Editorial

El Papa Francisco apuntó a la intolerancia en la Argentina


El Papa Francisco, nuestro argentino y querido Santo Padre, ha dicho algunas de las frases más revolucionarias de la Iglesia en muchísimos años. Ponemos como ejemplo aquella en la que afirma que “no hay madres solteras; hay madres; ser madre no es un estado civil”.

Con estas palabras, Francisco iguala a todas las madres, cualquiera sea su condición, aun cuando para la Iglesia la familia es el estado ideal, y rompe con el mito de que una mujer que queda sola con su hijo no será bienvenida al cristianismo romano. 

Debe haber generado la alegría de muchas jefas de hogar en el mundo, las que pasaron quizá por duros trances al traer su hijo al mundo, sin la presencia de su progenitor pero que no desecharon la vida que estaban por dar a luz por esta circunstancia. Y, además del esfuerzo descomunal, debieron sufrir el aislamiento a las que las sometía su credo, su fe, que en lugar de convertirse en un refugio, durante años en muchos casos las expulsaba como “parias” y les negaba el bautismo a sus hijos. Claro que siempre existieron sacerdotes compasivos y realistas, que por decisión personal actuaron según su sentir, pero nunca hasta ahora la Iglesia se había pronunciado de manera universal.  

Para Francisco es mucho más valioso el haber dado nacimiento al niño fuera del matrimonio, que haberlo matado en el vientre, que es la clara concepción de la Iglesia Católica respecto del aborto.

En estos días también ha tenido palabras interesantes en relación con la tolerancia política y refiriéndose directamente a la Argentina. Todo comenzó cuando se anunció que el 7 de junio recibirá nuevamente a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, lo cual fue interpretado por sectores de la prensa opositora como una suerte de apoyo del Santo Padre a la mandataria, en un año electoral. 

Un Papa, además de ser cabeza de la Iglesia Católica, es un jefe de Estado y está para recibir a todos sus pares. En el tiempo que lleva su Pontificado, Francisco ha demostrado que se ha despojado del argentino Jorge Bergoglio para convertirse en el Papa de todo el mundo, sin ningún trato preferencial para nuestro país; de hecho no lo ha vuelto a pisar desde aquel 13 de marzo de 2013. Es altamente improbable entonces, por no decir disparatado, pensar que va a entrometerse en nuestra política doméstica y menos cuando ha dicho que se ha sentido usado por muchos dirigentes que han viajado a Roma sólo para sacarse la foto con él. La lectura que hagan los opinólogos de turno de este encuentro, es otro cantar.

En representación de este sentir, el periodista Alfredo Leuco en una nota muy respetuosa, le hace saber al Papa que no ha caído bien en muchos argentinos que reciba a la presidenta en plena campaña electoral. El Santo Padre le respondió en el mismo tono respetuoso diciendo que “la mansedumbre no es pusilanimidad sino la virtud de los fuertes”, al reflexionar sobre el malestar que el periodista dice que generó en algunos argentinos su decisión de recibir por cuarta vez en el Vaticano a la presidenta Cristina Fernández.

“La mansedumbre, esa actitud tan ligada a la paciencia, a la escucha, a la ponderación y que, a veces, en el imaginario colectivo se la confunde con pusilanimidad. Pero no es así: en realidad es la virtud de los fuertes”. Para sustentar sus dichos, Francisco le hizo al periodista lo que llamó una “confidencia” al concluir la lectura de la carta: “Me vino a la mente una de las Bienaventuranzas: ‘Felices los mansos, porque recibirán la tierra en herencia (Mateo 5, 4)’”.  

Como líder espiritual, el Papa dio una clase de humildad al contestar la misiva del periodista, quien en la misma carta reconoce que no es católico siquiera.

Leuco en su columna radial sostuvo su pensamiento y la actitud de dirigirse al Santo Padre: “Nadie puede hacer una encuesta seria solamente con las llamadas telefónicas a una radio o con las quejas en las redes sociales pero creo tener el suficiente olfato periodístico, después de 30 años de oficio, como para darme cuenta de cuándo un tema toca una tecla sensible de la sociedad”, argumentó. 

Con su carta el Santo Padre llamó a la calma a todos, a oficialistas y opositores sin nombrarlos, y con la sutileza propia de su enorme formación jesuita hace referencia a “los mansos”, como virtud de los “fuertes”. El Papa cree en la crítica constructiva pero no en la violencia ni siquiera verbal de los hombres para transmitir sus ideas. Y lo llamó a Leuco a no sobresaltarse por algo que no lo merece. Del mismo modo que con sumo respeto y tranquilidad él contestó a la observación que le hiciera el periodista.

Francisco por su condición universalista como Papa piensa en todos, siempre, no plantea las cuestiones en términos de oficialistas u opositores sino en términos de una sociedad que debe ir cerrando heridas, brechas y grietas para encontrar un camino plácido en su futuro.

Según otro periodista, Nelson Castro, en la carta abierta por la que respondió a Leuco, el Papa “nos demuestra a todos en general, pero a la presidenta en particular, que las críticas hay que agradecerlas aunque no se las comparta. Que la democracia es un juego de consensos y disensos. Que la opinión del otro nos enriquece aunque no estemos de acuerdo”.

Es una interpretación, en realidad Francisco no acepta fanatismos dogmáticos en materia política ni apoya la intolerancia, sea de un sector político o de otro y en eso no creemos que haga distingos.

Aunque claramente sus conceptos se aplican a la política argentina, las agresiones que se ven en las redes sociales entre sectores políticos, las burlas y los insultos, son la muestra más palmaria de la intolerancia de nuestra generación de dirigentes. Quienes envían a sus “amigos”, porque ni siquiera salen ellos a la palestra, a defenestrar al otro con ironías y palabras del peor gusto.

Esto está pasando hace mucho en la Argentina, unos creen que este estado de cosas lo instaló el kirchnerismo y otros dicen que la oposición destroza a la presidenta y por eso viene una reacción igual.

El problema es que esta dirigencia está dando un ejemplo de intolerancia a la sociedad que luego rebota y se refleja en las redes sociales, cuando no en otros actos de violencia más explícita.

Una vez más el Santo Padre apuntó al problema con claridad meridiana.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO