Editorial

La economía en la campaña electoral


Se presentó en Pergamino la propuesta de los diputados Sergio Massa y Margarita Stolbizer. Con la presencia de los economistas Marco Lavagna y Roberto Mionis, y referentes locales del Frente Renovador y el GEN, en la sede de la Cámara de Alimentarios se brindaron las explicaciones de la campaña #BajemosLosPrecios, que apunta a uno de los problemas que más preocupa a la gente, a ambos lados del mostrador: la pérdida de poder adquisitivo. 

Se trata de un proyecto de ley que llevarán a recinto para eliminar el Impuesto al Valor Agregado (IVA) para los principales productos de la canasta alimentaria, con el objeto de reducir el 20 por ciento de sus precios.

Concretamente, proponen eliminar el gravamen en 11 productos de la canasta alimentaria básica: pan, arroz, harina de trigo, fideos, papa, azúcar, carne, huevos, leche, aceite y yerba. Todos productos básicos como elementales, que  cuyos valores hoy están resultando  prohibitivos para los sectores más vulnerables de la población, con el agravante de que sus productores tampoco están cubriendo sus costos. Además, se pretende crear un centro de monitoreo de precios para establecer límites y penalizaciones a prácticas abusivas. La propuesta incluye un acuerdo de precios estables hasta marzo de 2018. Según los números que han sacado, a una familia tipo le puede representar entre 800 y 1.200 pesos mensuales de ahorro en la compra de estas mercaderías que son básicas para la alimentación. 

La propuesta puede tener un tinte electoral, por el momento en que se presenta (pleno período preelectoral), no obstante, es para mirarla con atención por la agudeza que han demostrado siempre quienes han trabajado en el equipo que elaboró la ley a presentar, entre ellos Roberto Lavagna y su hijo Marco. Ellos, así como los sectores del GEN que trabajaron de conjunto encabezados por Mionis, consideran que en la línea gruesa y para mover el mercado interno hay que bajar precios y subir salarios. Porque decíamos que del otro lado del mostrador tampoco la están pasando bien debido a cómo el consumidor restringe sus compras. Esta propuesta, de reactivar para dar combate a la crisis actual se da de narices con el modelo que viene aplicando el Gobierno de Mauricio Macri, que busca salir de la inflación con un formato tradicional como el enfriamiento de la economía, aunque eso genere recesión. De allí que se dificulte hacer calzar los planes de la oposición con las líneas que maneja el oficialismo.

A favor de la propuesta de Massa podemos afirmar que todos los economistas consideran que la inflación no será de menos del 20 por ciento como planea el Gobierno sino de más y los números de los primeros meses del año confirman esa tendencia. También es cierto que el valor de los alimentos es tan caro que comer en la Argentina sale más caro que en casi todos los países europeos, por establecer un parámetro que hoy está de moda en muchos noticieros de televisión, donde se marcan las diferencias de costos para con nuestras góndolas.

La problemática, en estos casos, es que se pretende quitar de la recaudación del Estado una parte del IVA que se cobra, para favorecer a la gente, es cierto, pero sin plantear con qué se compensará o qué se recortará en el gasto público en función de ese fondo menor que ingresará. Y no lo dicen porque, precisamente, como estamos en campaña, no quieren caer en la posición antipática al decir, por ejemplo, que para recaudar menos por este impuesto hay que recortar de algún lado porque esa es la realidad.

Lo hemos planteado en otras oportunidades, generalmente referidas a propuestas muy vistosas y simpáticas que presentan algunos concejales, pero a las cuales no le incorporan de qué manera se solventarían. Decimos siempre que nos queda la duda si lo hacen inocentemente o para hacer tambalear al oficialismo, habida cuenta que los propios autores de estos proyectos saben de los recursos existentes ya que ellos mismos aprueban los presupuestos.  De todos modos, lanzan públicamente ideas sin plantear en sus articulados de dónde se va a sacar el dinero y finalmente la inviabilidad de origen termina poniendo a quien debe decir que no es posible.

La misma duda no acecha respecto de la propuesta #BajemosLosPrecios: ¿cómo se compensaría la merma en la recaudación? Hay dos vías posibles: se agrega o incrementa otro gravamen o se achican los gastos; y de esta última opción, había que conocer por dónde se haría este recorte. Sin esta parte de la propuesta, caemos en la triste paradoja de la frazada corta, toda vez que si simplemente tiramos para cubrir un sector, dejaremos descubierto a otro.  

No caben dudas de que la vía debe ser un achique del Estado, porque es fácil coincidir en que el sector privado no puede seguir absorbiendo más cargas impositivas, frente a un sector oficial que en vez de gastar menos gasta más. Y si bien el presidente es absolutamente consciente de esta cuestión, en la práctica su Gobierno en vez de achicarse ha seguido agrandando. Sería interesante escuchar una propuesta del Frente Renovador y el GEN en este sentido, como parte de su propuesta de bajar la incidencia del IVA sobre los productos básicos.

La realidad es que en esta etapa preelectoral, al tiempo que Cambiemos pretende no poner el acento en la economía donde no tiene logros para exhibir y dedicarse más a la lucha contra la corrupción y el efecto comparativo con el kirchnerismo, la oposición hará todo su esfuerzo en esta cuestión y van a salir a la luz muchas propuestas destinadas a cuidar el bolsillo de los argentinos, como es el caso que se trata. El peronismo, cuya unidad es hoy un hecho aun lejano, también viene planeando hacer campaña sobre la base de incrementos de tarifas y de precios, de modo que no parece posible evitar el tema durante la campaña como pretende el oficialismo.

La propuesta de Massa y Stolbizer resulta claramente apuntada a favorecer a los que menos tienen en un tema tan sensible como los alimentos básicos de la canasta alimentaria, teniendo en cuenta que desde la llegada del PRO al poder se incrementó en un 50 por ciento, pero si no se establece con la misma claridad cómo subsanar los fondos que no se recaudarán por concepto del IVA, al proyecto le falta una pata no menor para sostenerse.

 

Veremos cómo será el comportamiento de la oposición en el parlamento frente a este proyecto, porque si se une el Frente Renovador y el Frente para la Victoria para apoyarlo, habrá una ley aprobada y el Gobierno tendrá que hacer la parte antipática de vetarla o achicar algún área del Estado para compensar los fondos. Y quizá propuesta como esta obliguen al oficialismo a comenzar una reconversión que va dilatando, mientras el sector privado y la sociedad en general, pagar los costos.


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23 de Marzo de 2024 - 05:00
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