Editorial

Alberto Fernández y la tarea de transformarse en el presidente de “todos” los argentinos


Representando al Frente de Todos, Alberto Fernández se transformó en el nuevo presidente electo. Más de un 48 por ciento del electorado argentino decidió que fuera el indicado para asumir la conducción del destino del país durante los próximos cuatro años. Pasadas las elecciones, y en un contexto signado por la crisis, tiene por delante desafíos inmensos. De la eficacia con que los asuma dependerá el éxito de su gestión y también la consolidación de su liderazgo porque son cuestiones que comprometen no solo la relación con su propio electorado sino con esa enorme porción de argentinos que no lo votó. Es así como se construye en democracia. Su principal tarea es transformarse en el presidente de todos los argentinos, de aquellos que en las urnas lo acompañaron con su voto y también de quienes optaron por cualquiera de las otras opciones que compitieron en la contienda electoral. Para ello, lo primero a considerar es que “mayoría” no es todo. Por el contrario, la cantidad de votos obtenidos por el actual presidente, que sorprendió con el 40 por ciento de los sufragios, confiere al escenario un mayor equilibrio en términos políticos, algo que se expresará en la futura conformación del Poder Legislativo y en la relación de fuerzas en el diálogo político para temas estructurales.

Es deseo del conjunto de los argentinos que a la gestión presidencial le vaya bien. Esto va más allá de cualquier bandería política. Pero no hay que desconocer que el país está atravesado por una profunda grieta que gobernantes y opositores en los últimos años se empeñaron en profundizar. Cerrarla demandará de esfuerzos titánicos en la construcción de consensos. Y el primero en consensuar necesariamente será el nuevo presidente, en el Congreso y en el seno del Gobierno, puesto que es parte de un frente con orígenes e ideologías dispares, aun siendo todos filoperonistas. Para gobernar, Fernández deberá atender planteos de La Cámpora y de la llamada “liga de gobernadores”, que están en las antípodas. Ese es el consenso de mínima, para poder exhibir una imagen de concordia que decante hacia la sociedad. Ello, per sé, no es garantía de que se replique el gesto, pero lo que es seguro es que si por el contrario, Fernández no logra los acuerdos elementales en el Parlamento y en la gestión, la grieta seguirá creciendo y el país seguirá detenido en este atolladero. Se requerirá de mucha generosidad política para unir a los argentinos, algo que si bien parece estar puesto en evidencia en el gesto que el presidente en ejercicio y presidente entrante tuvieron ayer al compartir un desayuno de trabajo, no termina de traducirse hacia abajo en la voz de una dirigencia acalorada que parece no haber salido aún del discurso electoral.

Alberto Fernández deberá ejercer su liderazgo para incluir a todos. Ante sus propios votantes Alberto Fernández tendrá el imperativo de generar convencimiento de que serán imposibles las medidas de efecto inmediato que muchos esperan de él. A pesar de la magnitud de las necesidades, la apremiante realidad económica del país impedirá recurrir a soluciones mágicas con costos ya conocidos. Estas limitaciones amenazarán la relación con su propio electorado o hasta qué punto éste será incondicional son interrogantes que sobrevuelan, aún sin respuestas.

Ante quienes no lo votaron, en tanto, las medidas deberían apuntar a demostrar que está dispuesto a gobernar para todos y hacerlo con acciones que contribuyan a desvanecer el temor al populismo hegemónico que tiene una importante masa de la población no kirchnerista.

Si bien la situación económica que apremia impone un límite cierto a la posibilidad de caer en la demagogia y augura -aunque parte de la sociedad pretenda otra cosa- una gestión moderada y negociadora, todavía hay muchos que no confían en su liderazgo y observan con atención la dinámica de la relación que mantendrá con la vicepresidenta electa Cristina Fernández de Kirchner, temiendo de ella una actitud más belicosa que empañe el temple necesario.

Como se plantea más arriba, debe sumarse al análisis que Alberto Fernández llegó a ser electo presidente producto de haber encabezado una coalición integrada por fuerzas políticas heterogéneas. No surgió del kirchnerismo puro tampoco tiene territorialidad por no haber ocupado nunca cargos electivos. Es un operador político por lo que él mismo es su capital. Será en una tensión constante de intereses que deberá consolidar su poder.

En conclusión, hacia adentro y hacia afuera de su propia fuerza política es un presidente llamado a protagonizar el diálogo político porque si bien gobernará con una cuota importante del poder, tendrá una oposición fuerte y socios políticos que abrevan en diferentes corrientes del universo peronista. El siempre sostuvo no creer ideas fundamentalistas para el ejercicio del poder. Pero habrá de lidiar con el fundamentalismo ajeno, encarnado en la dirigencia camporista.

En la configuración del nuevo mapa político de la Argentina el diálogo serio, mesurado y responsable deberá ser protagonista.

Deberá procurar Fernández no caer en la tentación del poder supremo, recordando para ello que la mitad del país no está del lado de la fuerza política que se impuso en las elecciones. Propio de lo que compete a los verdaderos líderes, está llamado a poner en marcha todas las herramientas que confiere la democracia para buscar y hallar soluciones a problemas urgentes en un país que ya no tiene espacio para discusiones estériles, compatibilizando las expectativas de quienes lo votaron con grandes expectativas de que su gestión traiga alivio inmediato, con el rigor de las medidas económicas que debieron tomarse hace ya rato y que no van en la línea de aquellas que resultan simpáticas o fáciles de instrumentar. Ni más ni menos.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO