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Los comercios están a unas nueve cuadras de distancia entre sí. Uno de los blancos es la expendedora Esso de Colón y Pueyrredón y el otro una verdulería situada en la intersección de esta misma avenida y Larrea. En ambos casos robaron la recaudación.
DE LA REDACCION. Otros dos episodios de robo a mano armada a comercios fueron denunciados en las últimas 48 horas, dando continuidad a una ola de inseguridad que viene aquejando a la comunidad pergaminense hace ya varias semanas.
Uno de los comercios damnificados es la estación de servicio Esso de avenida Colón y Pueyrredón, donde uno de los empleados fue desapoderado de la recaudación y el otro es una verdulería ubicada en la intersección de esta misma avenida y Larrea, a nueve cuadras de distancia entre sí.
Estación de servicio
La expendedora de combustibles de la firma Esso fue, una vez más, blanco de un robo a mano armada ocurrido en las últimas horas del miércoles y como en anteriores ocasiones el principal damnificado fue el empleado de playa.
Promediaban las 21:00 del miércoles cuando dos delincuentes que se movilizaba en una moto de 110 cilindradas se dirigieron hasta el sector de expendio y cuando el playero se acercó para atenderlos, uno de ellos le exhibió el arma de fuego, exigiéndole que les entregara la billetera con el dinero en efectivo.
La víctima no opuso resistencia y les dio la recaudación para que los delincuentes se dieran a la fuga.
Tras la retirada, el empleado dio aviso a la Policía y enseguida se hizo presente personal del Comando de Patrullas, que se entrevistaron con la víctima y efectuaron sin éxito un rastrillaje en la zona.
Verdulería
Ese mismo día se registró otro episodio de robo a mano armada en la verdulería de Colón y Larrea. Un solo individuo irrumpió en el local alrededor de las 14:30 y mediante amenazas con un arma de fuego redujo a los dos empleados, un hombre de 72 años y una mujer de 35.
El asaltante se dirigió hasta el sector de la caja registradora y le indicó al hombre que le entregara el dinero de la recaudación.
En el efectivo en su poder, el malviviente escapó a pie por Larrea, en dirección a Monteagudo donde, se presume, lo aguardaba un cómplice.
Según trascendió, el damnificado se negó a radicar la denuncia policial y la Policía inició las actuaciones de oficio dando intervención a la fiscalía en turno.
