Ana Sagretti editó su libro de poesías y relatos “Armando la Vida”

La autora enhebra los lazos de familias materna y paterna, atravesadas por las guerras; reparando el camino que va desde el desarraigo al reencuentro. “Deseo que quede plasmada la historia de mi familia, inmigrantes italianos; rescatar lo más valioso de las personas: la resiliencia, el trabajo, la educación y el amor", escribió la poeta y escritora.

Ana Sagretti, poeta y escritora de nuestro medio, acaba de editar su libro “Armando la vida” (Graficar). En 151 páginas conduce con su mano de niña a desandar el camino por sus propios recuerdos y los relatos de los protagonistas, mediante entrevistas que ella misma construyó a través de sus vivencias, transformando en positivo los dolores del pasado, con alegría del presente superador.

“Quise en este libro revivir mi infancia, que como un viento que empuja al pasado, hace volar las partículas de lo que somos, pero con la curiosidad e insistencia nos armamos a nosotros mismos en los fragmentos, encontramos los nombres y a través de las palabras plasmamos la historia. Relatos que rodearon mi infancia, de felicidad inexplicable, libre de todo”, contó la autora en contacto con LA OPINION.

“Los nombres son de mi familia, de mi historia. Particularmente soy interesada en conocer historias, culturas y diversidad de costumbres. Deseo que en este libro se vislumbren las raíces, la esencia de la consanguinidad, porque para saber quiénes somos debemos conocer nuestra ascendencia. Y para los descendientes, que valoren la resiliencia, apreciar la vida que es bella, que todo se consigue con trabajo, esfuerzo y dignidad. Y ser siempre agradecidos. En las historias de inmigrantes hay muchos, de otras colectividades, que vivenciaron historias similares”, refirió.

-¿Cómo le surgió el deseo de escribir?

-Siempre me gustó escribir. Yo soy de las letras, me agrada encontrar las palabras, esa que plasma mi pensamiento, mi sentimiento. Es un juego combinarlas, me agrada usar las que generan buenas ondas, positivas, las que nos alientan, nos empujan, nos divierten, nos despiertan la conciencia.

Elegí la educación, me dediqué 26 años a la enseñanza pre-escolar y primaria. Mi padre era italiano y mi madre hija de italianos. Aprendí el idioma en la Dante Alighieri. El libro se llama “Armando la vida”, y en el transcurso de la escritura fallecieron mi madre María y mi tía Pepa, quienes me relataban y respondían mis entrevistas.

-¿Es determinante leer a la hora de escribir? ¿Qué lecturas o autores la marcaron?

-Sí, es muy importante la lectura. En el colegio secundario conocí a Benedetti, Borges, Cortázar, Casares, y luego leí a Amado Nervo, Eduardo Galeano, entre otros. La curiosidad me permite adentrarme a las historias de las personas, conocerlas y escucharlas es atrapante, enriquecedora. Mis escrituras se basan en relatos reales, la lectura acompaña a engrandecer nuestro vocabulario para expresarnos y llegar a la sensibilidad del lector. También son inspiradoras la música y hay letras que te invitan, que en el libro cito algunos párrafos de diferentes autores.

Sin dudas me marcaron las lecturas del destierro, las distancias, las historias de amor en todas sus expresiones.

En este camino de la vida una aprende constantemente, es necesario ser grandes observadores, atentos a los sentires, y a la escucha de las personas. Creo que para mí es fundamental escribir nutridos de las experiencias cotidianas, del día a día, las propias y de la sociedad.

Incursioné en gastronomía y alta vocina obteniendo el título en la Universidad Latinoamericana (Ucel). También en fotografía, permitiéndome el contacto con personas y sentirme siempre educando.

Cada disciplina enriquece y sumada a la tecnología hace un bagaje que a la hora de escribir es muy importante.

Los viajes me han permitido ampliar mi mente, tener distintas perspectivas, además del disfrute y conocimiento de la diversidad de culturas. Y experimentarlo es fascinante.

-¿Cómo la afecta la crisis de la pandemia?

-Traté de optimizar al máximo el tiempo, que siempre pensé que es lo más importante, distribuirlo y utilizarlo en todo lo que me agrada. Pude acompañar a mi madre en su vejez, mientras me dediqué a la escritura y fotografías. Juntas viajamos hacia adentro y atrás; fue maravilloso, hasta que decidió partir. Y gracias a esas historias y fotografías mi mundo está colmado de bellos recuerdos.

Sobre la autora

La poeta y escritora Ana Sagretti es nacida el 26 de septiembre de 1960 en la localidad de Pergamino, donde reside actualmente.

Participó en varias antologías nacionales e internacionales y de ronda de lecturas.

Creó talleres literarios en las escuelas que desempeñó su trabajo de docente. Participó en el Centro Marchigiano en relatos de las historias de inmigrantes, también en relatos junto con fotografías.

Incursionar en la escritura le permitió sintetizar todos los conocimientos adquiridos, los académicos y los que aprendemos en la vida porque cree que es lo que más aporta. Piensa que cada persona debería escribir su historia o relatos de su vida, porque cada uno proporciona algo particular. Cita un párrafo de Eduardo Galeano: “Yo creo que fuimos nacidos hijos de los días porque cada día tiene una historia y nosotros somos las historias que vivimos…”

Ana plantó árboles. Tuvo dos hijas: Georgina y Julieta. Amante del planeta, de los viajes, la gastronomía, la vida al aire libre, el mar, la familia, los amigos. Siempre dispuesta a un brindis y a la realización de los sueños.