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Fuentes gubernamentales indicaron que el director de operaciones de la Secretaría de Inteligencia no fue echado, sino que decidió irse por su propia voluntad. La presidenta colocó en la SI a Oscar Parrilli y a Juan Martín Mena, dos personas de su entera confianza.
Buenos Aires, (NA) - El Gobierno confirmó ayer que el director de operaciones de la Secretaría de Inteligencia (SI), Antonio Stiuso, “renunció” a su cargo en las últimas horas y que la dimisión fue “aceptadísima” por el Poder Ejecutivo.
Según las primeras versiones, Stiuso había sido desplazado por el flamante titular del área, Oscar Parrilli, como primera medida a partir de su asunción al frente del organismo el pasado martes.
Sin embargo, sin mayores precisiones, fuentes gubernamentales indicaron que Stiuso no fue echado, sino que decidió irse presentándole la renuncia a Parrilli, poco después de su asunción en reemplazo de Héctor Icazuriaga, tras los cambios que dispuso la presidenta Cristina Kirchner.
Con esta medida, la renovación de la cúpula de la Secretaría de Inteligencia será total, ya que no sólo la jefa de Estado colocó allí a Parrilli, sino también al hasta entonces jefe de Gabinete del Ministerio de Justicia, Juan Martín Mena, como número dos del organismo, en lugar de Francisco Larcher.
De esta forma, el Gobierno avanza en la ubicación de gente de confianza en el organismo con la salida de Stiuso, más conocido como Jaime y mencionado como jefe operativo de los espías, a pesar de que hasta ayer se desconocía el nombre de su reemplazante.
En torno a la figura de Stiuso giran leyendas de todo tipo que indican que, con sus más de cuatro décadas en el organismo, maneja información reservada sobre todos los dirigentes y hombres del poder, lo que dificultaba su desplazamiento.
Los cambios, además, se produjeron con un especial telón de fondo: el operativo policial que terminó con la vida del agente Pedro Viale, alias “El Lauchón”, a quien se menciona como un hombre de confianza de Stiuso.
El juez federal de Morón, Juan Pablo Salas, procesó a diez policías por esa muerte, producida el 9 de julio de 2013, a la que calificó de “homicidio agravado”: en el procesamiento, el magistrado dejó en claro que el operativo en la casa de “El Lauchón” fue sospechoso.
Stiuso, enfrentado internamente con el director de Reunión Interior, Fernando Pocino, había ofrecido una entrevista pocos días atrás a la revista Noticias, en la que dijo que recibió “amenazas” en los últimos días: “Las amenazas siempre son con la muerte. Siempre hay muerte de por medio”, afirmó.
El espía, que quedó en el centro de la polémica en 2004 cuando el entonces ministro de Justicia Gustavo Beliz mostró su rostro en televisión (lo que le costó un juicio), dijo que no conoce al jefe de la Policía bonaerense, Hugo Matzkin y negó conflictos con esa fuerza provincial de seguridad.
