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La formación liderada por el pergaminense Ricardo Mollo concretó en mayo de 1995 un recital en el Club Juventud para colaborar con los vecinos que habían sido afectados por el fenómeno climático ocurrido el 7 de abril de ese año.
En la edición del martes 16 de mayo de 1995, LA OPINION publicaba la crónica de lo que fue la presentación en el Club Juventud de la banda “Divididos”, integrada por Ricardo Mollo (voz y guitarra), Diego Arnedo (bajo) y Marcelo Araujo (batería).
Muchos jóvenes embanderados con el repertorio de los exSumo, estuvieron allí para dar el apoyo a quienes vinieron a Pergamino desinteresadamente, a beneficio de los inundados y la euforia era protagonista ante cada uno de los temas que vibraron en la voz del pergaminense Ricardo Mollo.
La crónica
“Qué ves”, el tema más promocionado de la banda fue el momento más excitante de la jornada. La canción fue coreada por todos y Mollo reconoce que es una de las que más le gustan, “a pesar” de su explotación radial.
En el centro del público flameaban las clásicas banderas enarbolando el nombre de la banda y se veían muchas caras que habían llegado de otras ciudades a disfrutar de una tarde excepcional en Pergamino.
El resto fue lo esperado: temas de Sumo y de Morrison, entremezclados con los que integran el disco “La era de la boludez” y algunos nuevos que pronto serán grabados en la nueva producción de “Divididos”, con el apoyo incondicional de todos los presentes al show brindando por la banda que sigue el camino del Indio Solari con “Patricio Rey y los Redonditos de Ricota” o, sencillamente, del desaparecido Lucas Prodan. Y cuando hablamos de camino a seguir, no pretendemos comparar a uno con otro grupo, sino hablar del hecho de no concertar con el comercio o “la vidriera” del espectáculo y mostrar lo suyo en estadios a los que concurre una juventud fervorosa y adherente de la música que hacen.
Ahora se preparan para tocar en el Estadio Obras de Buenos Aires, en donde seguramente reafirmarán su solidez como banda de rock nacional, no en vano apodada “La aplanadora”.
No caben dudas que escuchar la versión que “Divididos” hace de “El arriero” de Atahualpa Yupanqui, en la tierra del autor, produce un cierto escozor, más allá de que Pergamino haya tenido más reconocimientos con Yupanqui que el poeta y folklorista con la ciudad. Pero la voz que lo canta es la de Ricardo Mollo, pergaminense también, cuya ruta parece ser muy similar a la de Don Ata, a pesar de que su alejamiento de Pergamino fue por razones mucho más lamentables y que su música brilla en el entorno del rock vernáculo, que pronto será también folklore y del mejor.
La tierra de Don Ata
Muchos discutirán la versión del tema de Yupanqui, como discutieron el Himno Nacional Argentino de Charly García, o aquella “Marcha de San Lorenzo” que, a principios de los 70, se animó a cantar Billy Bond con “La Pesada”, pero no caben dudas que el registro de este tema quedará en el archivo de lo más importante de la música argentina.
El otro punto a destacar fue la riqueza emotiva que demostró Ricardo Mollo al retornar a su ciudad, voluntariamente, y a total beneficio de los damnificados por la inundación, con un recital en el que no escatimó la fuerza propia de la banda y en el que sus seguidores pudieron encontrarse con uno de los grupos que, sin dudas, es necesario ver en vivo, ya que pertenecen a esa legión de los que saben “transpirar” el escenario.
“Divididos” pasó por Pergamino y lamentablemente las casi mil personas que asistieron al recital no colmaron de satisfacción a los organizadores, pero hay que tener en cuenta que es una banda que hasta el momento tiene la mayor parte de sus seguidores en el Gran Buenos Aires. Esta, además, de a poco, se va “metiendo” en el ambiente nacional con algún que otro éxito que no hace a lo mejor del repertorio de quienes solo aceptaron estar una que otra vez en televisión y en programas elegidos, como los de Mario Pergolini, un gran amigo de los cultores del gran rock nacional.
Una verdadera “aplanadora”
Fue una verdadera “aplanadora” que tocó durante dos horas en el estadio del Club Juventud y entre bambalinas parecía estar Luca con toda su polenta y la fuerza de su decir. Mollo lo sabe y “Divididos” es la continuidad más fiel de ese “tano” que no supo decirle sí a la vida, pero que en su corta existencia labró una leyenda que mucho tiene que ver con la música nacional.
