Cuál es la situación en los campos bajos después de tantas lluvias

“En nuestra zona, como es baja, se han roto muchos campos, las huellas todavía están con agua”, aseguró Daniel Arambarri, quien trabaja unas 140 hectáreas propias en la zona de La Vanguardia. Destina a agricultura unas 80 y el resto a ganadería. Además, se dedica a la cría de porcinos. La clave está en diversificar la producción. 

“En la región el 5% de la superficie sembrada con soja sigue pendiente, sin cosechar”, estima la Bolsa de Comercio de Rosario en su Guía Estratégica para el Agro. Afectadas por los excesos hídricos, muchas de estas hectáreas quedaran sin poder ser recolectadas. 

El norte de la provincia de Buenos Aires y gran parte del departamento santafesino de General López son las áreas con mayores problemas. El noroeste bonaerense, que sufrió las mayores consecuencias por los últimos temporales, es la zona más atrasada. Allí queda por recolectar un 10% de la soja.

Lentamente, empiezan a desvelarse los resultados de los maíces de diciembre. El avance de cosecha, un 25% de la superficie levantada, muestra resultados que fluctúan en 50 qq/ha. En general, estos resultados se están dando en el área de sur de Santa Fe donde más se está adelantando la colecta. En el resto de la zona núcleo seguirá la espera unas semanas más para conocer los resultados. De los maíces tempranos, la región lleva cosechada un 86% de la superficie. Los últimos lotes levantados no presentan los buenos resultados que venían obteniéndose. El promedio se afianza en los 90 qq/ha.

En Pergamino

Para saber cuál es la situación de un pequeño o mediano productor agropecuario, LA OPINION consultó a Daniel Arambarri, productor de la zona de La Vanguardia, quien trabaja unas 140 hectáreas propias, destinando a agricultura entre 70 a 80 y el resto a ganadería. Además, se dedica a la cría de porcinos, lo que lo llevó a integrar una cooperativa junto a diez productores del Partido de Pergamino de Federación Agraria Argentina.

“De 140 hectáreas que dispongo destino unas 70 a 80 a cultivar soja y el resto a ganadería y cerdos. De las 80 hectáreas unas 50 a 60 van destinadas a soja y 20 a 30 al maíz para alimentar los novillos y los cerdos. Y si se saca un número mejor tratamos de hacer algo de trigo”, explicó Arambarri a LA OPINION.

-¿Cuál es la situación en su zona luego de tantos milímetros de lluvia?

-En nuestra zona, como es baja, se han roto muchos campos, las huellas todavía están con agua; en La Vanguardia, como la zona es baja y las napas siempre estuvieron altas, en estos momentos estamos muy complicados en cuanto a excesos de agua se refiere. Queda agua en el campo, donde no es loma han quedado algunos manchones de soja para cosechar, todavía hay barro, la soja se cayó, se pudrió y se cayó la chaucha. No obstante en nuestra zona estamos acostumbrados a esta situación, porque desde hace unos 3 a 5 años la trilla allá es así.

-¿Cuál fue el promedio de la soja de primera en esa zona?

-Estimo que el promedio debe estar en 32 a 34 quintales por hectárea, nada que ver con lo que se esperaba. Puede haber habido algún lote con 40 quintales en la zona, pero en el promedio está entre 30 y 34 qq/ha. Esperábamos más porque la soja estaba muy buena, pero entre las altas temperaturas, los calores y las abundantes lluvias se perdió mucha productividad, de hecho hubo mucha soja que no se cosechó.

Después hay que sumar los costos de la trilla, que si es con doble tracción (necesaria para ingresar a los campos con agua o barro) los costos se duplican, de unos 1.000 a 1.300 pesos la hectárea que es el costo tradicional, si es doble tracción son 2.500 pesos.

-¿Sembró maíz de primera o de segunda?

-Este año hice maíz de segunda, por lo tanto todavía no lo trillé, se ve que está bueno. En la zona están cosechando entre 70 a 90 quintales por hectárea los de primera, así que los de segunda posiblemente tengan una producción similar.

-¿Cuál es la situación de los novillos?

-Con la ganadería siempre se reniega un poco, se pone en los lotes más bajos, en los que no se pueden sembrar. Hoy esos lotes tienen agua, entonces hay que darles una ración de maíz o rollo o hay que suplementarlos, lo que es un gasto aparte. Las grandes lluvias, de diciembre, dejaron mucha agua y desde allí los campos no drenaron tan bien.

-¿Cuál es la situación de la cooperativa conformada en Federación Agraria?

-En Federación Agraria conformamos una cooperativa entre 10 productores del Partido de Pergamino, estamos buscando unirnos para poder confinar y ser más eficientes, que en estos momentos es la única manera de tener algo de rentabilidad; por más prolijo que sea el productor si no se une el cerdo lamentablemente no tiene la rentabilidad aceptable.

-¿El pequeño productor está obligado a diversificar la producción para sobrevivir?

-Si no tenés un poco de todo y te jugás a un solo cultivo siendo un productor chico, con pocas hectáreas, es muy difícil producir, porque un año o una campaña te va mal con un cultivo y te fundís, no te reponés más, no tenés otra alternativa. En cambio teniendo agricultura y ganadería te vas defendiendo un poco mejor.

-¿En cuánto benefició al pequeño productor la quita de retenciones a los principales cultivos?

-Las retenciones bajaron y ayudó, pero aumentó el gasoil (un insumo muy utilizado en el campo) y otros insumos, además de que la presión fiscal para el campo aumentó bastante.