Pergamino

Gustavo Bertran: “Los cambios a la ley de Salud Mental supondrían un retroceso”


 Gustavo Bertran junto a integrantes del equipo del Hospital de Día “Teodoro Alvarez” durante la visita a Pergamino (LA OPINION)

'' Gustavo Bertran, junto a integrantes del equipo del Hospital de Día “Teodoro Alvarez”, durante la visita a Pergamino. (LA OPINION)

El fundador y coordinador general del Hospital de Día “Teodoro Alvarez”, un dispositivo de referencia para el abordaje de patologías mentales graves, estuvo en Pergamino con integrantes del equipo de trabajo, que señalaron que detrás de posibles modificaciones se debaten “cuestiones de poder y derechos”.


Integrantes del equipo del Hospital de Día de Salud Mental del Hospital Interzonal General de Agudos San José compartieron una jornada de trabajo con sus pares del Hospital “Teodoro Alvarez”, un dispositivo que cuenta con casi tres décadas de experiencia en el trabajo en este tipo de dispositivos que hoy están enmarcados en la Ley Nacional de Salud Mental.

La jornada de intercambio de experiencias se concretó el viernes en Pergamino y sirvió para compartir criterios de abordaje de pacientes con patologías mentales severas. También para señalar el posicionamiento de este grupo profesional respecto de posibles cambios a la reglamentación de la Ley de Salud Mental. 

En el marco de la visita a Pergamino, integrantes del equipo del Hospital de Día del Hospital Alvarez mantuvieron un extenso diálogo con LA OPINION. Fueron parte de la entrevista Guido Iriart, psicoanalista y co-coordinador del equipo de Terapia Individual: y el licenciado Gustavo Bertran, fundador del Hospital de Día y coordinador general del dispositivo, además de secretario General de la Asociación Argentina de Salud Mental y partícipe en la elaboración de la Ley de Salud Mental. Estos profesionales estuvieron acompañados por la co-coordinadora del equipo de Acompañamiento, Valeria Sambucari.

“Es una satisfacción estar en Pergamino, invitados por el Hospital de Día  de Salud Mental del Hospital San José para compartir un espacio de trabajo e intercambio en el campo de la salud mental”, señalaron los profesionales y remarcaron la importancia de “sostener la Ley Nacional de Salud Mental”. 

“Hubo un intento, a través de la Dirección de Salud Mental, de modificar la reglamentación a través de un decreto. Esto iba a implicar un retroceso de 50 años dentro del campo de la salud mental; significaba volver al manicomio y volver a pensar que el sujeto psicótico era peligroso”, advirtieron los profesionales y recordaron que la ley vigente había modificado este concepto hablando de vulnerabilidad y no de peligrosidad. “Con este intento de cambiar la reglamentación se quiso volver atrás, a contracorriente de conceptos establecidos por las principales organizaciones del mundo que se impusieron la meta de cerrar los manicomios a 2020”.

“Esta reglamentación proponía no sólo no cerrarlos sino habilitar la apertura de nuevos espacios, algo que va contra la ley”, enfatizaron y sostuvieron que “este fue un intento real que por suerte, y por la movilización que generó en distintos sectores, logramos que se detuviera”.

Un dispositivo apropiado

-¿Qué rol cumple el Hospital de Día en el marco del trabajo en salud mental?

Bertran: El Hospital de Día es el mejor dispositivo para integrar al loco, al psicótico, al diferente. Nos permite integrar la diferencia y va a contramano del asilo. Por supuesto que es más trabajo, pero es más económico en términos de dinero, porque permite un ahorro del giro cama del 75 por ciento de cualquier paciente, sino más económico y provechoso a nivel social. 

-¿Cuántos años de experiencia tiene el dispositivo de Hospital de Día en el Alvarez Y cuál ha sido la evolución en ese tiempo?

Bertran: Tenemos 27 años de trabajo. Arrancamos trabajando en un escenario completamente distintos al de hoy. Venimos del Hospital Alvarez que es un hospital general y en este lugar  ya teníamos sala de internación en un hospital general para pacientes de salud mental. Eso facilitó la tarea. Más tarde lo que dice la ley es que la sala de internación debe estar en el Hospital General y además hay que contar con dispositivos intermedios como el de Hospital de Día. En la actualidad nosotros tenemos cuatro hospitales de Día: uno de adicciones, uno de autismo y dos para pacientes psicóticos. En ese sentido, crecimos en un servicio donde esto estaba funcionando antes de la ley. La norma nos dio un marco, pero nosotros ya veníamos ejerciendo con este concepto.

