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Buenos Aires, (NA) - La jueza Ana María Figueroa fue elegida ayer por sus pares como nueva presidenta de la Cámara Federal de Casación, el Máximo Tribunal penal del país en el que se definen muchas de las causas por corrupción.
Fue una disputa entre un sector cercano al Gobierno Nacional, de la mano de Alejandro Slokar, y Figueroa fue ungida con el apoyo del sector que está más alejado.
Figueroa fue elegida con el voto del actual presidente, Mariano Borinsky; Luis María Cabral, Gustavo Hornos, Eduardo Riggi y Liliana Catucci.
Se abstuvieron de votarla los jueces Slokar, Angela Ledesma, Juan Carlos Gemignani y Pedro David.
Este último grupo si bien no ofreció candidato sí recordaron una acordada que establece que por tradición es el vicepresidente el que asume el rol de titular, en el caso Slokar.
La votación se realizó ayer al mediodía y Figueroa fue electa para el próximo período, y a la par se votó la composición de las cuatro salas de Casación.
La sala I queda integrada por Hornos (subrogante), Figueroa y Cabral; la II por David, Slokar y Ledesma; la III por Catucci, Riggi y Borinsky (subrogante); y la IV por Hornos, Borinsky y Gemignani.
Como vicepresidente primero fue votado Gemignani y vicepresidente segundo, Catucci.
Además, los jueces volvieron a cerrarle la puerta a la posibilidad que las vacantes sean cubiertas con los nuevos magistrados que compondrán la cámara de Casación Penal ordinaria, la cual comenzará a funcionar en breve y evaluará aquellos delitos penales no federales.
Por mayoría, en el acuerdo de ayer se resolvió que las subrogancias serían cubiertas por los jueces de la actual casación.
Una de las subrogancias que siempre fue cuestionada, es la de Cabral a quien se acusa de haber asumido en forma irregular; pero por ahora seguirá ocupando al vacante en la Sala I.
