Pergamino

Nancy, hija de Luis Ceccón: “La historia no pudo silenciarme”


 El curso de la historia no sólo crea acontecimientos que construyen un Estado también crea personas Y grupos de personas La historia argentina reciente da cuenta de cómo la última dictadura produjo no sólo miles de desapariciones sino que conformó un grupo social caracterizado por la ausencia que marcaron en su vida esos desaparecidos Los hijos de desaparecidos son el producto de una tragedia histórica son víctimas de una historia que los obligó a buscar la verdad sobre aquello que había sucedido con sus progenitores Los Hijos pululan por todos lados estn diseminados a lo largo y ancho del país Pergamino no es la excepción Como corolario de la semana dedicada a la Memoria en el marco del aniversario número 41 de la última Dictadura cívico militar LA OPINION cuenta la historia de vida de Nancy Ceccón  Quién era Luis La familia de Nancy estaba conformada por su mam Mxima Franco su pap Luis Francisco Ceccón que era cabo de la Policía Bonaerense y sus hermanos Liliana Marisel y Silvio siendo ella la ms chica de los cuatro Todos ellos vivieron primeramente en la casa de su abuela pero luego en 1973 Luis compró un terreno en el barrio Güemes donde construyó su casa Recordando  la militancia de su padre Nancy manifestó que participaba de un grupo de jóvenes católicos comprometidos con la realidad social de los ms desprotegidos liderados por el padre Marciano Alba que se llamaba “Emmanuel” mientras que también sabía de su participación activa en grupos políticos Adems recordó que su casa siempre estaba llena de personas compañeros de la iglesia y de la política de su padre y que ella veía dentro de su hogar muchos panfletos “Mi pap era muy cristiano Bajo el lema de ‘no hay amor ms grande que dar la vida por sus amigos’ llevó adelante su militancia en el barrio Güemes donde había mucho por hacer” contó Nancy  “Montoneros carajo” Luis era policía y se desempeñaba en la Brigada de Investigaciones de Junín y de acuerdo con lo recordado por Nancy era montonero ya que ella misma había aprendido los cnticos de la organización “Recuerdo que cada vez que cantaba- ‘Montoneros carajo’ mi pap me hacía bajar la voz” relató Nancy La primera desaparición de Luis se dio en 1976 cuando lo llevaron junto al padre Marciano Alba y el padre Galli El obispo de la diócesis de San Nicols Ponce de León fue quién luchó por la liberación de los tres Luego de que fuera dejado en libertad Ceccón se mudó a una pensión ubicada en calle Luzuriaga Por esa zona Luis fue secuestrado una vez ms el 16 de mayo de 1978 Desde ese día nadie ms supo de él “Jams creímos que nunca ms volveríamos a verlo Después de este hecho mi mam realizó averiguaciones viajaba a Junín pero nunca pudo tener noticias sobre mi pap” aseguró Nancy y afirmó que “se estima que a mi pap lo mataron en diciembre de 1978 bajo la modalidad de los vuelos de la muerte” Vale destacar que a Luis se lo acusaba de ser espía ya que en vez de detectar o captar aquellos militantes de ideologías contrarias a los militares los alertaba para que no fueran secuestrados   Ausencias que destruyen La desaparición de su padre y las versiones que indicaban que su pap los había abandonado generó en Nancy una contradicción muy grande No obstante tras  muchos años de no asumir ser la hija de un desaparecido “le hice caso a mi corazón necesitaba saber ms de mi pap despejar las dudas que el mismo sistema perverso de la Dictadura me había provocado y que me hacía repreguntarme todo el tiempo si en verdad mi pap había sido un traidor” Luego de muchos años de silencio pero con la firme intuición de que a su padre lo habían secuestrado Nancy decidió reconstruir su historia “Tardé bastante en reconocerme como hija de un desaparecido en reconocerme como la hija de Luis Ceccón el militante el montonero el policía el luchador el obrero el que ha trascendido las fronteras de la historia” cuenta Nancy al tiempo que afirma que “salí vencedora porque la historia no pudo silenciarme por el contrario tomé una postura de convicciones de orgullo y de reconocimiento de mi padre El haberme constituido en una ferviente buscadora de la verdad me hizo militante de derechos humanos”  El mejor legado En 2011 fueron identificados los restos de Luis Ceccón hallados en un Cementerio de General Lavalle “El haberme reecontrado de algún modo con mi pap fue aliviador Sin dudas en mi cabeza y convencida de que mi pap había sido un gran hombre comencé un trabajo de limpieza de su nombre que había sido muy bastardeado” expresó Nancy Hoy a 41 años del terrorismo de Estado Nancy brinda charlas en diferentes establecimientos educativos “Captar la atención de los jóvenes con mi historia es muy gratificante es sanador porque estamos sembrando la semilla del interés de la verdadera historia” expresó Nancy y concluyó- “Creo que las ganas de cambiar la realidad de hacer del amor y del compromiso con el prójimo una constante es el mejor legado que me heredó mi pap”

