Cuando el humorista Darío Vittori pasó por Pergamino y habló con LA OPINION

El “capocómico” italiano nacionalizado argentino, visitó nuestra ciudad el 27 de noviembre de 1991 en el marco de la presentación de su obra “Adán perdió la hoja”. El Diario accedió a una entrevista con el actor y productor teatral al término de la función.

El 27 de noviembre de 1991 y por primera vez en su rol como productor teatral, el humorista italiano nacionalizado argentino, Darío Víttori, visitó Pergamino en el marco de la presentación de su obra “Adán perdió la hoja”. Al término de esa función, el “capocómico” dialogó con el Diario en torno a varios temas. En la siguiente nota, LA OPINION refleja la entrevista al humorista: “El sábado pasado estuvo en nuestra ciudad el comediante Darío Víttori con el espectáculo que llevará a la costa, una comedia familiar que concurrió a ver numeroso público local. El actor habló con LA OPINION, una vez finalizada la función. A “esta comedia, ‘Adán perdió la hoja’, yo la hice hace doce años y todavía mantiene vigencia, por su temática que habla de la separación de los matrimonios y el desgaste en las parejas. Es una gran verdad, porque esto sucede en muchas familias y debería dejar de suceder. Por eso Dios nos mandó el Sida. Estuve hace poco en Italia y allá se acabó el adulterio. Nadie se atreve a tocar una mujer que no sea la propia”.

Las ganas de reír

- ¿La gente tiene más ganas de reírse que antes?

- Sí, sobre todo con esta obra que tiene situaciones muy bien planteadas. El elenco está bien armadito. De todas maneras, en este momento, la gente no va al teatro. A partir del 15 de agosto, la gente dejó de ir al teatro. Creo que fue culpa de lo que se puso en escena en el Luna Park, con cinco mil personas de capacidad, que hizo que toda la gente fuera allí y los demás teatros se quedaran mirando.

- ¿No le tiene miedo a la competencia en la costa?

- No, porque yo tengo un sistema con movimiento de equipo que trabaja un día y tiene abierta la boletería seis. Tocamos una plaza y volvemos a la semana. Creo que el sistema es bueno, pero es un gran trabajo, porque hay que trasladar la escenografía corpórea. Por suerte tengo dos nietos míos que me ayudan en todos esos menesteres.

El último “capocómico”

- ¿En qué se basa la profesionalidad do Darío Vittori?

- En el respeto al público, en hacer la comedia mejor que nunca cuando hay menos gente, porque la culpa no la tiene el que vino, sino los que no vinieron. La gente te va conociendo como alguien que respeta al público. Yo salgo al interior con toda mi escenografía, como si estuviera en Buenos Aires.

- ¿Darío Vittori es el último de los llamados “capocómicos”?

- Sí. Han desaparecido la mayoría porque aparecen muchos empresarios que contratan a los actores a porcentaje y no corren ningún nesgo. Los actores no quieren tener problemas y aceptan ese tipo de modalidad.

- ¿Qué es un ‘capocómico’?

- El tipo que pone la plata para hacer el espectáculo y se encarga de absolutamente todo lo que tiene que ver con la promoción, decorado, luces, escenografía, dirección y puesta en escena de la obra.

¿Retorno a la televisión?

- ¿Qué pasa con Víttori y la televisión?

- Me están dando un reposo -“el reposo del guerrero”-, pero en cualquier momento me van a llamar. A mí me vino bien sacar la cara de la televisión por un tiempo y no tengo muchas ganas de volver; he hecho 1.100 comedias y creo que mi misión está cumplida. De todos modos, la gente me lo pide y si me llaman, seis meses lo voy a hacer. No voy a trabajar más los nueve meses del año. Yo tengo 70 “pirulos” y no puedo exigirme mucho.

- En algún momento pensó en retirarse, ¿ya no lo piensa así?

- Eso fue en el 73 por problemas de familia, pero me duró nada más que tres meses. Viví ese tiempo en el campo, pero volví o escena enseguida.

- O sea que hay Darío Víttori para rato.

- Mientras el cuerpo aguante... Lo mejor que me puede pasar es que me sorprenda la guadaña laburando y no esperándola sentado en un sillón.