Hernán Lira expone sus juguetes en Estados Unidos

El artesano de nuestro medio participa con la serie Juguetes con Oficio en la exposición Curious Contraptions en el Museo Interactivo de Ciencias Exploratorium en San Francisco. “Dos de las piezas de mis trabajos fueron adquiridas por el museo para su colección”, contó a LA OPINION.

Hernán Lira, artesano en juguetes de Pergamino, se encuentra exponiendo sus autómatas en la exposición Curious Contraptions en el Museo Interactivo de Ciencias Exploratorium en San Francisco, California, Estados Unidos. 

En contacto con LA OPINION Lira contó que está participando desde hace tres semanas: “Es una muestra anual que reúne a diferentes artistas constructores de autómatas y la colección del Cabaret Mechanical de Londres. Mi participación se dio a través de la directora de programas de Educación del Museo, Meg Escude, que conoció mi trabajo años atrás en Río de Janeiro”.

- ¿En qué consiste su participación? ¿Qué estás presentando?

- Mi participación consiste en exponer parte de la serie Juguetes con Oficio y trabajar ciertos días frente al público. Dos de las piezas de mis trabajos fueron adquiridas por el museo para su colección de autómatas y formarán parte de las futuras muestras de Curious Contraptions. También ofrecí varios talleres, al personal del museo y acompañando la actividad educativa que este departamento tiene como extensión en diferentes barrios de San Francisco trabajando con niños y adolescentes. 

Otra de las actividades fue el intercambio de experiencias de trabajo con el Tinkering Studio, grupo de artistas que diseñan artilugios, programas y actividades recreativas y de experimentación con el público. Con ellos trabajé en el desarrollo de diferentes dispositivos mecánicos y sonoros que serán parte de una futura muestra. 

Este viaje, como todos los que he hecho este año, ha sido de gran aprendizaje. La exposición Curious Contraptions reúne a todos los artistas que admiro y estar compartiendo un mismo espacio es un orgullo y un compromiso a seguir desarrollando mi trabajo. 

- Viene mostrando tu arte por distintos puntos del país, ¿cuántas experiencias tuvo en el exterior?

- Este es el último compromiso de un año con muchos kilómetros recorridos. Afuera del país estuve dos veces en Ecuador (Quito y Cuenca), Israel (Jerusalén, Gedera y Tel Aviv) y San Francisco, Estados Unidos. Por la Argentina estuve todo el año yendo y viniendo por muchos pueblos como siempre. 

- ¿Qué proyectos tienes para el año venidero?

- Ahora se viene un tiempo de estar en casa con la familia, pensar en todo lo vivido y tratar de capitalizar tanto aprendizaje. 

Sobre Hernán Lira

Lira se inició como artesano del juguete fabricando títeres. “Esto es una cuestión de trabajo, de equivocarse y experimentar -aseguraba en una entrevista-. Además uno no inventa nada sino que uno es a partir de lo que ve, de lo que otros hicieron. Es una consecuencia de cosas que uno ha visto y que otros han pensado. Hay mucha influencia de tipos como Alexander Calder (escultor norteamericano), Antonio Berni, Torres García, Alfredo Zitarrosa, González Tuñón, es decir no solo gente que ha hecho cosas en el terreno de las artes plásticas, sino en el terreno de la música, la poesía, como que hay toda una poética que ronda lo que yo vengo haciendo desde hace un tiempo”.

A los 18 años descubrió el mundo de los títeres y comenzó a fabricarlos y a jugar con ellos en las funciones que armaba.

En el camino siguió experimentando con los materiales, las técnicas de manipulación, los mecanismos.

Las marionetas lo fueron acercando a los juguetes y a este oficio del que vive económicamente y lo hace vivir bien espiritualmente. Le da sustento.

En la búsqueda de elementos para construirlos, hurgando en ese hacer, llega a la madera y en ella encuentra una materia prima que por su austeridad, su calidez y su nobleza, adopta. 

A esta la acompañan los alambres, retacitos de cuero, y el arte y el oficio de sus manos.

En estos tiempos de tanta acelerada tecnología, él crea sus obras antidigitales y le gusta pensar que son una buena manera de resistencia.

“La tecnología avanza a pasos de gigante, tanto que nunca llega a estar al alcance de todos. Mis juguetes son la contracara, una vuelta atrás, al juego simple con dos pedacitos de madera y tres alambres. Es una propuesta distinta, la otra cara de la moneda de tanto juego virtual”. 

Minucioso, y entregado con pasión a los tiempos que cada obra le pide, va madurando esa primera idea que primero es un boceto en papel, luego una pregunta ante la resolución del mecanismo imaginado. Así cada una va cobrando su perfil, va creciendo, definiéndose y mutando en el proceso.