'' El curso de la historia no sólo crea acontecimientos que construyen un Estado, también crea personas. Y grupos de personas. La historia argentina reciente da cuenta de cómo la última dictadura produjo no sólo miles de desapariciones, sino que conformó un grupo social caracterizado por la ausencia que marcaron en su vida esos desaparecidos. Los hijos de desaparecidos son el producto de una tragedia histórica, son víctimas de una historia que los obligó a buscar la verdad sobre aquello que había sucedido con sus progenitores. Los Hijos pululan por todos lados, están diseminados a lo largo y ancho del país. Pergamino no es la excepción. Como corolario de la semana dedicada a la Memoria, en el marco del aniversario número 41 de la última Dictadura cívico militar, LA OPINION cuenta la historia de vida de Nancy Ceccón. Quién era Luis La familia de Nancy estaba conformada por su mamá, Máxima Franco, su papá Luis Francisco Ceccón que era cabo de la Policía Bonaerense, y sus hermanos Liliana, Marisel y Silvio, siendo ella la más chica de los cuatro. Todos ellos vivieron primeramente en la casa de su abuela pero luego, en 1973, Luis compró un terreno en el barrio Güemes donde construyó su casa. Recordando la militancia de su padre, Nancy, manifestó que participaba de un grupo de jóvenes católicos comprometidos con la realidad social de los más desprotegidos, liderados por el padre Marciano Alba, que se llamaba “Emmanuel”, mientras que también sabía de su participación activa en grupos políticos. Además recordó que su casa siempre estaba llena de personas, compañeros de la iglesia y de la política de su padre, y que ella veía, dentro de su hogar, muchos panfletos. “Mi papá era muy cristiano. Bajo el lema de ‘no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos’ llevó adelante su militancia en el barrio Güemes donde había mucho por hacer”, contó Nancy. “Montoneros carajo” Luis era policía y se desempeñaba en la Brigada de Investigaciones de Junín, y de acuerdo con lo recordado por Nancy, era montonero ya que ella misma había aprendido los cánticos de la organización. “Recuerdo que cada vez que cantaba: ‘Montoneros carajo’, mi papá me hacía bajar la voz”, relató Nancy. La primera desaparición de Luis se dio en 1976, cuando lo llevaron junto al padre Marciano Alba y el padre Galli. El obispo de la diócesis de San Nicolás, Ponce de León, fue quién luchó por la liberación de los tres. Luego de que fuera dejado en libertad, Ceccón se mudó a una pensión ubicada en calle Luzuriaga. Por esa zona, Luis fue secuestrado una vez más el 16 de mayo de 1978. Desde ese día nadie más supo de él. “Jamás creímos que nunca más volveríamos a verlo. Después de este hecho mi mamá realizó averiguaciones, viajaba a Junín pero nunca pudo tener noticias sobre mi papá”, aseguró Nancy y afirmó que “se estima que a mi papá lo mataron en diciembre de 1978 bajo la modalidad de los vuelos de la muerte”. Vale destacar que a Luis se lo acusaba de ser espía ya que en vez de detectar o captar aquellos militantes de ideologías contrarias a los militares, los alertaba para que no fueran secuestrados. Ausencias que destruyen La desaparición de su padre y las versiones que indicaban que su papá los había abandonado generó en Nancy una contradicción muy grande. No obstante, tras muchos años de no asumir ser la hija de un desaparecido, “le hice caso a mi corazón, necesitaba saber más de mi papá, despejar las dudas que el mismo sistema perverso de la Dictadura me había provocado y que me hacía repreguntarme todo el tiempo si en verdad mi papá había sido un traidor”. Luego de muchos años de silencio pero con la firme intuición de que a su padre lo habían secuestrado, Nancy decidió reconstruir su historia. “Tardé bastante en reconocerme como hija de un desaparecido, en reconocerme como la hija de Luis Ceccón, el militante, el montonero, el policía, el luchador, el obrero, el que ha trascendido las fronteras de la historia”, cuenta Nancy al tiempo que afirma que “salí vencedora porque la historia no pudo silenciarme por el contrario tomé una postura de convicciones, de orgullo y de reconocimiento de mi padre. El haberme constituido en una ferviente buscadora de la verdad me hizo militante de derechos humanos”. El mejor legado En 2011 fueron identificados los restos de Luis Ceccón, hallados en un Cementerio de General Lavalle. “El haberme reecontrado de algún modo con mi papá fue aliviador. Sin dudas en mi cabeza y convencida de que mi papá había sido un gran hombre comencé un trabajo de limpieza de su nombre que había sido muy bastardeado”, expresó Nancy. Hoy, a 41 años del terrorismo de Estado, Nancy brinda charlas en diferentes establecimientos educativos. “Captar la atención de los jóvenes con mi historia es muy gratificante, es sanador porque estamos sembrando la semilla del interés de la verdadera historia”, expresó Nancy y concluyó: “Creo que las ganas de cambiar la realidad, de hacer del amor y del compromiso con el prójimo una constante es el mejor legado que me heredó mi papá”.

