Será este viernes a las 17:30. La iniciativa es organizada por un grupo de docentes y compañeros de Guido Escobar, un joven de 15 años que padece distrofia muscular de Duchenne, que condiciona severamente su movilidad.
Organizada por un grupo de docentes y compañeros de Guido Escobar del Colegio San José de los Hermanos Marista, un joven de 15 años que padece distrofia muscular de Duchenne, que condiciona severamente su movilidad, mañana viernes se llevará a cabo una mateada por la inclusión.
La iniciativa tendrá lugar en la Plaza Merced, desde las 17:30, y los organizadores invitan por este medio a la comunidad a unirse a una causa por la inclusión: que se ponga operativa la ordenanza que garantiza el traslado de niños y jóvenes que utilizan sillas de ruedas no plegables a sus lugares de formación, rehabilitación o esparcimiento. Para ello se requiere el uso de vehículos adaptados.
Los presentes, frente al Palacio Municipal, le solicitarán al Departamento Ejecutivo que concrete y lleve adelante el proyecto aprobado por unanimidad en el Concejo Deliberante que solicita la adaptación de algún vehículo para poder trasladar a los chicos que se encuentran en sillas de ruedas no plegables y deben concurrir a algún establecimiento educativo, recreativo o de salud de nuestra ciudad.
“Hoy lo pedimos por Guido Escobar, pero también por todos los chicos que tienen alguna dificultad motriz y merecen que nosotros como sociedad los ayudemos y velemos por su bienestar”, señalaron los coordinadores del evento de viernes.
Guido Escobar
El adolescente concurre al Colegio San José de los Hermanos Maristas, institución que le otorgó una beca para poder estudiar. Además, debe concurrir al Centro de Formación Integral Nº 1 (adyacente a la Escuela de Educación Especial Nº 502, sobre avenida Presidente Perón) pero la imposibilidad de la madre de proveerle el traslado y la carencia por parte de la escuela de un móvil adaptado a su silla de ruedas (pesa 140 kilos), le han impedido iniciar con esta actividad.
Su sueño es ser escritor y entre sus logros más importantes aparece una nota enviada al Papa Francisco, la cual fue respondida por el Santo Padre a mediados de 2013.
A la par de su actividad académica, el joven asiste al kinesiólogo dos veces por semana y toma clases de ajedrez y de natación. Todo en su silla de ruedas con motor que le brindó la obra social Instituto Obra Médico Asistencial (Ioma). Su mamá, Mónica Altuna, asegura que a pesar de las dificultades que conlleva su patología, el joven tiene una vida social intensa que comparte con sus amigos.