Economía y Agro

Di Stefano: “La economía va a cambiar bastante después del Mundial”


 Salvador Di Stéfano en su dilogo con los medios de prensa  (LA OPINION)

'' Salvador Di Stéfano en su diálogo con los medios de prensa. (LA OPINION)

El economista brindó una charla a comerciantes e industriales. Planteó que se está dando una gran transformación y el Estado está ausente. Afirmó que Argentina no está en crisis porque no hay dos trimestres seguidos en que la economía no haya crecido. Habló de seis años para llegar a un dígito de inflación y predijo que durante el Mundial se producirá una devaluación.


En la tarde noche del viernes, el auditorio de la Biblioteca Menéndez fue el punto de encuentro de comerciantes, industriales y empresarios que participaron de la charla que ofreció el economista Salvador Di Stéfano. La convocatoria había sido realizada por la Cámara de Comercio, Industria y Servicios.

Un poco de todo

Previo a la charla, el experto en economía dialogó con los medios de comunicación sobre diferentes inquietudes de la población respecto del modelo económico vigente.

-¿Estamos atravesando una crisis económica?

-Evidentemente no estamos en crisis porque no hay dos trimestres consecutivos de caída de actividad económica, es una situación en la que Argentina viene creciendo al ritmo del gradualismo. El año pasado la economía creció un 2,9 por ciento, este año es muy probable que vuelva a crecer entre el 1,5 y el 2 por ciento. Lo que pasa es que es una economía que tiene altibajos. Si consideramos el sector de infraestructura en los últimos tiempos avistamos que la construcción viene creciendo; la venta de autos y de motos registra ventas récords al igual que la venta de pasajes al exterior. En cambio si considero los niveles de ventas en supermercados estamos en crisis; si tenemos en cuenta la actividad agropecuaria, la sequía he generado una tragedia. Cuando uno ve la estadística está viendo la media de lo que pasa en la república Argentina, con un cambio en la estructura de costos fundamentalmente por el tema tarifario que invita a un cambio en la forma de hacer negocios. Lo que nosotros llamamos en nuestros libros: la economía K o la economía M, es esta transición que a algunos los deja contentos a otros intranquilos mientras que también hay muchas personas que están mal.

-Algunos colegas suyos no están de acuerdo con el gradualismo ¿Usted considera que el gradualismo es positivo?

-Yo no estoy de acuerdo con el gradualismo sino que creo que tendría que haber un plan económico orientado a la producción. Lamentablemente mis colegas viven hablando de la moneda, del monetarismo, la tasa de interés y no veo a nadie hablando de la producción, de la sequía y la tragedia del campo, no veo a ningún colega generando políticas productivas que alienten a que la ganadería lleve a sus animales a 500 ó 600 kilos, no veo a ningún colega dando soluciones al sector comercial que atraviesa un momento delicado. Se está dando una transformación muy grande y el Estado está ausente, por ejemplo, hoy tenés una revolución en los canales digitales, ¿creen que todos los comerciantes están preparados para ir a la venta digital? No, y ¿quién los está preparando? ¿Quién debería capacitarlo? El Estado que brilla por su ausencia. Si los emprendedores no se adaptan al nuevo escenario estamos en problemas. Todo depende de cómo nos readecuamos en un escenario específico. Los cambios en los patrones de comportamiento también hacen a los negocios.

-¿Por qué es tan difícil manejar la inflación? ¿Es monetarista el problema de la inflación?

-Si el problema de la inflación fuera de la moneda le pondríamos una bomba al Banco Central, no emitimos y chau inflación. La inflación es multicausal. Si tenés que aumentar las tarifas es un aumento de costos para los empresarios que no hacen beneficencia sino que van a ganar plata, si al empresario le suben los costos aumenta los precios. Si hay una sequía se nos generan menos cantidades, si hay menos cantidad de rúcula, ésta va a aumentar su valor porque si hay una demanda constante y una oferta que decrece y esto no tiene nada de monetario. Es muy difícil bajar la inflación y no hay que irla de guapo porque en Argentina tenemos un déficit fiscal monumental, atraso tarifario ya que falta aumentar un 25 por ciento más las tarifas para llegar a una regularización, distorsión bruta de precios relativo. Para que la inflación llegue a un dígito vamos a necesitar seis años. El Gobierno no comunica, los emprendedores pierden la brújula ya que no le marcan los cambios patronales de comportamiento.

-En este contexto inflacionario ¿ha sido una decisión errónea el ofrecer créditos UVA?

-El que sacó un crédito UVA es un privado, el que se lo dio es el Estado. Hay una ley que dice que al privado no le pueden rematar la casa. El crédito UVA luce más como “un paga Dios” que una cosa que no se pueda pagar como fueron tantos créditos hipotecarios en Argentina. Si vos me preguntas si es recomendable sacar un crédito UVA, la academia dice que no pero el ser argentino te dice “sacalo” porque a futuro te van a dar una solución. Lo ideal sería que el presidente del Banco Central no hubiese empujado a la gente a contraer ese tipo de créditos. Teniendo la oferta y teniendo la necesidad que las personas tienen de vivienda, lo van a sacar.

-Se habla mucho de los riesgos que se corren con el elevado endeudamiento externo que Argentina está contrayendo. ¿Cuál es su opinión?

-Argentina no está endeudada. Nuestro país está endeudado en el 22,2 por ciento con el mundo. Lo que tendríamos que charlar es si lo intereses que pagamos por ese endeudamiento los podemos pagar o no. Por ahí vos tenés solvencia para que yo te otorgue un crédito, lo que no tenés es flujo de fondo para pagarlo. El endeudamiento no es un problema sino que Argentina es un país raro porque los argentinos tenemos el 50 por ciento de nuestro PBI en el exterior. Por otro lado los argentinos en vez de veranear en Argentina lo hacemos en el exterior, nos declaramos pobres y no estamos endeudados. La salida del problema de Argentina está en nosotros. El problema del país ¿es económico, es Cristina, es Macri? El problema, esté quien esté, es la falta de confianza que tenemos los argentinos, tal es así que compramos dólares porque creemos que en cualquier momento todo va a explotar. Compramos dólares para dejarlos guardados en una caja y le quitamos juego al mercado porque si dejáramos esa plata en una acción le serviría para un emprendimiento productivo, si lo pondríamos en un plazo fijo le estarían dando un crédito a alguien. Vivimos en una sociedad muy asustada.

-Hay un tema interesante que versa en cómo se moverá la economía después del Mundial de Fútbol. ¿Qué va a pasar después del Mundial?

-La economía va a cambiar bastante después del Mundial. Es uno de los aspectos que nosotros estamos proyectando y que lo hacemos para que los empresarios tomen sus recaudos en su negocio cotidiano. El tipo de cambio fijo del dólar en 20 pesos no se puede sostener, en algún momento el valor del dólar va a llegar a 24. Yo creo que alguna mini crisis o devaluación se puede dar en el Mundial porque se aprovechará el Mundial como una válvula de escape, así como aprovecharon las elecciones para generar toques en el plan económico.


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