 

Como corolario a la semana de la Memoria, LA OPINION dialogó con la hija del detenido desaparecido durante la última Dictadura Militar. “Bajo el lema de ‘no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos’ mi papá llevó adelante su militancia en el barrio Güemes”, contó la entrevistada.


El curso de la historia no sólo crea acontecimientos que construyen un Estado, también crea personas. Y grupos de personas. La historia argentina reciente da cuenta de cómo la última dictadura produjo no sólo miles de desapariciones, sino que conformó un grupo social caracterizado por la ausencia que marcaron en su vida esos desaparecidos. Los hijos de desaparecidos son el producto de una tragedia histórica, son víctimas de una historia que los obligó a buscar la verdad sobre aquello que había sucedido con sus progenitores.

Los Hijos pululan por todos lados, están diseminados a lo largo y ancho del país. Pergamino no es la excepción.

Como corolario de la semana dedicada a la Memoria, en el marco del aniversario número 41 de la última Dictadura cívico militar, LA OPINION cuenta la historia de vida de Nancy Ceccón.

 

Quién era Luis

La familia de Nancy estaba conformada por su mamá, Máxima Franco, su papá Luis Francisco Ceccón que era cabo de la Policía Bonaerense, y sus hermanos Liliana, Marisel y Silvio, siendo ella la más chica de los cuatro. Todos ellos vivieron primeramente en la casa de su abuela pero luego, en 1973, Luis compró un terreno en el barrio Güemes donde construyó su casa.

