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La Justicia imputó a parte de la familia presidencial por el pago de coimas a través del Occovi, el organismo que dirigió Claudio Uberti y que debía controlar las concesiones viales. Después de conocerse el llamado a indagatoria del juez Claudio Bonadio hacia Franco y Gianfranco Macri, padre y hermano del presidente de la Nación respectivamente, desde el grupo empresarial de la familia señalan que las decisiones respecto de los negocios de la firma Autopista del Sol -concesionaria de uno de los corredores viales investigados por el presunto pago de sobornos- “no eran de los Macri” ya que contaban con un tipo de acciones que integraban un fideicomiso y eso no les permitía nombrar directores. De este modo, realizaron un primer deslinde de responsabilidades en medio de la sorpresa pues no esperaban una citación judicial. Gianfranco, hermano del presidente, se encuentra aún en el exterior y debe regresar en los próximos días. Junto a su padre, está citado a indagatoria para el jueves.
El llamado a declarar en calidad de imputados es en la causa donde se procesó a Cristina Kirchner como jefa de la asociación ilícita, según la cual se dedicó al cobro de fondos ilegales que pagaban las empresas contratistas del Estado de tres grandes sectores: obra pública vial, energía y transporte. Por eso la maraña judicial a veces complica al lector, ya que para cada uno de estos tres se constituyeron expedientes conexos al principal. En esta estructuración de la investigación, el juez Claudio Bonadio se concentra ahora en las concesiones viales que estuvieron a cargo del Occovi, el organismo que condujo Claudio Uberti, uno de los imputados arrepentidos de la causa, también recordado por ser parte del contingente en el avión en que vino Antonini Wilson con su valija cargada de dólares.
Dicen que Uberti narró cómo Néstor Kirchner le dijo claramente que debía decirles “a los empresarios de los peajes que se pongan”, de lo contrario no seguirían con la concesión, palabras más palabras menos. Y se llegó a los Macri de un modo sencillo: el exfuncionario kirchnerista reveló cómo mes a mes se cobraban las coimas a las concesionarias de seis corredores viales, y también cada vez que se renegociaba el contrato para su renovación. En la sociedad de algunas de estas empresa están los Macri. Como al resto de los empresarios que administraron peajes, Bonadio indagará al padre y al hermano del presidente bajo sospecha de haber sido parte de la estructura de pago de coimas para garantizarse el manejo de al menos dos corredores viales: el de Acceso Norte (Autopistas del Sol) y el de Acceso Oeste (Oeste SA). También se citó a indagatoria para el 14 de diciembre a otros directivos de la firma familiar, como Manuel Socasau, José Luis Giménez Sevilla y Miguel Ángel Gutiérrez.
Es una buena noticia que la Justicia no haya tenido miramientos para citar a los empresarios familiares directos del presidente, habida cuenta que han sido históricos contratistas del Estado y sobre el que pesan sospechas respecto de coimas no solo en el Gobierno K sino durante el menemismo y otras administraciones incluso. Luego de esta instancia judicial se podrá conocer si efectivamente ellos fueron parte de la cadena de pagos o, como dicen, no tenían ese poder de decisión y participación en las empresas y todo se trata de una jugada política de Uberti.
Desde el Grupo Socma se defienden y afirman que uno de los planteos centrales que sostendrán en la Justicia es que los Macri “no tenían participación en los directorios desde 2001 ni tomaban decisiones”. Ese año vendieron el 23,3 por ciento de Autopistas del Sol SA y desde entonces retuvieron el 10 por ciento de las acciones. Pero estas acciones debían ingresar a un fideicomiso, por lo cual ellos no podían nombrar directores en la empresa. Con estos argumentos van a enfrentar la indagatoria de Bonadío.
La sospecha del magistrado es que “todos fueron miembros de la asociación ilícita que funcionó desde el Ministerio de Planificación Federal para recaudar sobornos para enriquecerse de forma ilegal y cometer otros ilícitos”.
En el caso de Franco los familiares afirman que no estaría en condiciones psicofísicas de declarar por una enfermedad relacionada a la senilidad. Veremos lo que dicen los médicos de tribunales al respecto, si coinciden con los profesionales que atienden al padre del presidente.
La causa de los cuadernos de Centeno está regenerando una Justicia más vigorosa, por lo que se ve, donde todos pueden ser citados, no hay hijos ni entenados y no se estaría teniendo en cuenta a los cercanos al poder que, invariablemente, eran protegidos en la Argentina. Y esperemos que esta actitud siga en todas las causas y enfrentando a quienes sean responsables de delitos hayan estado o estén en el poder. De ser así habremos dado un importante paso adelante en materia de justicia. Pero sobre todo se estarían sentando las bases para que quienes tengan la tentación de “meter la mano en la lata” sepan que quien las hace, en algún momento las paga, gobierne quien gobierne.
