Editorial

En Tucumán las cosas no pueden quedar así


Sin importar quién resulte ganador, las cosas no pueden quedar así en Tucumán, sobre todo por la legitimidad de quien asuma el próximo mandato. Ni hablar que quien se sienta estafado va a reclamar por apertura de urnas y recuento, pero habiéndose denunciado tantas irregularidades, también que tenga la mayoría de los votos debe pedir lo mismo para iniciar la gestión con el respaldo legitimado del electorado, para que todas sus decisiones lleven el aval del pueblo que lo votó y que nadie pueda endilgarle ningún otro origen a su poder. 

Si bien el escrutinio es aún provisorio, Juan Manzur del Frente para la Victoria se imponía con el 54 por ciento de los votos en Tucumán, seguido por el Acuerdo por el Bicentenario con cerca del 41. Difícilmente este resultado sea reversible pero, a la luz de los hechos que se han suscitado, difícilmente sea creíble porque el acto eleccionario en Tucumán fue cualquier cosa menos normal. ¿O será que estamos hechos a la idea que todo tipo de aberración es posible? Graves episodios de violencia con el saldo de un gendarme herido con arma de fuego, además de otros ciudadanos en distintos puntos de la provincia, decenas de urnas quemadas y denuncias sobre presuntas irregularidades, con al menos 641 mesas observadas. 

Mientras que el actual gobernador y padrino político del candidato del Frente para la Victoria, José Alperovich, hablaba de elecciones transparentes y sin inconvenientes, en el búnker del opositor José Cano, postulante del frente en el que confluyen radicales, macristas, massistas y peronistas disidentes, manejaban cifras extraoficiales que les aseguraban una victoria, con una ventaja importante en la capital, que concentra más del 65 por ciento del padrón provincial. Como todo parece ser posible en un rango definido como “normal”, cada candidato maneja su también posible resultado. 

En nada contribuye el actual y antiquísimo sistema de votación a poner luz de manera rápida sobre estos escrutinios que se mantienen por días en un estatus precario que da lugar a todo tipo de especulaciones y conjeturas.

Por ese motivo, desde este espacio el análisis no está puesto en quién será el próximo gobernador sino en el grado de violencia que caracterizó al proceso eleccionario en Tucumán, que no es más que una muestra de lo que sucede en varios otros puntos del país, y que es el desencadenante de campañas sumamente agresivas.

El episodio más grave en términos de transparencia tuvo lugar en la localidad de San Pablo, distante unos 15 kilómetros al sur de San Miguel de Tucumán, donde fueron incendiadas 27 urnas en dos escuelas. Según informó la Policía, unas 400 personas que respondían a los candidatos peronistas José Carmona y Daniel Castro, quienes pugnaban por el cargo de delegado comunal, ingresaron a los establecimientos cuando se realizaba el escrutinio, provocaron destrozos y prendieron fuego las urnas. Los autores de los desmanes se enfrentaron con los efectivos que custodiaban el desarrollo de los comicios y un gendarme terminó con una herida en la cabeza, por lo que debió ser hospitalizado en estado grave. Además, 13 civiles resultaron heridos en la misma escena.

Una situación similar se registró en la comuna de Sargento Moya, 45 kilómetros al sur de la capital, donde fueron quemadas las dos urnas en las que estaban habilitadas para votar 558 personas, lo que obligó a suspender la elección. Por el hecho, fueron detenidos tres sospechosos, entre ellos Hugo Alarcón, candidato a delegado comunal de esa localidad por el opositor Acuerdo para el Bicentenario. Un verdadero escándalo político en pleno comicio lo que genera sospechas de todo tipo respecto al accionar de unos y otros. Finalmente, el gobernador Alperovich confirmó que las urnas incendiadas en los distintos establecimientos fueron 45.

Pero la pregunta es ¿por qué quemar las urnas?, ¿cuál era el objetivo?

Lo cierto es que en San Pablo fueron entre 400 y 500 personas las que perpetraron el fuego, un número que no se junta en dos minutos.

En tanto desde el frente opositor denunciaron que fueron atacadas a balazos dos sedes partidarias en la zona noroeste de la capital provincial. Los autores de los disparos se movilizaban en una motocicleta, según las denuncias que fueron asentadas en la Seccional 5.

En otro episodio violento, el camarógrafo Jorge Ahualli, quien trabaja en el cable local CCC, fue atacado a golpes por un grupo de punteros identificados con los candidatos del oficialismo cuando los filmaba repartiendo bolsones con mercadería. Por el hecho fueron aprehendidos dos sospechosos. En la escuela “Alfredo Cosson”, del barrio Ejército Argentino, en la zona sur de esta capital, un fiscal opositor descubrió que una urna ya contenía votos del oficialismo en su interior antes de comenzar la elección. En este caso hay que hablar de Ejército, Gendarmería, Correo que forman parte de la custodia y recorrido de las urnas hasta el cuarto oscuro. ¿También resultaron permeables?   

Una de las causas de las demoras en la jornada estuvo dada por la gran cantidad de papeletas, en un promedio de entre 100 y 150, que estuvieron diseminadas en los cuartos oscuros. En algunas escuelas, como no alcanzaron los pupitres, se terminaron acomodando boletas en sillas e incluso en el piso. Esta situación motivó que los electores tardaran más de lo habitual en encontrar su voto, lo que se tradujo en largas colas en las escuelas. Desde la Junta Electoral habían previsto esa posibilidad y habían sugerido acudir a sufragar con la boleta en el bolsillo, una modalidad cada vez más repetida y ahora sugerida. A este punto hemos llegado, al de armar el voto en casa y entrar al cuarto oscuro como una parodia, una mímica, una actuación. Mucha gente no tuvo en cuenta el consejo y las esperas resultaron interminables. 

Fuera de lo ya descripto, que más que de fraude habla de violencia, no faltaron las denuncias de siempre, esas que ya podemos calificar como “normales” por lo recurrentes: fiscales de partido detectaron que en toda la provincia hubo voto cadena, boletas adulteradas, casos de personas fallecidas que figuraban en los padrones y una innumerable cantidad de testimonios de personas que se presentaban a votar y descubrían que alguien ya lo había hecho antes en su lugar. Estas situaciones que ya se vivían en el siglo pasado cuando los gobiernos conservadores hablaban en voz baja del “fraude patriótico”. Una vergüenza que a estas alturas se siga con las prácticas del conservadurismo más acendrado.

Las denuncias cruzadas y los ataques a las escuelas donde se votaba con quema de urnas incluida, deberá resolverse por vía judicial, no se puede dar una elección por concluida en estas condiciones, sea quien fuere el ganador. Por ello se realizarán elecciones complementarias en las mesas atacadas.

Alguna modalidad como voto electrónico o boleta electrónica tiene que implementarse para minimizar el margen de las actividades fraudulentas. No hay otra motivación más que el interés político para que no se haya implementado algo así hasta ahora. No falta tecnología para hacerlo sino voluntad, lo que habla de que hay gran parte de la dirigencia que está cómoda o prefiere un sistema que nació en Argentina en 1916. Antes de ello, el voto era cantado. 

Y lo de la violencia no tiene más justificación que la de desarrollar alguna maniobra ilegal no se pueden realizar comicios con la debida transparencia.

Porque una democracia con elecciones sospechadas desvirtúa completamente el sentido con que el sistema protege al ciudadano, cuya herramienta fundamental es el voto.


Otros de esta sección...

Aprender durante toda la vida

26 de Abril de 2024 - 05:00
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO