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Excesos hídricos en el centro-norte de Buenos Aires: recomendaciones para agricultura


 Las recomendaciones estn centradas en la conservación del suelo  (INTA PERGAMINO)

'' Las recomendaciones están centradas en la conservación del suelo. (INTA PERGAMINO)

Los pronósticos de mediano plazo indican que las precipitaciones continuarán por encima de los registros históricos en esta primavera y en el otoño de 2016, dado que se pronostica un año “El Niño”. Técnicos del Inta Pergamino elaboraron un informe con importantes consejos.

DE LA REDACCION. Desde el Inta Pergamino se confeccionó un informe con recomendaciones para el manejo de los lotes destinados a agricultura en la actual campaña. El mismo tiene como objetivo dar respuesta a la problemática que afecta al sector en el centro-norte de la provincia de Buenos Aires, como consecuencia de una campaña 2015-2016 que se inició -allá por julio- con serios problemas de excesos hídricos y que, atento a los pronósticos de mediano plazo, se esperan precipitaciones por encima de los registros históricos para esta primavera y para el otoño de 2016.

En ese sentido (y al igual que cuando se abordó la situación de la ganadería), desde la Estación Experimental se realizó un trabajo amplio y convocante que reunió los conocimientos de los técnicos que forman parte del Proyecto Regional Agrícola, Proyecto Regional Agrícola Ganadero del Centro, Grupo de Manejo de Cultivos y Grupo de Protección Vegetal del Inta Pergamino.

Las recomendaciones están centradas en la conservación del suelo; la fertilidad de los mismos y la fertilización de los cultivos; el manejo de éstos; y aporta una mirada de las enfermedades, las malezas y las plagas; al tiempo que cierra con recomendaciones también sobre labores y cosecha.

 

Conservación del suelo

En el marco de posibles precipitaciones de mayor frecuencia, intensidad y duración, es esperable que se generen mayores volúmenes de escurrimiento superficial los que, en áreas susceptibles, tenderán a agravar la magnitud de las pérdidas de suelo por erosión hídrica. Si bien un manejo adecuado de este problema debería basarse en una visión integral (enfoque de cuenca) y en una planificación de largo plazo (sistema de labranza, rotaciones de cultivo y prácticas conservacionistas), existen algunas decisiones de manejo que pueden ayudar a reducir las tasas de erosión en la actual campaña.

Es fundamental conservar la cobertura del suelo existente en el lote para disipar la energía de la lluvia. Para esto es conveniente evitar la realización de laboreos que dejen poco rastrojo en superficie (por ejemplo rastra de discos) y mantener los lotes en siembra directa.

La siembra de los cultivos en forma perpendicular a la dirección de la pendiente principal, o en curvas de nivel, contribuirá a disminuir la velocidad del escurrimiento.

 

Fertilidad

Es necesario tener presente que el exceso de lluvias previsto incrementará las pérdidas de nutrientes móviles (nitrógeno, azufre) por lixiviación, en particular en suelos Hapludoles, de textura gruesa (franco-arenosos). Por otro lado, en suelos con tendencia al anegamiento temporario, también se pueden producir pérdidas gaseosas de nitrógeno a través de la desnitrificación. En estas situaciones, es importante considerar los siguientes puntos: analizar el estado de los cultivos y la disponibilidad de nutrientes en el suelo después del período con excesos de agua, para luego evaluar económicamente la factibilidad de la fertilización.

Según el objetivo de comercialización, en los cultivos de trigo y cebada puede ser necesario evaluar y corregir la oferta de nutrientes no sólo para sostener el nivel de rendimiento, sino también para lograr parámetros de calidad, como proteína y gluten en trigo, o proteína y calibre en cebada cervecera.

En la medida que la capacidad de trabajo de los equipos disponibles para fertilizar maíz o sorgo durante el ciclo del cultivo sea suficiente, sería aconsejable evitar la aplicación de la totalidad del fertilizante nitrogenado a la siembra y diferir parte de la fertilización con este nutriente a etapas más avanzadas (a partir del estado de 6 hojas expandidas en ambos cultivos). Esta estrategia permitirá ajustar la dosis de la segunda aplicación en base al estado general que presente el cultivo y también incrementar la eficiencia de uso del nitrógeno.

