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Cuando Progresista Guerrico gritó campeón en el torneo de fútbol local luego de medio siglo


 Las pginas que reflejaron la conquista de Progresista Guerrico en la edición del martes 12 de octubre de 1999 (ARCHIVO LA OPINION)

'' Las páginas que reflejaron la conquista de Progresista Guerrico en la edición del martes 12 de octubre de 1999. (ARCHIVO LA OPINION)

El 11 de octubre de 1999 el albirrojo se quedó con el torneo de fútbol local luego de 50 años. El equipo de Daniel García venció en esa jornada a Racing 1 a 0 y se adueñó del título de la Liga de Pergamino. Pocos días después de haberse cumplido dos décadas de este logro LA OPINION repasa la crónica de la conquista.


En la tarde del lunes 11 de octubre de 1999, Progresista Guerrico se coronó campeón del torneo de fútbol local luego de 50 años. El rival fue Racing Club y el empate le alcanzaba al equipo de Guerrico para quedarse con el título. El plantel conducido técnicamente por Daniel García finalmente ganó 1 a 0 en su cancha con gol de Luciano Córdoba y festejó el título. Ese día la formación de Progresista Guerrico fue la siguiente: Lucas Borro; Marcos Borro, Biazzotti, Barcelona; Gutiérrez, Villarreal, Aldo Molinari, Falchoni y Córdoba; Simo y Gallone. Días pasados se cumplieron 20 años de este logro y a continuación transcribimos la crónica que LA OPINION publicó con el título “Guerrico campeón”.

LA OPINION, 12 de octubre de 1999

Progresista Guerrico demostró una vez más que, en todos los órdenes de la vida, el trabajo es la única verdad. En diversas oportunidades los albirrojos apostaron a figuras de otros lares, pero que en su gran mayoría, solo se encontraban una o dos veces a la semana o en algunos casos, únicamente el domingo. En su regreso a la actividad oficial, los regionales comprendieron que debían adaptarse a la época y buscar un alto nivel de competencia sin importar los nombres. Así fueron protagonistas en las últimas temporadas, como un anticipo de lo que podrían alcanzar si mantenían esa línea de trabajo.

Acertaron al elegir el cuerpo técnico y éste, a los jugadores. Se priorizó la entrega, los deseos de llegar sin importar el esfuerzo. Esa pretemporada en pleno verano no fue fácil, pero sirvió para modelar al campeón. Muy pronto se notó que en ese grupo humano había una base que podía soportar cualquier estructura por más pesada que fuera.

Los resultados que se lograron al comienzo del campeonato, nos colocaban frente a un equipo que mostraba un fútbol simple, pero realmente muy eficaz. Diríamos, un fútbol actualizado, moderno, sin grandes luces, pero altamente positivo. La velocidad en los desplazamientos fue un sello de calidad. Dos toques y a pisar el área contraria. Y ese rendimiento se mantuvo a lo largo de los 90 minutos, que es lo más importante.

Los muchachos de Daniel García escribieron una página de gloria para los guerriquenses, algo que desde hace medio siglo estaban aguardando. Centenares de vecinos del pueblo solo supieron que esa divisa había sido dueña de muchos éxitos, como aquellos alcanzados a fines de la década del cuarenta. Hoy, en cambio, ellos fueron los protagonistas, los que aplaudieron a rabiar y enronquecieron gritando el nombre de su querido Progresista, ese que a lo largo de tantos años apuntalaron los Llop, Bártoli, Berardi, Meiriño y tantos otros. Abuelos y nietos han tenido la suerte de ver a Progresista Guerrico campeón y juntos abrazándose para festejar el título.

Creemos que Progresista Guerrico partió de una base muy sólida en defensa, que tuvo en Lucas Borro a su principal figura. No hubo fisuras. Trabajando sobre una línea de tres en el fondo y cinco volantes para asociarse a los dos puntas que fueron punzantes a lo largo de todo el campeonato. Simo y Gallone resultaron ser sinónimos de gol. Si a ellos se les cerraban los caminos hacia la red, ahí aparecían los Villarreal, Córdoba, Gutiérrez o el que tuviera en sus pies la posibilidad de concretar. Falchoni, Biazzotti, Aldo Molinari, un poco el símbolo del equipo, Galli, Barcelona, Marcos Borro, Herrera y todos los que entraron alguna vez, aportaron lo suyo.

Dos victorias que no se discuten

Frente al muy buen equipo de Racing, el nuevo campeón logró dos victorias que no merecen reparo y que fueron en parte fiel reflejo de este Progresista Guerrico que golpea por sorpresa. En Pergamino, los albirrojos dieron vuelta un marcador adverso y terminaron ganando por 3 a 1. Ello le permitía especular con un punto, es decir, empatando eran campeones.

