Referentes de clínicas denunciaron una situación financiera “acuciante”

Los representantes de los sanatorios, acompañados por referentes de Fecliba, la entidad que las agrupa, describieron la realidad que viven los prestadores privados. Aseguraron que en el actual contexto se les hace insostenible afrontar compromisos. Pedirán un ajuste de aranceles a las obras sociales. También reclamaron por la fuerte presión impositiva.

DE LA REDACCION. Representantes de las tres clínicas locales, acompañados por referentes de la Delegación VI de la Federación de Clínicas de la Provincia de Buenos Aires hicieron un pronunciamiento público respecto de la difícil situación financiera que atraviesan y plantearon la necesidad de instrumentar una serie de medidas orientadas a tratar de resolver el desfase existente entre la estructura de costos que deben sostener los establecimientos y lo que reciben en concepto de aranceles prestacionales por parte de las obras sociales, principales financiadoras del sistema.

De la rueda de prensa participaron Lucas Alejandro Leonard, gerente del Distrito VI de Fecliba; Angel Zallocco, tesorero de Fecliba Distrito VI; Diego Parra gerente de la Clínica Pergamino; Maximiliano Pimpinatti, gerente de la Clínica General Paz; y Alejandro Bottini, gerente de la Clínica Centro.

El cuadro de situación que atraviesa el sector fue descripto por Diego Parra, quien puso en contexto el tema al señalar: “Las clínicas hemos sido un sector que ha quedado al margen y vivimos una realidad muy compleja desde hace varios años, con un atraso de precios considerable, porque lo que las clínicas facturamos a los prestadores no alcanza para cubrir los costos que genera la prestación. Compramos en dólares nuestros insumos y facturamos en pesos sin ningún tipo de beneficios impositivos ni subvención. Tenemos muchas dificultades para acceder al crédito y nos hemos quedado sin formas de financiar nuestras prestaciones. Tampoco tenemos compensaciones impositivas ni de tasas provinciales o municipales. A fines del año pasado el desfase era del 40 por ciento y esto se ha agravado este año a partir del acuerdo paritario que nos obliga a pagar un incremento salarial al personal del sector del 35 por ciento, sin saber cómo lo vamos a poder financiar”.

En esta línea y más allá de considerar que el incremento salarial acordado es “legítimo”, el gerente de la Clínica Pergamino, en coincidencia con sus pares, planteó que “para las clínicas es imposible sostenerse sin un reajuste de los aranceles por parte de los financiadores del sistema que son las obras sociales, fundamentalmente el Ioma y el Pami”.

Los gerentes de los sanatorios locales plantearon que hasta ahora el aumento que ha ofrecido el Ioma y que las clínicas han aceptado es del 15 por ciento y el del Pami, 11 por ciento. “Seguimos muy por debajo de los costos que insume la práctica real”, sostuvieron y recordaron que la situación acuciante que vive el sector impacta sobre una importante cantidad de personas que trabajan en el sector privado de salud. “El recurso humano representa para nosotros un alto porcentaje de nuestros costos fijos y la situación es acuciante”.

Una realidad común a todos

Luego de mantener reuniones en el seno de Fecliba con referentes de clínicas y sanatorios de otras localidades como Junín, San Nicolás, Salto, Colón, San Pedro y Ramallo, los prestadores señalaron que la realidad que los afecta es común a todos los actores del sistema. “Nos preocupa que no tenemos una respuesta sólida por parte de los financiadores que son la Nación y la Provincia”, plantearon.

En este sentido insistieron en la necesidad de instalar el tema en la sociedad para “obtener alguna respuesta”.

“Tenemos un compromiso paritario asumido, lo que necesitamos son los medios para poder financiar este aumento de costos que vamos a tener el mes que viene”, insistieron.

Pedido

Maximiliano Pimpinatti planteó que la intención es pedir ayuda a las principales obras sociales y prestadoras y tratar de ajustar la carga impositiva. “Nos preocupa la cuestión de las leyes sociales, hay instituciones que están pagando este compromiso y otras que no.

