Editorial

El verdadero poder en Venezuela


Mientras se acelera la crisis político-militar en Venezuela se escuchó una palabra muy esperada sobre el problema. La del Papa Francisco que aseguró que le “asusta un posible derramamiento de sangre en Venezuela” y ofreció su ayuda a las partes en conflicto “si lo quieren”. Lo hizo este lunes durante el diálogo con los periodistas a bordo del vuelo especial en el que regresó de una gira apostólica en Panamá, donde se celebraron las Jornadas Mundiales de la Juventud.

“¿Qué es lo que me asusta? El derramamiento de sangre”, aseguró ante cerca de 70 periodistas que lo acompañaban. El Papa argentino añadió que “deseo el bien de todos los habitantes del país”.

Los periodistas le preguntaron si respaldaría, como muchos países, la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado de Venezuela. Jorge Bergoglio respondió que “sería una imprudencia pastoral y haría daño ponerse de la parte de unos países o de otros”.

“Tengo que ser equilibrado. No me gusta la palabra equilibrado. Tengo que ser pastor. Y si necesitan ayuda, de común acuerdo, que la pidan. Eso sí”.

En la misa campal que celebró el domingo ante 700 mil jóvenes en la ciudad de Panamá, en el final de las celebraciones, Francisco pidió después del rezo del Angelus “una solución justa y pacífica para superar la crisis respetando los derechos humanos”.

Pero el mal presagio del Santo Padre se va haciendo realidad ya que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, anunció el domingo desde un cuartel “las maniobras más importantes de la historia de Venezuela” que se desarrollarán entre el 10 y el 15 de febrero para demostrar el “poder militar” del Ejército.

“Estamos preparando los ejercicios militares más importantes de la historia de Venezuela, del 10 al 15 de febrero. Estos son los ejercicios de mayor importancia de toda nuestra patria, porque vamos a demostrar toda nuestra fuerza militar”, ha apuntado en un acto desde el cuartel del Fuerte Paramacay, estado de Carabobo, sede de la 41ª Brigada Blindada. “Demostraremos el poder militar”, apuntó. Además, Maduro ha pedido unidad al Ejército para derrotar el “golpe de Estado” que supone la autoproclamación de Juan Guaidó como presidente encargado del país.

Envalentonado por el apoyo ruso y de parte de varios países asiáticos, incluso la poderosa China, Maduro se prepara para sostenerse en el poder, contra la presión de Estados Unidos y buena parte de América Latina que reconocen a Guaidó como presidente.

Para poner blanco sobre negro, en realidad el Ejército venezolano unido desde la época de Chávez irremediablemente a la Revolución Bolvariana, lo que hace es seguir siendo el poder real del país caribeño, tras un Maduro que es más mascarón de proa que presidente con poder propio. Por eso es dificultoso hablar de solución pacífica al conflicto, ya que quienes tienen el poder tienen también las armas. Maduro dice, en tanto que “el país está dando una batalla, por la verdad y la libertad de Venezuela. En fin…

El pasado miércoles, es de recordar, se aceleró el proceso de deterioro de la política venezolana, cuando Juan Guaidó se declaró a sí mismo presidente de Venezuela al considerar ilegítimo el nuevo mandato de seis años asumido por Maduro el 10 de enero y ser él la siguiente autoridad constitucional del país. Guaidó ha sido reconocido por Estados Unidos, Colombia y Brasil, incluso la Argentina entre otros países, mientras que las principales potencias europeas han dado un ultimátum a Maduro para que convoque a elecciones en un plazo de ocho días o, de lo contrario, reconocerán a Guaidó.

Pero las potencias ya se van posicionando para participar del conflicto y eso no augura ninguna salida pacífica. Rusia ya envió una suerte de guardia para cuidar a Maduro y afirmó que si siguen las presiones correrá sangre. El Gobierno estadounidense se muestra decidido a presionar de todas maneras a Maduro para que convoque a elecciones libres lo antes posible, y ahora apunta a las finanzas del régimen. El senador republicano Marco Rubio, un hombre de mucho peso político en la Casa Blanca, reveló en la noche del domingo que las autoridades estadounidenses traspasaron el control de varias cuentas del Estado venezolano que están bajo jurisdicción de Washington, a Juan Guaidó, titular del Parlamento y “presidente encargado” de Venezuela.

Rubio no explicó exactamente cuáles son las cuentas afectadas, pero The Wall Street Journal señaló que son “cuentas del gobierno venezolano en el Banco de la Reserva Federal de Nueva York y otros bancos asegurados por EE.UU.”. Entre ellas estaría, además, el Banco Central de Venezuela. El senador republicano, que está muy implicado con el tema Venezuela, prometió que darán más detalles en los próximos días, especialmente lo que tenga que ver con el futuro de las transacciones relacionadas con el petróleo entre Estados Unidos y Venezuela. Porque la realidad es que casi el 75  por ciento del efectivo, que recibe Pdvesa, la petrolera estatal venezolana, viene a través del crudo que le mandan a refinerías de los Estados Unidos. Lo que es lógico es que se siga comprando pero que el dinero que se debe se ponga a disposición del Gobierno legítimo de Guaidó”, señaló Rubio.

Es que del mismo modo que al descorrer la cortina del régimen de Maduro aparece el Ejército Venezolano por detrás como sueño del poder real, también lo que genera el interés de las potencias mundiales no son los derechos humanos del país sino el recurso natural más preciado que ofrece Venezuela: el petróleo.


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23 de Marzo de 2024 - 05:00
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