La artista visual María Sylvina Giácoma expone unas 30 obras en las que se combinan la pintura, el collage y las palabras. He utilizado para nombrarlas un lenguaje poético que se conjuga con el discurso de lo efímero que tejen los cuadros, aclaró.
Este viernes, a las 19:00, en el Museo Municipal “Giuníppero-Castellano”, se habilitará la muestra “Universos de lo efímero”, a cargo de María Sylvina Giácoma. La entrada es libre y gratuita
“La muestra se llama Universos de lo efímero, porque en ella interactúan tres universos, el de las mariposas, el de las flores y el de las palabras y los tres participan de lo efímero. Lo efímero capta el tiempo en el fluir imperceptible y en los intervalos de las cosas, los seres, lo existente; es una aceptación del tiempo en cuanto tal; es una conquista del momento presente. Como dice la filósofa Christine Buci-Gluksmsnn, hay un efímero melancólico y un efímero positivo, al que siento como un puente entre la vida y la eternidad. Cada uno de nosotros ha vivido momentos, instantes que nos han afectado y han quedado grabados en nuestro ser. Por lo tanto, siento que lo eterno vive de lo efímero”, explicó a LA OPINION la autora, que expone unas 30 obras en las que se combinan la pintura, el collage y las palabras. “He utilizado para nombrarlas un lenguaje poético que se conjuga con el discurso de lo efímero que tejen los cuadros”, aclaró.
- ¿Cuál es su formación en el arte?
- Soy profesora en Letras, no tengo formación académica en arte. Desde chica, me acompañaron papeles y lápices de colores y la imitaba a mi mamá que había estudiado dibujo en la escuela de Bellas Artes. Cuando me retiré de la tarea docente, me incliné hacia las artes plásticas. Asistí unos años a clases individuales con la licenciada María del Carmen Paterlini (Pancha) y desde hace más de cuatro años voy al taller de la artista María Elena Escolá. Hice cursos y he profundizado sobre Historia del arte y la relación entre lenguaje, arte y filosofía.
- ¿Qué significan para usted las artes plásticas?
- Es un camino nuevo que he iniciado con mucho entusiasmo. En el arte, continúo una búsqueda que viene de tiempo atrás; una búsqueda de la confirmación de que la belleza-la alegría (en el sentido spinoziano de lo que es bueno y activa la potencia vital) puede ocupar el lugar de la tristeza, la desolación, el vacío. Búsqueda guiada por el deseo de ser partícipe activo en la producción de esa belleza-alegría para compartir con otros y contribuir a la celebración de la vida. Pero no una celebración ingenua, si no una profundización, un buceo en esos elementos que he elegido en esta oportunidad, las mariposas, las flores y las palabras para despertar una emoción, una sonrisa en quienes contemplen mis obras.