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En nuestro distrito es notorio el perjuicio que han generado en la superposición de las rutas Nº 8 y Nº 188, entre el Primer Cruce y el Arroyo, y en la continuidad del camino hacia Rojas, entre los kilómetros 75 y 78, solo por citar algún caso.
Se sigue aguardando por el recambio de autoridades en gran parte de las áreas técnicas y organismos de control de la Provincia, lo que tiene varias decisiones y avance de medidas y obras en stand by. Tal es el caso del Oceba y la Dirección de Vialidad, por citar algunos.
No obstante, hay rutinas que se mantienen (o al menos así debería ser) como los controles de carga, una cuestión que afecta directamente al mantenimiento de las rutas y a la seguridad vial y sobre la que muy poca presión se aplica. De hecho, con total seguridad, un alto porcentaje circula en infracción y eso es notorio a simple vista, ni siquiera hace falta una balanza, lo que dicho sea de paso, poco se usa.
Ahora se anuncia un operativo intensivo en puntos clave de la provincia en procura de un mejor mantenimiento de las rutas; según las estadísticas presentadas los excesos se detectan, en su mayoría, en transportes que llevan piedras, papas, cemento, tierra, escombros, arena y tosca.
“Las tareas se vienen llevando a cabo con la finalidad de abarcar la totalidad de la red vial provincial, mediante puestos de controles fijos y móviles estratégicamente ubicados; afectan a los vehículos de dos a cuatro ejes con el fin de asegurar que la carga esté distribuida en forma adecuada y dentro de los valores permitidos”, informaron desde Vialidad.
En estas inspecciones se utilizan balanzas de alta tecnología que permiten detectar el sobrepeso de cargas y “por ende la aplicación de multas equivalentes al importante daño que provocan”, dicen.
Daño evidente
Así como es evidente la sobrecarga que se advierte cotidianamente, es palpable el daño que provoca esta transgresión y falta de control en las rutas. En nuestro distrito es notorio el perjuicio que han generado en la superposición de las rutas Nº 8 y Nº 188, entre el Primer Cruce y el Arroyo, y en la continuidad del camino hacia Rojas, entre los kilómetros 75 y 78, solo por citar algún caso. Ni qué decir del estado de la ruta Nº 8 a la altura del semáforo de Silverio Vázquez, una zona que probablemente quede desatendida desde el momento mismo en que esté operativa la autovía. No somos videntes pero, dadas experiencias anteriores, podemos vaticinar que comenzará la disputa sobre quién se hace cargo del mantenimiento de esos tramos que ya no estarán dentro de la concesión.
La ruta Nº 32 que vincula Pergamino con Rosario había sido reparada en partes no hace demasiado tiempo y después de numerosos reclamos de la comunidad, pero ahora su estado es calamitoso; transitar por allí nuevamente genera cierto peligro, debido -entre otros factores- a los hundimientos que provocaron en el pavimento los excesos de peso en las cargas; estas virtuales zanjas, a su vez, se llenan de agua con las lluvias, potenciando los riesgos de accidentes.
Más controles
La ausencia de los controles sobre la carga de los rodados de gran porte y la poca responsabilidad asumida por los transportistas hará que muchos tramos de caminos cercanos a Pergamino que fueron remodelados vuelvan a deteriorarse; “esperamos que con estas jornadas de verificación de peso se logren resultados positivos y multen a quienes no cumplen; para citar un caso vale decir que ya hubo detección de sobrecarga en camiones que utilizan el camino Guerrico – La Violeta remarcando que este es un camino reparado por la Provincia”, indicaron en el Municipio a raíz de una pregunta que hizo el Diario.
