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La realidad es que muchas veces se vota por simpatía, por el carisma del candidato y no se escucha bien lo que ese y otros postulantes dicen. Y es importante, además de oír, escuchar. Porque el destino de la Argentina luego viene ligado a la propuesta, pero sobre todo al pensamiento, de cada presidenciable. Cuando una persona alcanza un espacio de decisión (presidencia, gobernación, intendencia) es inevitable que en cada situación a resolver plasme su impronta, su manera de pensar.
Por ejemplo, en el campo de la política exterior ¿qué sabemos de los candidatos; de Julio Cobos, de Hermes Binner o de Sergio Massa?
En cambio ya tenemos alguna idea de lo que piensan Mauricio Macri y Daniel Scioli, separados por los partidos a los que pertenecen, pero unidos por una raíz común: son empresarios que, habiéndose desarrollado satisfactoriamente en el ámbito privado, incluso amasando fortunas, decidieron volcarse a la política, sin asignaturas personales pendientes ni objetivos económicos, sino para aportar sus experiencias y sus conocimientos. No andaban detrás de un puesto como tantos que se acercan a la política, casi pobres, y salen ricos, dejando en el camino jirones de su moral y de sus principios.
Macri realizó una gira europea que exhibió cuál es su proyecto de inserción argentina en el mundo. Estuvo en Alemania, un país que pese a las crisis de la Unión Europea y con algo de recesión, se mantiene firme como una columna en medio de vendavales. Allí se reunió con la canciller alemana, Angela Merkel, “una de las tres o cuatro personas más poderosas del mundo”, según consideró el jefe porteño.
Macri le agradeció la invitación al XXVII congreso de su partido, la CDU. ¿Por qué esta invitación tan particular? Porque la Fundación Konrad Adenauer desde hace varios años colabora con el Pro en cuanto a programas de gobierno y en la campaña. Si bien funciona con oficinas locales en varios países, en Argentina el vínculo estrecho lo tiene con el Gobierno de la Ciudad, no con la Nación.
Merkel se interesó por las próximas elecciones en la Argentina. Y ahora viene lo interesante de la visita de Macri: “Le transmití que soy optimista con respecto a la próxima elección y que me ocuparé de recuperar la relación con Alemania y con la Unión Europea, y que espero que se convierta en una relación estratégica para el país, algo clave en áreas como la innovación y la tecnología”. También le pidió a Merkel que el gobierno alemán acompañe a la Argentina en su reinserción internacional. A lo cual la canciller alemana le respondió que veía “con buenos ojos” la posibilidad de una mejor relación bilateral.
Si bien es fácilmente deducible que la eventual llegada de Macri a la presidencia implicaría el enfriamiento de las relaciones cercanas con Venezuela, lo interesante es ir conociendo quiénes podrían ser, en ese caso, los nuevos socios estratégicos.
El actual gobierno argentino mantiene frías relaciones con Alemania por el conflicto con los fondos buitre pero con Macri se plantea una nueva instancia debido a su cercanía de pensamientos y a su vínculo previo con la Konrad Adenauer. Esto es: en Alemania ya saben como piensa y actúa Macri, por lo que en caso de ganar, indudablemente el lazo que actualmente mantiene con la Ciudad de Buenos Aires se extenderá al país. Tras el encuentro, el jefe de Gobierno porteño no se guardó nada y ratificó el vínculo estratégico que mantiene con el país europeo: “Cristina dijo que quería hacer de la Argentina un país como Alemania, pero no supo hacerlo. Nosotros sí sabemos”. Macri abundó en esa misma línea y reforzó el llamado a una necesaria reinserción internacional del país: “La Argentina tiene que ser un jugador importante en el mundo, tiene que crecer el Mercosur, aprovechar el lugar que ocupa en el G-20, que es estratégicamente muy importante”, dijo.
Macri dijo que le impresionó el discurso de Merkel, ante el Parlamento alemán y explicó: “Sus referencias a la innovación tecnológica como herramienta clave para la generación de empleo. Es la apuesta de un país que está a la vanguardia en la materia, y el hecho de que pusiera tanto énfasis en eso es muy interesante. A eso apunta también nuestra idea de colaboración”.
Hoy la gira de Macri lo llevará a Bruselas, donde se reunirá con parlamentarios europeos y funcionarios de la Unión. El viernes en Londres, donde la agenda pasará por el terreno cultural. Allí, entre otras actividades, se reunirá con el arquitecto Norman Foster, autor de un proyecto muy apreciado por el macrismo: el edificio de Parque Patricios.
La gira europea le da a Macri más dimensión de estadista y lo hace estrenarse como candidato a presidente fuera de su país. Y eso es interesante porque en estos viajes se siembran propuestas que luego se pueden cosechar, si llega a ser presidente. Sabe, al menos, con quienes tiene que sentarse a conversar y de qué. No es poco.
En el mismo sentido, Scioli ha hecho sus giras europeas antes y ha concluido en el Vaticano con el Papa Francisco. En sus viajes también ha planteado la necesaria integración de la Argentina al Mercado Común y otros países con los que ya tenemos relaciones y debemos afianzarlas.
Dos candidatos interesantes Scioli y Macri en el plano internacional. Sería más interesante aún que todos los postulantes dieran a conocer su posición al respecto, porque después las sorpresas pueden no ser bienvenidas, aislar más a la Argentina, generando un perjuicio mayor al que tenemos ahora, sea con los fondos buitre o con otros asuntos que nos distancian de muchos países.
