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A tres días de haber sido confirmado en el cargo por la dirigencia, el “Abuelo” le puso fin a su paso por el club. Tampoco continuará en la Primera local. Aseguró que se va por cuestiones personales. Enrique Cantoni asumió como ayudante.
Las novedades en Douglas Haig no se detienen. Mientras la dirigencia analiza convocar a asamblea para renovar las autoridades del club luego de la renuncia de Carlos Scallia a la presidencia, en las últimas horas la noticia la dio Hugo di Gangi. A menos de tres días de haber sido confirmado en la dirección técnica para dirigir al equipo frente a Lanús por los 32avos de final de la Copa Argentina, que se jugará el lunes 30 en el estadio de Arsenal de Sarandí, el “Abuelo” decidió dar por terminado su ciclo en el rojinegro aduciendo cuestiones personales. En este sentido, Rubén “Negro” Rosello será el director técnico ante el granate y Enrique Horacio “Mono” Cantoni asumió como su ayudante de campo.
Los motivos del “Abuelo”
En breve diálogo con LA OPINION, ayer por la tarde Di Gangi explicó porqué optó por dejar el cargo y habló sobre un posible apriete de un sector de la barra. “Es una decisión personal la que tomé. Siento que por mi manera de trabajar estoy en un camino distinto al que tiene el club, pensamos diferente, pero no quiero tener problemas con ningún dirigente y por eso decido irme”, fueron las primeras declaraciones del “Abuelo”.
Asimismo también señaló que “la verdad que en este último tiempo dejé de disfrutar y no me gusta estar así. Tengo una familia, no puedo estar en un lugar en donde no me gusta cómo se hacen las cosas. Fui a dar una mano y estoy agradecido por la oportunidad que me dieron, quizás si esto me hubiese llegado hace diez años atrás hubiese analizado mejor irme”.
Al ser consultado sobre si un tercero ejerció presión en su decisión, Di Gangi admitió que existió ese encuentro pero contó: “Se dice que me voy del club porque la barra me apretó, pero nada que ver. Fueron tres chicos que me hablaron con el mayor de los respetos, me dijeron que me respetan y que me consideran un buen tipo, pero me dijeron que no me querían en el club y me recordaron mi paso por Juventud. Además me dijeron que lo querían a Mauricio (Levato) porque él les había dado muchas alegrías. También me dijeron que yo no necesitaba estar en el club. La verdad que no me sentí apretado. Los chicos me vinieron a hablar bien y les expliqué que yo soy técnico del club que dirijo, no soy hincha de una camiseta”.
Por último manifestó: “Agradezco a los directivos por haber confiado en mí, no tengo nada que decir de ellos, me encontré con gente que tiene muchas ganas de trabajar, pero lamentablemente hay que dedicarle más tiempo al club”.