Recordando  la militancia de su padre, Nancy, manifestó que participaba de un grupo de jóvenes católicos comprometidos con la realidad social de los más desprotegidos, liderados por el padre Marciano Alba, que se llamaba “Emmanuel”, mientras que también sabía de su participación activa en grupos políticos. Además recordó que su casa siempre estaba llena de personas, compañeros de la iglesia y de la política de su padre, y que ella veía, dentro de su hogar, muchos panfletos. “Mi papá era muy cristiano. Bajo el lema de ‘no hay amor más grande que dar la vida por sus amigos’ llevó adelante su militancia en el barrio Güemes donde había mucho por hacer”, contó Nancy.

 

“Montoneros carajo”

Luis era policía y se desempeñaba en la Brigada de Investigaciones de Junín, y de acuerdo con lo recordado por Nancy, era montonero ya que ella misma había aprendido los cánticos de la organización. “Recuerdo que cada vez que cantaba: ‘Montoneros carajo’, mi papá me hacía bajar la voz”, relató Nancy.

La primera desaparición de Luis se dio en 1976, cuando lo llevaron junto al padre Marciano Alba y el padre Galli. El obispo de la diócesis de San Nicolás, Ponce de León, fue quién luchó por la liberación de los tres.

Luego de que fuera dejado en libertad, Ceccón se mudó a una pensión ubicada en calle Luzuriaga. Por esa zona, Luis fue secuestrado una vez más el 16 de mayo de 1978. Desde ese día nadie más supo de él. “Jamás creímos que nunca más volveríamos a verlo. Después de este hecho mi mamá realizó averiguaciones, viajaba a Junín pero nunca pudo tener noticias sobre mi papá”, aseguró Nancy y afirmó que “se estima que a mi papá lo mataron en diciembre de 1978 bajo la modalidad de los vuelos de la muerte”.

Vale destacar que a Luis se lo acusaba de ser espía ya que en vez de detectar o captar aquellos militantes de ideologías contrarias a los militares, los alertaba para que no fueran secuestrados. 

 

Ausencias que destruyen

La desaparición de su padre y las versiones que indicaban que su papá los había abandonado generó en Nancy una contradicción muy grande. No obstante, tras  muchos años de no asumir ser la hija de un desaparecido, “le hice caso a mi corazón, necesitaba saber más de mi papá, despejar las dudas que el mismo sistema perverso de la Dictadura me había provocado y que me hacía repreguntarme todo el tiempo si en verdad mi papá había sido un traidor”.

Luego de muchos años de silencio pero con la firme intuición de que a su padre lo habían secuestrado, Nancy decidió reconstruir su historia. “Tardé bastante en reconocerme como hija de un desaparecido, en reconocerme como la hija de Luis Ceccón, el militante, el montonero, el policía, el luchador, el obrero, el que ha trascendido las fronteras de la historia”, cuenta Nancy al tiempo que afirma que “salí vencedora porque la historia no pudo silenciarme por el contrario tomé una postura de convicciones, de orgullo y de reconocimiento de mi padre. El haberme constituido en una ferviente buscadora de la verdad me hizo militante de derechos humanos”.

 

El mejor legado

En 2011 fueron identificados los restos de Luis Ceccón, hallados en un Cementerio de General Lavalle. “El haberme reecontrado de algún modo con mi papá fue aliviador. Sin dudas en mi cabeza y convencida de que mi papá había sido un gran hombre comencé un trabajo de limpieza de su nombre que había sido muy bastardeado”, expresó Nancy.

 

Hoy, a 41 años del terrorismo de Estado, Nancy brinda charlas en diferentes establecimientos educativos. “Captar la atención de los jóvenes con mi historia es muy gratificante, es sanador porque estamos sembrando la semilla del interés de la verdadera historia”, expresó Nancy y concluyó: “Creo que las ganas de cambiar la realidad, de hacer del amor y del compromiso con el prójimo una constante es el mejor legado que me heredó mi papá”.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO