Nuestro WhatsApp:+54 9 2477 65-4706
No hay sector de la ciudad en el que esta situación no represente un problema para comerciantes o vecinos que deben soportar la acumulación de agua frente a sus casas. Aunque existe un horario establecido para desagotar líquido a las calles, los ciudadanos hacen oídos sordos.
Pese a que existe una reglamentación que establece horarios para desagotar las piletas, lavar el auto o baldear las veredas, en todas partes de la ciudad, incluso en pleno Centro, se puede observar el agua correr por los cordones y acumularse en las bocacalles.
En horas de la noche y durante la madrugada, miles de litros se vuelcan en la vía pública y se acumulan frente a las viviendas; una característica propia de esta época del año.
En muchos casos esta situación genera malestar entre los vecinos que deben soportar la presencia de agua frente a sus casas y en aquellos más responsables que piensan en racionalizar el recurso. Sin embargo, un problema aún mayor es el que tienen que afrontar habitantes de las zonas periféricas donde muchas veces el líquido servido proviene de pozos domiciliarios y genera mal olor.
El agua que corre en los cordones o se acumula en las esquinas proviene mayormente del desagote de piletas, el baldeo de veredas o el lavado de autos. Esta particularidad es una constante en la ciudad y se puede advertir a toda hora, tanto en los barrios como en el Centro de la ciudad.
En San Nicolás Norte, entre Avenida de Mayo y Pinto, sobre el cordón derecho, el agua servida es permanente. Sin embargo, ninguno de los comerciantes y empleados sabe bien de dónde viene.
La encargada de una tienda explicó a LA OPINION que la presencia de “agua en el cordón es constante y siempre está sucia”. Muchas veces el líquido “no drena hacia los desagües, se acumula frente a los comercios y genera mal olor”.
La esquina de Estrada y Castelli es otro sector donde se junta agua con frecuencia, aunque en este caso se da por una pendiente que deja encajonado el líquido en la bocacalle hasta que se evapora y se seca. Lo mismo sucede en Merced y Lagos, donde en ocasiones se puede observar agua servida.
Sin embargo, estos son solo algunos lugares del radio céntrico donde se da esta situación. A medida que uno se aleja del Centro y recorre los barrios, la presencia de agua servida en las calles es más frecuente.
Aunque existe un horario establecido que autoriza a los vecinos a desagotar el líquido a las calles, los ciudadanos hacen oídos sordos y utilizan mangueras para realizar estas tareas, dejando correr el agua y desperdiciando así muchos litros.
Este incumplimiento de las normas es castigado con importantes multas, pero aun así no se toma conciencia y se sigue derrochando el vital elemento.
Las autoridades solicitan tener más cuidado del agua y tener, a su vez, una mayor conciencia al momento de baldear la vereda o lavar el auto, ya que este tipo de tareas provoca que el líquido corra por los cordones. A su vez traen aparejados otros perjuicios como el deterioro del pavimento, ya que el agua servida suele filtrarse en las fisuras de la capa asfáltica lo que provoca el daño de la base y produce el agrietamiento de las calles.
