Bajo la modalidad delictiva conocida como el “cuento del tío” una mujer le robó a una anciana cerca de un millón de pesos en Junín.
La ladrona se hizo pasar por una sobrina de la víctima y acordó que un amigo suyo pasaría a retirar el dinero por su casa. Sin embargo, para que el conocido se orientara con la dirección, la víctima le explicó que en la puerta de su domicilio había dos efectivos policiales. Sin darse cuenta, facilitó la tarea de la estafadora que en el acto cambió la modalidad y lugar de entrega. Le pidió, para evitar confusiones, que se trasladara a una cuadra del domicilio ubicado en zona céntrica, donde la iban a estar esperando.
De esta manera la octogenaria le llevó al “amigo” de su sobrina, el efectivo que tenía atesorado en su casa.
Pero no fue todo. Arreglaron también que ella se acercaría al banco para retirar sesenta mil dólares.
De esta manera, la mujer se trasladó en un remis a la entidad crediticia ubicada en inmediaciones de Saavedra y Lebensohn y luego de hacerse de los dólares, caminó dos cuadras hasta el lugar donde la estaban esperando. El estafador tomó el dinero y desapareció.
De regreso en su casa la víctima, aún sin haber advertido que había caído en una trampa, llamó a la sobrina y le preguntó si ya le había llegado el dinero. La respuesta no se hizo esperar. “¿Qué dinero?”.
Generalmente las víctimas de los delitos cometidos bajo la modalidad del “cuento del tío”, suelen ser personas mayores, que en medio de una conversación, sin darse cuenta, aportan datos a los delincuentes que van armando sobre la marcha la estrategia para hacerse del dinero de las víctimas.
Así habría ocurrido en esta oportunidad. Aduciendo alguna medida económica que la llevaría a perder sus ahorros y ya convencida y confiada la víctima habría hablado de los dólares que guardaba en una caja de seguridad.