“Las clínicas somos instituciones que no fijamos ni piso ni techo de nada y la situación que vivimos es insostenible. Vamos a exigirles a nuestros prestadores que trasladen el mismo porcentaje de aumento que se acuerde en paritarias, a los aranceles que nos pagan. Es necesario trasladar a valores prestacionales lo que cada gremio está acordando en paritarias”, remarcó Pimpinatti, recordando que Fecliba está trabajando muy bien con la mayoría de las obras sociales.

Consecuencias

Los prestadores privados de salud advirtieron que de no revertirse la situación que viven, algunas medidas se darán como consecuencia del “ahogo” financiero que sufren las clínicas y sanatorios. Al respecto y a pesar de la vocación del sector de mantener la normal prestación de los servicios, los referentes de las clínicas señalaron con preocupación: “La alternativa de atender solamente las urgencias es algo que no vamos a generar nosotros sino que se va a dar porque hay una estructura de costos que no podemos sostener. Esto va más allá de una medida puntual”.

Respecto de esto, Diego Parra recordó que tener una cama disponible en una clínica supone un costo para el prestador de entre 1.500 y 1.800 pesos y precisó que los valores que se reciben de las obras sociales llegan en promedio a los mil o mil doscientos pesos en el mejor de los casos. “Esta situación es insostenible y no podemos seguir poniendo plata para poder funcionar.

“La suspensión de prácticas programadas se va a ir dando como consecuencia de esta situación” plantearon y no descartaron tener que cobrar al afiliado las prestaciones para poder cubrir el valor real de lo que cuesta internarse en una clínica.

Gestiones

Por estas horas el sector trabaja en la gestión de algunas medidas orientadas a aliviar la coyuntura financiera. Sobre esto, Lucas Leonard señaló que la intención es conseguir un plan de facilidades de la Afip para las deudas de cargas sociales.

Asimismo advirtió que existe una “incongruencia” ya que por un lado la ley de emergencia sanitaria que brindó al sector algunas herramientas y significó el reconocimiento del problema por parte del Estado, en la práctica no ha permitido acceder a una nivelación de ingresos con costos ni bajar otras incidencias fiscales.

“En la práctica la ley de emergencia sanitaria que fue prorrogada por cuatro gobiernos en la práctica no nos ha representado”.

A través de los organismos que las representan, las clínicas mantendrán gestiones con los principales financiadores en la búsqueda de acuerdos. A nivel oficial, también mencionaron que se han realizado tramitaciones ante la Municipalidad de Pergamino para obtener la exención del pago de la tasa de seguridad e higiene. “Entendemos que hay una duplicación de fiscalización porque nosotros dependemos para la habilitación del Ministerio de Salud y estamos pagando por un servicio municipal.  Le hemos pedido la exclusión de esa tasa a las nuevas autoridades municipales y estamos esperando la respuesta”, concluyeron aclarando que todos los planteos efectuados son con relación a los gastos sanatoriales: “Nosotros como institución estamos defendiendo la parte de los gastos sanatoriales, esto no tiene nada que ver con los honorarios médicos que tienen las entidades que los representan”.

En los últimos días, la Federación de Clínicas y Sanatorios de la Provincia de Buenos Aires se había expresado respecto de la difícil situación financiera que afectaba a los establecimientos que funcionan en el territorio bonaerense, algunos de los cuales están a un paso de cerrar sus puertas.

A través de declaraciones públicas de sus autoridades plantearon su preocupación por el agravamiento de la crisis en los últimos meses como consecuencia de los bajos aranceles que perciben por los servicios que prestan a la seguridad social y a la medicina prepaga, y por el aumento de los costos de la atención, tales como insumos, tarifas y salarios. 

El pronunciamiento público de los referentes locales de clínicas y sanatorios y de autoridades del Distrito VI de Fecliba se enmarca en este contexto en el que el sector está pidiendo medidas urgentes que le den sustentabilidad.