sino del sistema de salud de segundo nivel que está desfinanciado y no tenemos manera de poder revertir eso sin un cambio que sea estructural”, agregó el gerente de la Clínica General Paz, que recordó que los valores que reciben de las obras sociales están muy por detrás de los aumentos que han sufrido insumos y salarios.

“Las obras sociales nos están diciendo cuánto nos pueden pagar y cuando se exceden aplican débitos bajo diversos conceptos. Nos acostumbramos a esto y en el corto plazo es muy difícil que esto pueda cambiar”, agregó Parra.

 

Algo más que camas

A juicio de los prestadores el hecho de que en Pergamino no se hayan ampliado las camas de internación para acompañar el crecimiento poblacional que se ha dado en los últimos años encuentra su correlato en que en épocas de alta estacionalidad el sistema se vea exigido a trabajar al límite de su capacidad operativa desde el punto de vista estructural.

“Las camas de Pergamino siguen siendo las mismas desde hace años y no ha habido nuevos lugares de internación. La población se ha incrementado y las camas no han acompañado ese crecimiento”, describió Diego Parra para definir una variable que está en el análisis de todos los prestadores consultados que también coincidieron en que en el contexto actual es casi imposible pensar en sumar nuevas camas de internación en los establecimientos.

“Lamentablemente no tenemos posibilidades de acceder a un financiamiento acorde, los montos que se asignan no son tan importantes como los que están disponibles para otros rubros de la actividad productiva como el agro o ciertas industrias. Eso no ocurre con las empresas de servicios y mucho menos con las empresas de salud. Eso dificulta la posibilidad de planificar obras”, reconoció Parra, que planteó que en el caso de la Clínica Pergamino las obras de infraestructura que se han desarrollado en los últimos años fueron autofinanciadas.

“Pensar una cama más implica también tener un turno completo de enfermería, un plantel de por lo menos cuatro personas, es decir asumir un costo elevado en una coyuntura que para las empresas de salud es complicada”, agregó el gerente de la Clínica Pergamino.

En la misma línea, Juan Sinigaglia planteó que en el contexto actual de las empresas de salud pensar en la ampliación de los lugares de internación es “muy difícil”.

“Las clínicas son empresas de salud y vivimos de lo que hacemos y está demostrado que con los valores que recibimos y con la limitación que tenemos al momento de fijar los precios, tenemos márgenes de rentabilidad que son muy acotados”, destacó Sinigaglia.

La totalidad de los consultados coincidieron en la descripción de un marco de situación que condiciona el sistema. También remarcaron que frente a las dificultades que les presenta la coyuntura lo que cada establecimiento busca es “no perder la calidad de la prestación” y para ello aplican las estrategias que cada uno define como parte de su política institucional.


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