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La artista plástica y cantante nacida en la ciudad de Buenos Aires junto al guitarrista Arturo Zeballos, harán un homenaje a la escritora Edna Pozzi con obras instrumentales y canciones de don Atahualpa Yupanqui.
DE LA REDACCION. Este jueves, a las 20:00, será el cierre de la excelente muestra de Mónica Younis titulada “El color del silencio” que se habilitó el sábado 23 de mayo.
La artista plástica y cantante nacida en la Ciudad de Buenos Aires, agradece a las autoridades de la Dirección del Museo y Archivo Histórico a la Dirección Municipal de Cultura y a la comunidad de nuestra ciudad “por la buena respuesta del público y la notable organización”.
Younis y los organizadores han convocado también al guitarrista pergaminense Arturo Zeballos, para que juntos realicen un pequeño homenaje a la escritora Edna Pozzi con obras instrumentales y canciones de don Atahualpa Yupanqui.
Seguramente será una velada de alta sensibilidad que dejará gratos recuerdos a los presentes.
Se expondrá, además, como integración a esta muestra el retrato de Atahualpa Yupanqui del pintor local Oscar W. Pereyra.
En primera persona
“Las exposiciones de artes plásticas, suelen mostrar a los visitantes las expresiones del artista, sus motivaciones, sus encuentros y perspectivas”, explicó Younis.
“Tradicionalmente, desprendido de los eventos de esta naturaleza en el pasado francés al día de la apertura de una exposición se la llama etrenne, galerie o vernissage.es un momento de agasajo y de brindis que estaba destinado a grupos selectos. Luego de la misma el artista difícilmente visitaba los salones de la muestra y el público que concurría solo se relacionaba con la obra o con el guía de la galería o museo.
“En la actualidad muchos pintores sostenemos que al exponer nuestro trabajo estamos proponiendo un espacio de comunicación más interactivo con la comunidad que nos recibe y nos interesa estar a disposición de las personas que observan y disfrutan de nuestro trabajo.
“Muchas veces las conversaciones con los visitantes, se convierten en nuevos estímulos que alimentan un nuevo destino creativo, porque la sensibilidad se comparte y de ese modo se cumple el principal objetivo.
“En mi caso particular imaginé para esta ocasión un evento artístico más completo, sumando a las imágenes la música, que en muchos casos ha sido fuente de inspiración en muchos de los momentos que las escenas ilustran. Una reunión con la gente donde las escenas y las canciones lleven a esa sensibilidad del espectador un paso más allá, hacia la profundidad del acto creativo. “También es generar un ámbito propicio para hacer público el agradecimiento y que las personas de la comunidad participen de la donación de las obras que quedarán en sus espacios culturales para las generaciones futuras”, concluyó Younis.