Pero en la tarde de ayer Progresista Guerrico no buscó a asegurarse el título, sino que salió con el mismo esquema de siempre, tres en el fondo, cuatro volantes para el ida y vuelta, más el enganche o media punta, que fue el “Coloradito” Córdoba, autor del único tanto, el de la victoria, de un gran trabajo, poniendo todo su talento en el campo de juego. Y aquí viene lo que comentamos: no bastó a lo largo de todo el campeonato con marcarle a los goleadores; siempre apareció alguien para concretar; ayer fue Córdoba.

Progresista Guerrico tuvo su premio muy pronto; solo habían transcurrido 19 minutos cuando la magia de Córdoba, tras una buena asistencia de Simo, se hizo presente para acariciar la pelota y tras elegir el lugar donde colocarla, la mandó a dormir junto a la red bohemia. Ese fue el principio del fin, Racing se sintió tocado en lo más profundo, los nervios propios en jugadores muy jóvenes, hicieron el resto. Sabían ellos que para aspirar a los penales debían concretar dos goles más y como estaba planteado el partido, no sería nada fácil. De todos modos, cuando la media hora había quedado atrás, una mano de Molinari dentro del área, fue sancionada. Penal que les daba a los muchachos de la dupla Albuerne-Cardozo la posibilidad de empatar y salir a pelear mano a mano la victoria. Pero una vez más apareció la inmensa figura de Lucas Borro para quitarles a los tricolores toda chance. Si antes de esta acción los juveniles equipistas visitantes estaban bastante nerviosos, ni qué decir de aquí en más. Fueron dos impactos muy fuertes de los que no pudieron recuperarse.

En esos 45 minutos Progresista Guerrico bien pudo retirarse a los vestuarios con uno o dos tantos más. Villarreal, Córdoba y algún otro compañero, tuvieron opciones de gol que no fueron materializadas. En general, en el primer tiempo no hubo fútbol de alto vuelo, pero si una entrega total, con superpoblación en la zona media.

La etapa complementaria poco dejaría para el comentario. Progresista Guerrico con la tranquilidad de la ventaja lograda en el inicio, conscientes sus jugadores que tenían al rival controlado, fue haciendo pasar los minutos ante la desesperación de los racinguistas, que hicieron ingresar desde el vamos al “Chino” Benítez en lugar de Reynoso. Es decir un punta por un volante de contención tratando de lograr mayor fuerza ofensiva, máxime que Asís se vio muy tapado, sin lugar libre para transitar y otro tanto sucedía con Alvarez, que además arrastraba una lesión que sufrió en la práctica del sábado. Los cambios de hombres continuaron pero nada se modificaría.

El maleficio de medio siglo estaba terminando para Progresista Guerrico y llegaba la hora de los festejos. Pitazo final de Antonio Hardach y la locura tanto tiempo contenida. Los jugadores y el cuerpo técnico fueron tomados “por asalto” por los hinchas que con lágrimas en los ojos, no terminaban de darle gracias a Dios por este hermoso regalo de fin de siglo. En la cancha aparecieron decenas y decenas de camisetas rojas y blancas que habían sido adquiridas por los “fanas” para estar a tono con el espectáculo. La tarde se había teñido de rojo y blanco.

Dirigentes de antes y de hoy estaban al borde del infarto. “Tito” Berardi, el que tantas veces había pedido a Dios que le permitiera vivir hasta ver a su querido Progresista Guerrico campeón; Juan José Meiriño, antes jugador, hoy presidente; Héctor Bártoli, delegado ante la Liga de Fútbol e hijo de un notable dirigente como fue su padre, Domingo Juan José Bártoli y muchos más, en alocada carrera junto a los jugadores en el momento tan trascendental como lo es la vuelta olímpica. Tal vez lo más hermoso que tiene el fútbol, algo por el que todos suspiran y que solo uno logra dar.

Las primeras sombras de la noche parecían demorar su llegada para no restarle brillo a semejante festejo, que continuó en la sede social, en las calles del pueblo, cerrando con una cena preñada de emociones y abrazos interminables. Sin dudas Progresista Guerrico fue el campeón; el Racing Club el digno vencido en la final del Extra, pero quien ganó y por amplio margen fue el fútbol. Esto que vivimos ayer en el “Carlos P. Trincavelli” seguro que será el hermoso prólogo para el nuevo torneo, el primero de 2000.


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