La jornada de protesta fue organizada por los empleados de PepsiCo, en conjunto con el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, y contó con el apoyo del PTS. Más tarde habitantes de las villas de la Ciudad reclamaron mejoras en el proyecto de urbanización.
Buenos Aires, (NA) - La avenida 9 de Julio, a la altura del Obelisco, fue nuevamente ayer el epicentro de varias protestas con bloqueos al tránsito por parte de manifestantes de organizaciones sociales, sindicales y de izquierda, que llevaron una batería de reclamos al Gobierno nacional y al porteño.
A la mañana, trabajadores de PepsiCo, junto a tercerizados de Latam y de Coca Cola y a militantes de partidos de izquierda hicieron un corte para expresar su rechazo a los proyectos de reforma que impulsa el Gobierno, mientras que por la tarde habitantes de asentamientos de la Ciudad protestaron por la “lentitud” en la urbanización de las villas.
Los seguidores del PTS y empleados de las multinacionales se concentraron desde las 7:00 en el lugar e impidieron durante varias horas el paso de los vehículos, lo que generó importantes complicaciones en el microcentro.
Los manifestantes cuestionaron duramente a la conducción de la CGT por aceptar la propuesta de reforma laboral impulsada por el Ejecutivo Nacional, a las que consideraron como “un ataque a las condiciones laborales”.
“Las dos CTA y todos los sindicatos que han criticado esta reforma deberían ponerse a la cabeza de un plan de lucha en serio para enfrentar y derrotar en las calles esta ofensiva reaccionaria”, sostuvo Nicolás del Caño, diputado electo de la izquierda.La jornada de protesta fue organizada por los empleados de PepsiCo, en conjunto con el Movimiento de Agrupaciones Clasistas, y contó con el apoyo del PTS.
Más tarde, la zona continuó cortada al tránsito debido a la otra protesta que también tuvo su eje en el Obelisco, en esta ocasión realizadas por habitantes de las villas de la Ciudad de Buenos Aires que reclaman por mejoras en el proyecto de urbanización de estos asentamientos.
Los manifestantes aseguran que desde que el Ejecutivo porteño comenzó con las obras, en enero del 2016, solamente “se entregaron ocho viviendas” y “todas en Retiro”.
“En el 95% de las villas restantes en la Ciudad, no solo que no las están urbanizando, sino que no han puesto ni un clavo”, cuestionó Rafael Klejzer, referente de la Corriente Villera Independiente.
En declaraciones televisivas, el dirigente criticó además “la lentitud” con la que se realizan los trabajos, “la falta de participación de los vecinos” en el proceso y “el autoritarismo con el que se manejan” los funcionarios que llevan adelante la iniciativa.
“La gente se entera por la tele que están urbanizando su barrio y no es tan así. Por eso muchas veces hemos invitado a los medios a que vengan, para que vean que no es así”, agregó.