A 30 años de la caída del Muro de Berlín

Hace 30 años se producía uno de los hechos más trascendentales de la historia contemporánea: la caída del Muro de Berlín. A tres décadas de aquel acontecimiento que tomó por sorpresa a los ciudadanos de la entonces República Democrática de Alemania, se conocen nuevos testimonios y detalles del inesperado suceso que en poco tiempo modificó el tablero geopolítico global.

Algunos atribuyen a Günter Schabowski, un funcionario de la Alemania comunista, la responsabilidad de haber precipitado la caída del muro (que se había comenzado a construir en 1961, en plena Guerra Fría) cuando por error anunció en una conferencia de prensa con corresponsales extranjeros que los ciudadanos de la Alemania Oriental podían salir del país sin pasaporte y sin necesidad de visado, algo que hasta entonces estaba prácticamente vedado para los alemanes del este.

Según cuenta el periodista italiano Riccardo Ehrman, por entonces corresponsal de la agencia Ansa en Berlín, fue una pregunta suya dirigida a Schabowski la que dio origen al histórico anuncio. “Le pregunté si consideraba que había sido un gran error la ley de permisos de viajes que acababan de promulgar hacía unas semanas y que en realidad no suponía ninguna mejora. Se metió la mano en el bolsillo y sacó unos papeles, que eran la nueva ley de viajes, que empezó a leer y que decía que todos los ciudadanos de la Alemania Oriental podían viajar a cualquier país sin pasaporte y sin necesidad de visado, algo revolucionario porque hasta entonces era casi imposible de obtener. Continuó diciendo que las autoridades de la frontera tenían que dejar pasar a la gente solo con el carné de identidad. Eso significaba para mí que el Muro había caído, porque si se podía pasar libremente a Occidente ya no tenía razón de ser pues fue construido para impedirlo”, señaló Ehrman en una reciente entrevista que concedió en España al periódico La Voz de Galicia.

El corresponsal recordó que luego de esa pregunta hizo dos más a Schabowski para confirmar semejante noticia: la primera para saber si los alemanes orientales iban a poder salir por todas las fronteras, a lo que el funcionario contestó que sí; y la segunda para conocer a partir de qué momento se podía cruzar libremente la frontera. La respuesta a esta última fue la que encendió la mecha: “que yo sepa, de inmediato, ya mismo”, contestó Schabowski y la noticia corrió como reguero de pólvora.

Lo que pasó después quedó grabado en la retina de millones de televidentes de todo el mundo: a medianoche, los berlineses del Este se dirigieron en forma masiva a los puestos fronterizos y se encontraron con guardias que no sabían qué hacer. Las autoridades, temiendo que se produjeran graves disturbios, ordenaron que se levanten las barreras, lo que permitió que alemanes que vivían a un lado y otro del muro festejaran juntos la caída de la ominosa muralla en una jornada histórica de fuertes emociones.

Según señaló el propio Schabowski varios años después de esos agitados días, el error del anuncio fue solamente en relación con la fecha, ya que las autoridades de Alemania del Este tenían previsto derogar las leyes al día siguiente, una decisión que obedecía a que -en la práctica- iban en aumento las salidas masivas de alemanes del este hacia la República Federal Alemana a través de las fronteras con Hungría y Checoslovaquia. Pero más allá de estas cuestiones y de lo que hoy pueden evocar las inconfundibles imágenes que en esos días ganaron la tapa de los principales diarios del mundo, mostrando a miles de personas de una misma ciudad que había sido dividida derribando el muro con picos y martillos, el derrumbe de esa gigantesca pared también representó un antes y un después en la historia del Siglo XX, ya que precipitó el final de la Guerra Fría, marcó el comienzo del fin del comunismo y regímenes opresivos en Europa y el inicio de la unificación alemana. La caída también dejó enseñanzas sobre el fracaso de quienes, una y otra vez a lo largo de la historia, creen que erigiendo muros podrán frenar los deseos de justicia y libertad de millones de personas.