Daniel Abad asumió como jefe de la Agencia Pergamino de la Afip

Viene de cumplir la misma función en San Nicolás durante los últimos 28 años. Tiene un fuerte lazo con nuestra ciudad, donde vivió durante 17 años. Destacó que está con muchas ganas de poder llevar adelante las funciones que le han encomendado. Hizo una recomendación para que los ciudadanos cuiden su clave fiscal.

DE LA REDACCION. Desde principios de este mes la Agencia Pergamino de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) tiene nuevo jefe. Es el contador Daniel Abad, rosarino de nacimiento pero que pasó la mayor parte de su vida entre Pergamino y San Nicolás, siempre como funcionario del ente nacional de recaudación. Viene de ocupar durante 28 años la jefatura de la Afip en San Nicolás. Las autoridades nacionales decidieron un enroque de jefes: Daniel Zanavre pasó de Pergamino a la vecina localidad portuaria. Este cambio se dio en el marco de una disposición nacional que ordenó rotaciones en las jefaturas de todo el país, y en este caso llegó hasta el nivel de agencias.

LA OPINION dialogó sobre su nueva función con Daniel Abad, un hombre de mucha trayectoria en la Afip, que siente a Pergamino como una ciudad propia, porque aquí pasó una gran parte de su vida.

- ¿Cómo lo encuentra este regreso a Pergamino, ahora como jefe de Agencia?

- Me encuentra en una edad bastante grande, después de 35 años dentro de la Afip, de los cuales siete fueron como inspector y 28 como jefe del Distrito San Nicolás. Pero me encuentra en un buen momento, en una ciudad a la que conozco muy bien porque viví durante 17 años aquí, conozco a la mayoría de los agentes, y además estoy con muchas ganas de poder llevar adelante las funciones que me han encomendado.

- ¿Cuáles son puntualmente esas funciones para esta etapa?

- La Agencia Afip-DGI es la aplicación de los recursos humanos y tecnológicos para recaudar impuestos nacionales. También tenemos la tarea de atender la parte de la Seguridad Social. Si bien hay una Dirección General de Seguridad Social, que junto con las Direcciones de Aduana y General Impositiva conforman la Afip, el área de Seguridad Social también la llevan adelante inspectores de la Afip, algunos con asiento en la ciudad y otros no.

De lo que se trata es de cumplir objetivos, alcanzar metas de recaudación que impone la administración central a las regionales y de estas a las agencias como la nuestra.

- Cada región debe tener sus particularidades. ¿Cuáles son la de esta zona?

- La zona nuestra que abarca desde Capitán Sarmiento hasta Colón, todos sabemos que el fuerte es la parte agrícola y ganadera. Pero hay muchas industrias básicas importantes como la confección, la química, la metalúrgica, además del transporte y especialmente el comercio en todos sus rubros.

- ¿Qué niveles de trabajo no registrado tiene esta región?

- El nivel de trabajadores en negro es importante en todo el país. A todos los jefes de las dependencias se nos instruye permanentemente y vienen inspectores a hacer ese trabajo, como así también el control de entrega de facturas o ticket de ventas en los comercios. Todos sabemos que la venta en negro y el personal en negro no para. Por eso se trata para nosotros de un trabajo permanente, que no se hace tanto con gente propia de la Agencia sino con inspectores que realizan las tareas externas.

- En la generalidad, todos los que llegan a una sede de Afip sienten que el Estado les pone la mano en el bolsillo. ¿Cómo se les explican las cosas a los contribuyentes cuando llegan con esos preconceptos?

- Tengo una forma de ser que me lleva a atender personalmente a las personas que llegan con algún inconveniente. Las puertas de mi oficina están siempre abiertas, así lo he hecho toda mi vida y pienso seguir haciéndolo, porque la verdad es que lo que estamos advirtiendo es que la Afip participa, interviene en la vida personal de un ciudadano. Hoy es muy común, por ejemplo, necesitar una clave fiscal. Es decir que ya no sólo viene el contribuyente de impuestos sino que un trabajador común para poder hacer ciertos trámites necesita una clave fiscal, ya sea para viajar al exterior, para comprar moneda extranjera, para hacer una declaración jurada o transferir un vehículo. Con lo cual se acerca mucha gente a la Afip.

- Ahora que prácticamente todo el mundo tiene que ingresar al circuito de la Afip, ¿siente que la gente es reacia a sentirse controlada en sus movimientos económicos?

- Eso está cambiando mucho, inclusive para los empleados de la Afip que estamos recibiendo permanentemente novedades, nueva tecnología, aplicativos nuevos, y hay veces que reaccionamos oponiéndonos. Pero creo que es una tendencia mundial que el Estado controle cada vez más la vida de los ciudadanos. Y no está mal que así sea, aunque lo importante será saber para qué hace ese control y cómo se lo utiliza. Me imagino que el ciudadano a través de las distintas instituciones tendrá que organizarse para que el Gobierno de turno en cada momento, use el control que ejerza como corresponde. Pero negarse al control es casi imposible, porque en todo el mundo estamos viendo que por una razón o por otra los estados participan cada vez más en la vida de los ciudadanos, y en este caso Afip como institución fundamental del Estado, es verdad que cada vez interviene más en nuestra vida personal. Por lo tanto lo que intentamos es mantener la mejor relación posible con el ciudadano que se acerca, porque sabemos que en primer lugar es un servicio que prestamos a la ciudadanía y que por tal motivo debe ser eficiente, y personalmente tengo muy en claro que el sueldo del empleado público lo paga el ciudadano con sus impuestos, con lo cual exijo que la atención nuestra debe ser de la mejor calidad posible.

- ¿Qué cantidad de agentes tiene la Agencia Pergamino?

- En estos momentos hay una dotación de 58 personas, incluyendo el personal de fiscalización externa. Es una dependencia que está necesitando incorporar personal como en casi la mayoría de las dependencias del país, pero eso es resorte del administrador federal y de políticas de recursos humanos decidir en qué momento hay que incorporar personal.

La clave fiscal

Con relación a la clave fiscal: “Hay que recordar que es un bien, un patrimonio personal de indefinido valor, que debe ser muy cuidado. Porque cualquier ciudadano que entrega a otro la clave fiscal se arriesga a que en su nombre se puedan cometer muchas cosas no legales, es decir ilícitas. Me animaría a decir que todavía todos no tenemos conciencia del valor de la clave fiscal. Alguien dijo que sería como entregar a otro la llave de la caja fuerte. Por eso se recomienda guardar la clave en un lugar seguro y tenerla permanentemente actualizada”, aconsejó Daniel Abad.