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Los actores eran declarados “Hijos distinguidos” por el Concejo Deliberante, recibían un reconocimiento en la Escuela Nº 4 -a la que ambos concurrían en su infancia- y una gran cena de honor. Compartimos la crónica publicada el martes 19 de septiembre de 1995.
En tres ediciones, en septiembre de 1995 (domingo 17, martes 19 y miércoles 20), LA OPINION registraba el homenaje a Tristán Díaz Ocampo y Juan Carlos Puppo.
Los actores eran declarados “Hijos distinguidos” por el Concejo Deliberante, recibían un reconocimiento en la Escuela Nº 4 -a la que ambos concurrían en su infancia- y una gran cena de honor.
Los actos, organizados por una comisión de homenaje encabezada por Carmen Pavisich, Rosa Tulio, Fernando Escobar, Julio Gutiérrez, Hugo Ramallo, Omar Re, Eugenio Giuníppero y Jorge Sharry, comenzaban en la Escuela Nº 4, continuaban en la sede del Concejo Deliberante, en una sesión especial, culminando con una cena agasajo con números artísticos en el Centro Basko “Lagún Onak”.
La crónica
“Con un marco emotivo e inolvidable fueron agasajados Puppo y Tristán en la Escuela 4”, titulaba LA OPINION la crónica publicada el martes 19 de septiembre de 1995. Es la siguiente:
Con un marco magnífico y una organización perfecta comenzaron los actos de agasajo a los “Hijos distinguidos” de Pergamino, Juan Carlos Puppo y Tristán Díaz Ocampo, en la Escuela Nº 4.
Bajo la atenta conducción de Analía Spinelli, directora del establecimiento, fue protagonista la emoción, sobre todo en los dos actores que se reencontraron con sus sueños y su niñez, sus compañeros de la escuela primaria, la maestra de aquella época y hasta la portera que sonreía ante las travesuras de Tristán, cuando éste cursaba sus estudios en la escuela de calle España.
A las 16:00 llegaron a la Escuela, los actores Tristán Díaz Ocampo y Juan Carlos Puppo y mucho les costó ingresar a ella, ya que los vecinos del barrio Acevedo que los conocen desde niños los esperaban en la puerta para abrazarlos y saludarlos.
Un saludo a los niños
Tras ello, recorrieron las aulas, donde los niños pidieron autógrafos y saludaron a los artistas que, en todos los casos, se mostraron emocionados y dispuestos a dar un buen consejo. Como les dijo Tristán a los gritos: “¡Estudien, estudien, ustedes se lo merecen!”.
Después, Puppo y Tristán subieron al escenario en donde se había improvisado un aula escolar y dos alumnos le hicieron una serie de preguntas relacionadas con anécdotas de su niñez en el barrio. Nombres, viejos amores y travesuras resurgieron espontáneamente, hasta que la emoción no pudo más y las lágrimas se vieron en los ojos de quienes retornaban a su vieja escuela acompañados por una versión del tango de Gardel y Le Pera: “Volver” que inundaba el amplio salón desde los parlantes.
Contestaron todas las preguntas y agradecieron profundamente a las maestras que los ayudaron a crecer, pero ya no se podía evitar el instante emotivo y, sobre el final, tanto a Puppo como a Tristán se les entrecortó la voz, entre aplausos de los alumnos de la escuela y los vecinos del barrio Acevedo que no dejaron un espacio libre en el establecimiento del sector.
Cuando ya todo parecía finalizar, aparecieron desde el fondo de la sala todos los compañeros del aula de la promoción 1948, junto a la portera de esa época, que contó con mucha gracia cuando Tristán le hacía morisquetas a sus espaldas. También la maestra Elsa les agradeció por todo lo que hacen permanentemente por Pergamino y por lo que hicieron a raíz de la inundación del pasado 7 de abril.
Fue en ese preciso instante en que Juan Carlos Puppo tomó el micrófono y dijo que todo lo que se hizo para la inundación desde Buenos Aires, se lo debemos a Tristán “que trabajó muchísimo, más allá de los inconvenientes que se le presentaron”.
Tristán relató que se había enterado de la inundación estando en Uruguay y de inmediato vino a Pergamino, agradeciendo la posibilidad que le dio el productor Roberto Fontana en América TV para hacer el programa solidario a beneficio de los afectados por la catástrofe. Destacando también la colaboración de los canales 4 y 2 de Pergamino.
Organización perfecta
Tras ello, la Agrupación “Martín Fierro” del GAE, dirigida por Yanina Ribas y Hernán Biondi, mostró una de sus corografías y los actores se retiraron del establecimiento en medio de un fuerte aplauso y con lágrimas en los ojos, saludando a todos los que sienten un profundo afecto por estas dos personas que jamás olvidaron a su ciudad y que ahora son protagonistas de los éxitos más grandes de la cartera teatral porteña: “La noche de las pistolas frías” –Tristán- y “La pulga en la oreja” –Puppo-.
A las 19:30, fue el homenaje en que se los declaró “Hijos distinguidos” en la sede del Concejo Deliberante y después la cena de camaradería en el Centro Basko Lagún Onak.
Hay que destacar la organización de la Escuela Nº 4 en este agasajo a quienes cursaron sus estudios primarios en el establecimiento, ya que fue medida y emotiva, hasta el punto justo en que se lo merecen estos dos grandes de la escena nacional. Un acto pleno de emoción y afecto que sorprendió a todos los presentes y les regaló felicidad plena a los exalumnos Tristán Díaz Ocampo y Juan Carlos Puppo.
