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La inflación, según datos del Indec, acumula un 55,8 por ciento en los últimos 12 meses, lo que coloca a la Argentina en el grupo que lidera la lista mundial de naciones con mayor inflación anual, por detrás de Venezuela y Zimbabue. Se trata, sin dudas, de uno de los problemas más graves de la economía argentina que, por su persistencia, genera distorsiones en los precios y empuja a muchos a la pobreza. Pero a pesar de lo central del tema, no ocupa un lugar de relevancia en la campaña electoral.
Los argentinos que todavía pueden pagar unos días de vacaciones en el exterior, vuelven siempre con la misma sorpresa: no pueden creer que los precios de los hoteles, de los servicios de gastronomía y transporte y de los artículos en general sean los mismos, o casi los mismos, que un año atrás. Es que, claro, no eligen como destino a Venezuela, Zimbabue, Sudán del Sur, Congo, Libia, Angola, Yemen o Burundi, que son los países con mayor índice de inflación del mundo. Eligen, por lo general, destinos como España, por ejemplo, donde la inflación retrocedió al 0,4 por ciento en junio, lo que representa su tasa más baja en tres años; o el Reino Unido, donde se mantiene estable (en junio registró un 2 por ciento) y por debajo de los salarios, con bajas incluso en los precios de combustibles; o Francia, que tuvo una aceleración inesperada en junio pasado (subió un 1,4 por ciento interanual).
En el debate presidencial de 2015, el por entonces candidato a presidente de la Nación por Cambiemos, Mauricio Macri, frente a millones de televidentes que seguían por TV ese programa especial que se transmitió para todo el país desde la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires prometió, sin ruborizarse, “bajar la inflación a un dígito”. Antes, también durante la campaña, había asegurado: “la inflación es la demostración de tu incapacidad para gobernar”. Sin embargo, tanto en 2016 como en 2017 la administración Macri no cumplió con las metas de inflación que el propio gobierno había establecido y en 2018 el índice de inflación, para sufrimiento de los argentinos, volvió a pegar un salto. En campaña, antes de llegar a la Casa Rosada, Macri había advertido que en su presidencia la inflación no iba “a ser un tema” y debe reconocerse que, en ese sentido, está cumpliendo, dado que en el actual discurso de campaña de las principales figuras del oficialismo el asunto está prácticamente ausente.
Pero tampoco las otras fuerzas políticas explican cómo harán para, en caso de llegar a la Casa Rosada, resolver el problema. Esto puede deberse, básicamente, a dos razones. Por un lado, la inflación es un mal complejo y estructural, que arrastra la Argentina desde hace décadas y, por lo tanto, su solución no depende de recetas mágicas. Por otra parte, los asesores en comunicación política insisten en que el electorado no tiene paciencia para escuchar largas explicaciones técnicas, por lo que recomiendan hablar de cualquier cosa, menos de esta cuestión. En ese sentido, son célebres los consejos que brindó el asesor Jaime Durán Barba al entonces candidato a diputado del PRO, Federico Sturzenegger, antes de participar de un debate. ‘No expliques nada‘, recomendó el ecuatoriano, según reveló el propio Sturzenegger en una charla que ofreció, en inglés, en el extranjero (el video puede verse en YouTube), donde además cuenta que, ante ese consejo, hizo saber a Durán Barba que consideraba que la inflación, por su complejidad, era un tema que merecía una explicación a los votantes. Pero el famoso gurú respondió: ‘Si explicás qué es la inflación, vas a tener que explicar que la emisión monetaria genera inflación, que entonces debería reducirse la emisión, y que si hacés eso tendrías que hacer un ajuste fiscal, y que si hacés un ajuste fiscal entonces la gente va a perder su trabajo y eso es lo que no queremos que digas. Cuando seas gobierno hacé lo que vos creas, pero no lo digas ahora en el medio del debate. Decí cualquier cosa, hablá de tus hijos’.
Todo parece indicar que en esta campaña electoral el tema de la inflación estará, una vez más, ausente. Será la ciudadanía la que deberá tomar la iniciativa, buscar información y datos de diversas fuentes para contrastarlos con la realidad que, a cada uno, le toca vivir.