En términos generales, se deberá tener presente que en años con buena disponibilidad hídrica la dosis óptima de fertilizante a aplicar, medida tanto en términos físicos como económicos, es mayor que en años de lluvias escasas.

 

Manejo de los cultivos

Ante el pronóstico de un régimen de lluvias superior al normal, será necesario considerar el ajuste de algunas prácticas de manejo de los cultivos para poder aprovechar los beneficios y disminuir los efectos negativos de las precipitaciones.

En lotes o sectores deprimidos (“bajos”), con tendencia a la acumulación de agua, o en aquellos excesivamente llanos (“tendidos”), caracterizados por el imperfecto drenaje de los suelos, puede ser aconsejable utilizar cultivares de ciclo corto en los cultivos estivales a fines de incrementar la seguridad de cosecha. Ante el probable escenario de abundantes lluvias, y con limitado riesgo de heladas tardías, será conveniente sembrar los cultivos de maíz tempranamente para lograr altas tasas de crecimiento a comienzos del verano coincidentes con las etapas determinantes del rendimiento.

El mismo criterio debería adoptarse para soja de primera, teniendo presente que será necesario disminuir la distancia entre surcos para garantizar buenos niveles de cobertura, particularmente en variedades de ciclo intermedio o corto con porte erecto y escasa ramificación.

En zonas con influencia de la napa freática, la medición de su profundidad es un dato clave para la toma de decisiones. En términos generales, cuando la misma se encuentra a menos de un metro a inicios de la campaña, los riesgos productivos pueden incrementarse considerablemente. Por el contrario, si la profundidad de la napa es mayor se sugiere la siembra temprana con alta tecnología.

 

Enfermedades

El manejo sanitario de los distintos cultivos deberá tener en cuenta los siguientes aspectos.

Trigo y cebada: los pronósticos de lluvias excesivas en los períodos críticos de definición del rendimiento promoverán el desarrollo y evolución de manchas foliares y royas en estos cultivos.

Por otro lado, la ocurrencia de precipitaciones durante la floración favorecerá la aparición de la fusariosis de la espiga. De lo anterior surge que es importante conocer el perfil sanitario de las variedades sembradas y monitorear los lotes en forma frecuente para poder realizar controles eficientes y oportunos de enfermedades foliares y de espiga. Para mayor información, consultar en: http://goo.gl/VNr66o y http://goo.gl/CbwEOK.

Maíz de siembra temprana: será fundamental usar semilla de excelente calidad y tratar la misma con productos específicos para evitar pérdidas de plantas por “damping off” ante períodos de lluvias abundantes durante la implantación. Frente a la probable ocurrencia temprana de roya común del maíz y de tormentas con viento que lastimen las hojas y favorezcan la aparición de bacteriosis foliares, deberá consultarse el perfil sanitario del híbrido, monitorear el cultivo e identificar correctamente el agente causal de la enfermedad. Para la roya común, el umbral de control en híbridos susceptibles es de 5% de severidad en el estrato medio de la planta. Cuando aún no se diferencia la espiga principal, deben observarse las últimas tres hojas completamente desplegadas. Para mayor información, consultar en: http://goo.gl/rz81mJ, http://goo.gl/pvnrlt y http://goo.gl/X4Ipxg.

Soja: la calidad de la semilla a sembrar (poder germinativo, vigor, daño mecánico y calidad sanitaria) será de una importancia clave para optimizar la eficiencia en el establecimiento del cultivo. La elección del fungicida y el ajuste de la dosis a utilizar deberánbasarse en el análisis sanitario de la semilla y en otros aspectos tales como la fecha de siembra, el tipo de suelo y el cultivo antecesor. El tratamiento de semillas para el control de hongos y oomicetes del suelo capaces de producir “damping off” en pre o post emergencia es particularmente aconsejable para evitar una disminución en el stand de plantas. Una vez que el cultivo se haya implantado, en lotes con antecesor soja es importante comenzar el monitoreo a partir de estadios vegetativos avanzados, además del posterior seguimiento tradicional en estadios reproductivos. Debe tenerse presente que para mancha marrón el umbral de control es de 20 a 25% de incidencia en altura en los estados fenológicos R3 a R5. Para mayor información, consultar en: http://goo.gl/1BhSiB.


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