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Un domingo 8 de enero de 1984 quedaba habilitada oficialmente la Isla del Parque Municipal “General de San Martín”, con un multitudinario evento que reunía a más de tres mil personas, en su mayoría chicos que junto a sus padres querían conocer el nuevo espacio dentro del pulmón verde más grande de Pergamino en el casco urbano.
LA OPINION reflejaba en su edición del día siguiente bajo el titulo “Más de 3.000 personas en ‘el asalto a la isla’ en el Parque”, la mega fiesta que se llevaba adelante en aquél caluroso verano.
“Ataque Pirata”
Decía LA OPINION el 8 de enero de 1984: La consagración de "La isla de los niños", acaecida en la tarde de ayer, en el Parque Municipal “General San Martin”, configuro una fiesta realmente inolvidable.
Una multitud que superaba las 3.000 personas, se dio cita en el lugar más hermoso, reluciente y acogedor.
A las 19:00, "El Pirata" (una emocionante caracterización de este infatigable pionero de la rivera que es “el marinero” Juan Fernández) inicio el simbólico ataque a la isla, desde un bergantín enjaezado para la ocasión.
La Isla (un sector de 600 metros cuadrados, lleno de añosa vegetación y nuevos juegos infantiles) fue "tomada" y el simpático puente que la une al resto del parque soportó pesos que quienes lo idearon, quizás no pensaban debiera nunca soportar. Enhorabuena.
Multitud de niños alegres, con sus padres y abuelos, fueron rodeando el palco donde, poco después, se procedería a sortear más de 300 juguetes. Previamente a que a cada chico se le había obsequiado una bolsa de golosinas.
Estaban presentes el intendente, doctor Jorge Eduardo Young; la secretaria de Salud, Cultura y Deporte, señora Silvia Ferrero Regis de García; el presidente del Concejo Deliberante, José Safi; todos los miembros de la benemérita Comisión Pro-Apoyo y Sostenimiento del Parque funcionarios y reiteramos, una multitud pocas veces vista que siguió con inocultable simpatía la bendición del padre Mario Pegorín.
Hubo breves palabras a cargo de la señora Ferrero Regis y del señor Pedro Colabella. El "Pirata" leyó la toma de posesión de la Isla ("en nombre de todos los niños") y de inmediato se procedió al tan referido sorteo.
La noche iba cayendo sobre el Parque. El bullicio infantil proseguía con toda animación. Hermosa fiesta y -permítasenos decirlo, sin falsa modestia- hermoso y lindo pueblo este, pergaminense, que todavía es capaz de emocionarse de un sitio ideal y elegido por puro amor al arte y la niñez.
De acuerdo a conceptos vertidos por la Secretaría de Salud Cultura y Deporte, se seguirá en la tónica de usar la isla para hacer teatro infantil, expansión tipo comunitario y sobre todo, se lo enriquecerá cada vez más a este rincón, donde la fantasía se una a la felicidad infantil.
¿Puede pedirse más?
