Cuando LA OPINION publicaba la entrevista a Basilio José Mazor

Durante el encuentro periodístico con Daniel Van der Beken, se obtenía el rostro -18 años después- del pergaminense que había secuestrado un avión en Cuba. Hablaba con el Diario sobre su presente, la conformación de su familia, las ganas de volver a Argentina indultado. También expresaba su arrepentimiento por lo sucedido.

En 1991, a través periodista rojense Daniel Van der Beken, LA OPINION tuvo la posibilidad de volcar en sus páginas el testimonio de Basilio José Mazor, el pergaminense que el 4 de julio de 1973 secuestró un avión de Aerolíneas Argentinas, desviándolo hacia la isla gobernada por Fidel Castro.

Van der Beken lo indagaba sobre diversos aspectos de su vida, sus recuerdos y lo que pensaba del futuro.

A continuación se reproduce parte de la entrevista.

LA OPINION, 14 de julio 1991

-¿Qué hizo todo este tiempo en Cuba?

No digo lo que he hecho sino lo que me dejaron hacer. Actué como entrenador de fútbol, trabajando durante 13 años con niños. Al principio no fue nada fácil ya que ellos no aceptaban a aquellos que llegaron desde otros lugares a imponer sus ideas.

-¿Con quién vivió? ¿Cómo es su familia?

-En el año 78 fui detenido y me ubicaron en la zona de Pinar del Rio. Posteriormente cuando concluyó un festival internacional en Cuba me reingresaron a la ciudad de La Habana. Poco tiempo después el Estado cubano me regaló una casa, me dieron la libreta de abastecimiento tanto de comida como de ropa. En medio de esa circunstancia me casé. Tengo una niña que en estos momentos tiene 9 años. Luego me divorcié de mi esposa, me volví a casar y tengo otra hija de tres años.

-En las últimas horas mantuvo intensas reuniones con elementos representativos de la diplomacia de este gobierno ¿Qué es lo que está buscando?

-Estoy informado de los indultos en la Argentina. Conozco que la causa de la piratería aérea de la cual estoy acusado (robo, extorsión, posesión ilegal de armas) fue sobreseída.

-En el incidente del avión ¿Existió algún herido tal vez algún muerto?

-No, al contrario. Intenté por todos los medios que nunca hubiera ningún herido. Es más en caso de haber existido que ese fuera yo. Cuando bajé las mujeres, niños y padres o esposos de las mujeres, siempre traté de pensar dentro de un punto de vista humano. Consideraba que nadie tenía por qué pagar la culpa por la locura, por la mala acción mía.

-Usted por su forma de ser debe ser un tipo de aquellos que ama la libertad.

-Tengo el firme convencimiento en la vida que la injusticia sea de donde fuere, hay que enfrentarla pero de algo estoy seguro: no de la manera en que yo lo hice.

-¿Le tiene miedo a su futuro?

-Claro que sí. Lo veo como una película en blanco y negro. No le veo salida. Digo esto porque, por ejemplo, de ir a la Argentina me podría esperar la cárcel. A la edad que tengo, y sin cometer un crimen pero sí un delito, considero que podría darse, en algún momento, el ser perdonado.

¿Tuvo contacto con su hijo de Pergamino en alguna oportunidad?

-Estuve incomunicado con mi familia casi 18 años. Telefónicamente pude hablar en este último año para informarle a los míos que estaba vivo y me encontraba bien de salud. Inicialmente a mi hijo lo enviaron a un orfelinato. Su madre, mi exmujer había desaparecido. Al no estar el padre ni la madre el joven estaba a cargo de juez de menores en Córdoba. Me comuniqué con mi hijo a través de una llamada telefónica pero después no lo pude volver a hacer. Tengo entendido que comenzó con una campaña para reagrupar a la familia Mazor. Me enteré de que está casado y soy abuelo.

-¿Qué le diría a su hijo en este momento?

-Perdón.

-¿Cómo está su familia con usted por el delito que cometió?

-La primera reacción fue de mi hermano que me dijo manchaste el apellido, fue algo que ellos no entendieron y yo tampoco.

-¿Qué les manifestaría a sus hermanos?

-Que somos seres humanos y hay quienes cometemos errores que luego aparecen como una carga o desgracia para la familia. A mi hermano no le puedo pedir perdón dicen que para eso está Dios. Le pido comprensión.

-¿Cuáles son las condiciones que tienen que darse para su vuelta a Pergamino?

-Me gustaría regresar siendo indultado o perdonado antes. No es una decisión fácil salir de Cuba hacia Argentina sin conocer mi situación. Mi objetivo es tratar de vivir fuera de Argentina, intentando hacer una vida prolija. De esta manera podría viajar de visita, cuando se dieran las condiciones enunciadas, a mi tierra de origen. Así entiéndase no causaría ningún tipo de daño a nadie. Visitaría mi familia en Pergamino, llevaría a mis hijas cubanas, todos estaríamos unidos y nadie sufriría. Quiero solucionar el problema que tengo. No quiero volver a ser noticia.

-¿Alguna vez se arrepintió de todo lo que hizo?

-A los tres minutos de estar arriba del avión ya estaba totalmente arrepentido de lo que estaba haciendo. Solo pretendía llamar la atención sin lastimar a nadie. Si hubiese utilizado mi arma en el avión no quedaba ni el loro. Como persona cometí un error.

-Según su óptica ¿Cómo ve su futuro?

-Ojala que el final de mi vida no sea trágico. Me gustaría poder vivir con mis hijas y visitar Argentina por eso insisto tanto en el perdón de los argentinos.

-¿Cuál es su ideología política hoy?

-Me consideraba hasta cierto punto peronista. Mi ideología en estos momentos es poder vivir en paz.

-Usted da la imagen de ser un hombre triste ¿Llora?

-Claro que sí. Hay veces que cuando te sentás frente a un espejo, ves que tenés 42 años y que durante todo este tiempo no hiciste nada para vos, tenés que llorar. No te desarrollaste, no estudiaste, no sos estable con tu familia, ni en un país ni en otro. Siempre estás parado en el medio del agua, esperando que alguien te quite la balsa y que te hundas.

-¿Usted cree que su madre, antes de morir, lo perdonó por lo que hizo?

-Creo que mi vieja me perdonó desde cuando estaba con vida ya que fue la única que me envió una carta en la que me decía que se había enterado que estaba vivo.

-¿De qué vive usted hoy?

-De la desesperación. Hace dos años que no me dan trabajo. Estoy sin hacer nada. Lo último que hice fue entrenador de fútbol. Vivimos con el dinero que gana mi mujer que dicta clases de educación física.