El gran apagón nacional con más preguntas que respuestas

La falla masiva que el domingo afectó al sistema de interconexión eléctrica, y dejó durante varias horas a millones de usuarios de todo el país sin el vital servicio de energía, no registra antecedentes en la Argentina. La falta de una explicación clara, por parte del Gobierno nacional, sobre lo que realmente sucedió, sigue generando interrogantes en una sociedad que viene enfrentando aumentos de tarifas de electricidad.

Lo poco que se sabe de este apagón histórico es que tendrá un costo para el Estado nacional de 3,5 millones de dólares y que se ha tomado la decisión de reducir en forma temporaria la potencia de la línea de alto voltaje en la red que abastece a la zona Litoral del país para reducir al mínimo el riesgo de nuevos cortes de energía. ¿Se podría haber evitado la falla masiva?, ¿Qué fue lo que realmente pasó?, ¿Hay responsables?, ¿Puede repetirse un incidente de esta magnitud? De todas estas preguntas, la única que tuvo respuesta, al menos hasta el momento en que se escriben estas líneas, fue esta última. Fue el secretario de Energía de la Nación, Gustavo Lopetegui, quien -en un intento por llevar tranquilidad- dijo que había “cero posibilidades de que esto se repita‘, aunque sin entrar en detalles.

Según señalaron en un principio las autoridades de la Secretaría de Energía de la Nación, la interrupción del suministro se debió a una falla del sistema de transporte entre las plantas hidroeléctricas de Yacyretá y Salto Grande y que se produjo de manera automática, es decir sin intervención humana. Sin embargo, la Entidad Binacional Yacyretá salió rápidamente a desmentir esa información y, a través de un comunicado oficial (que todavía está en su página Web), sostuvo que el origen del corte de energía eléctrica en el Sistema Argentino de Interconexión fue generado “a raíz de un evento en un ámbito que es ajeno a las instalaciones de la central hidroeléctrica y cuyas causas aún no han sido identificadas”. Pero hay más: un dato que trascendió en las últimas horas reveló que desde mediados del mes de abril permanece desconectada una de las tres líneas de Yacyretá, lo que hizo que se multiplicaran las posibilidades de un corte masivo como el que finalmente ocurrió el domingo. Así lo reconoció la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa), empresa que quedó bajo la lupa tras la grave falla y que ahora informó que esa tercera línea estaba desconectada desde el 18 de abril y que, por la decisión del Gobierno nacional de aumentar las compras de energía hidroeléctrica para reducir costos, finalmente se terminó exigiendo al máximo a unas líneas de un corredor que no estaba funcionando a pleno. Para algunos expertos, ese eslabón débil fue un factor determinante que tuvo una incidencia directa en el apagón del domingo. Si esto fue realmente así, quiere decir que no se tomaron las medidas preventivas necesarias para evitar una sobrecarga en ese corredor (que ya estaba debilitado), de manera que las responsabilidades recaerían sobre el gobierno nacional y la empresa Cammesa. Debe señalarse también que otra de las empresas sobre la que se posaron las miradas más críticas tras el apagón fue Transener, que tiene bajo su responsabilidad la gestión del sistema interconectado nacional. No fueron pocas las voces que recordaron que la mayoría de las acciones de esta empresa (que este año repartió jugosas ganancias entre sus accionistas) está en manos de Pampa Energía, la compañía de Marcelo Mindlin, un empresario muy cercano al presidente Mauricio Macri.

Por estas horas hubo también voces que recordaron que cuando se puso en marcha la gestión de Cambiemos Juan José Aranguren se hizo cargo del Ministerio de Energía y una de las primeras medidas que propuso fue privatizar la parte de Transener que está bajo la órbita del Estado nacional. La idea, afortunadamente, no prosperó por el rechazo que generó en un sector de la UCR que impuso su criterio frente al impulso privatizador de Aranguren, quien hasta antes de asumir como ministro se había desempeñado como presidente de la filial argentina de la petrolera Royal Dutch Shell.

Es la primera vez que en nuestro país se produce una falla masiva de esta envergadura en el sistema de interconexión eléctrica. El apagón fue algo muy grave que no debe volver a ocurrir. Es de esperar que las conclusiones de la investigación para determinar lo ocurrido no se demoren, porque no se puede dejar librado al azar un sistema que es clave para la seguridad de la Nación y de todos los argentinos.