Iriart: La ley define a la salud mental como la define la Organización Mundial de la Salud (OMS) como policausal, Entonces los abordajes tienen que ser múltiples. Y por eso la necesidad de abordar estos casos desde un equipo interdisciplinario. Que en una ley figure que es necesario abordar esa problemática desde diversos saberes establece de por sí por el espíritu y el articulado de la ley un abordaje interdisciplinario, más allá de que nosotros lo viniéramos haciendo por una cuestión filosófica. La Ley obliga a abordar esta problemática de esta manera.

-¿Por qué es importante que el sujeto psicótico sea atendido en un hospital general?

Bertran: Porque la locura, la enfermedad mental queda diluida dentro de la lógica de otras enfermedades. Es una enfermedad más.

-¿A partir de la Ley de Salud Mental como observan la evolución de otros dispositivos?

Bertran: Hemos sido invitados a diferentes provincias a trabajar sobre este tema. La evolución que ha tenido la ley en el sentido de integrar la diferencia, inclusive dentro del grupo de trabajo, donde hasta hace muy poco solo los médicos podían ser jefes y ahora se amplió al que esté más capacitado, sea psicólogo o trabajador social. La integración abarca al equipo y a la lógica del tratamiento dentro de las patologías graves.

-¿Cómo observan que ha sido la dotación de recursos para el funcionamiento de los dispositivos intermedios como los hospitales de día en el marco de la implementación de la ley?

Bertran: Este es el gran tema. No hay posibilidad de cambio si no tenés recursos humanos capacitados y nombrados y que cobren por el trabajo que realizan. Hay una muy mala costumbre dentro del campo de la salud mental que es que los profesionales tienen que trabajar gratis. Pareciera establecido y esto es perverso. El Hospital de Día va a funcionar en la medida que tenga recursos y profesionales nombrados porque esta cuestión de la gratuidad y de no recibir un sueldo por lo que haces hace que el grupo de trabajo esté cambiando permanentemente. Los nombramientos son importantes y también es importante a la lógica del Hospital de Día porque permite un equipo estable.

-¿Esta ha sido una falencia?

Bertran: Sí, en gran medida. Pero no hay que echarle la culpa a la ley. Muchas veces los detractores le echan la culpa a la ley. La ley es el marco. Los que la tienen que cumplir son los funcionarios de turno. Es una decisión política. Quienes la tienen que cumplir son los intendentes, gobernadores, los secretarios de Salud, los directores de hospitales, los jefes de servicios. Es ahí donde encontramos la falencia y las resistencias.

En alerta

-Al comienzo de la entrevista señalaron que se había logrado “detener” la modificación de la reglamentación de la ley gracias a la movilización que se generó en torno a este tema. ¿En qué instancia están hoy?

Beltran: Seguimos en alerta porque la verdad es que solo lo hemos logrado detener. Si contextualizamos estamos en un momento de retrocesos en muchos campos, de muchos logros y muchos derechos. Vamos a retroceder en derechos laborales y previsionales. También esto abarca el campo de la salud y el de la salud mental porque cuando las corporaciones toman los estados lo primero que hacen es transformar los derechos en gastos.

Iriart: En el contexto actual se cambia el concepto de derecho por el de beneficio con una visión mercantilista y esto en el terreno de la salud mental nos obliga a estar atentos, para no retroceder en los avances que han sido significativos y beneficiosos para los pacientes.

-¿Cómo se posicionan frente a posturas de profesionales con los que ustedes trabajan de la mano y que se han manifestado en favor de los cambios propuestos a la reglamentación?

Bertran: Yo prefiero no trabajar de la mano de nadie. Prefiero trabajar en equipo.

-¿Cuando hay posturas tan antagónicas como las que han manifestado los psiquiatras, por ejemplo,  posible este trabajo en equipo?

Bertran: No se trata de posicionamientos de médicos, psicólogos, psicoanalistas o psiquiatas. No es una disputa gremial. Es una discusión sobre cómo pensamos la salud, si como un gasto o como derecho. Si integramos la diferencia o aislamos. Trasciende la cuestión de un posicionamiento gremial.

Iriart: Es verdad que cuando la ley estaba en discusión estas mismas asociaciones  estaban en contra, fundamentalmente en el punto de la ley que hacía referencia a que un psicólogo podía ser jefe de un servicio de salud mental. Era una disputa de poder porque en el fondo todos estamos de acuerdo, o casi todos, con la posición de derecho. La mayor discusión que se dio fue en relación al artículo de la ley en relación a quiénes podían ocupar cargos directivos. Me parece que no hay que olvidar esto. Es una discusión de poder, por espacios de poder.


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