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Expertos en salud pública y profesionales de la salud no ocultan su preocupación por la aparición de grupos que se autodenominan “antivacunas” y que promueven el rechazo a las campañas de inmunización que lleva adelante el sistema de salud. La inquietud no es exagerada, ya que según el último parte epidemiológico de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), desde el 1º de enero al 25 de septiembre de este año se notificaron 6.541 casos confirmados de sarampión, incluidas cinco muertes, en 14 países y territorios de la región de las Américas.
El informe de la OPS señala, además, que desde la actualización epidemiológica de sarampión publicada el 7 de agosto pasado, hubo un incremento de 123 por ciento en el total de casos confirmados en las Américas. Según la misma fuente, el año pasado la mayor proporción de casos confirmados de la región se registró en Brasil y Venezuela, mientras que este año la mayoría de los casos confirmados proviene de Brasil (61 por ciento) y Estados Unidos (23 por ciento).
Cabe recordar que, en nuestro país, la vacuna que previene la enfermedad se encuentra disponible de forma gratuita en el Calendario Nacional de Vacunación a los 12 meses y al ingreso escolar. Así, los niños de entre 12 meses y cuatro años deben tener una dosis de triple viral y quienes tienen entre cinco y 54 años, dos dosis, mientras que los mayores de 54 años se consideran inmunes.
Según la Secretaría de Gobierno de Salud de la Nación, desde el comienzo de 2019, la notificación de sarampión en el país contabilizó 18 casos en total (16 detectados en la Argentina y dos en España, en personas provenientes del país). Por esa razón, las autoridades sanitarias resolvieron ampliar las indicaciones de vacunación vigentes para niños de 6 a 11 meses: primero a la Región Sanitaria V y la Ciudad de Buenos Aires, y el pasado viernes agregaron también las Regiones Sanitarias VI, VII y XII de la Provincia de Buenos Aires. Además, todos los niños entre 13 meses y cuatro años inclusive deberán acreditar al menos dos dosis de vacuna triple viral en las jurisdicciones mencionadas. A su vez, reforzaron la recomendación vigente para todo el personal de salud que debe acreditar al menos dos dosis de vacuna o bien contar con certificación positiva para sarampión.
Los expertos en salud consideran que los grupos antivacunas actuaron, en buena medida, como factores que favorecieron la aparición de brotes epidémicos de enfermedades casi erradicadas en el mundo, como la difteria, la tosferina y, más recientemente, el sarampión. Por eso es que ante el nuevo escenario que se presenta a nivel global, con personas que se muestran renuentes a vacunar a sus hijos, se plantea la necesidad de generar conciencia en la población sobre la importancia de las campañas de inmunización en todo el país. Es fundamental que los padres se aseguren que sus hijos estén correctamente inmunizados, cumpliendo con todas las vacunas del calendario.
En abril pasado, en Nueva York, una de las ciudades más ricas del planeta, se declaró la emergencia pública por un brote de sarampión. Según la Organización Mundial de la Salud, también en México, Francia, Madagascar, Indonesia, Filipinas y Venezuela se registraron brotes similares en comunidades con problemas de acceso a la inmunización.
En la Unión Europea, por ejemplo, donde se han registrado al menos 84 fallecidos por sarampión en los últimos cuatro años, las autoridades de distintos países del bloque acordaron trabajar junto a la Organización Mundial de la Salud (OMS) para mostrar que la desinformación y el rechazo a las vacunas son dos de los principales factores que han llevado a la actual situación sanitaria en el viejo continente.
En nuestro país, el Congreso de la Nación aprobó el año pasado la actualización de la ley de vacunas para garantizar, justamente, la obligatoriedad, promoción y exención impositiva de las vacunas integradas al calendario nacional. De esta manera, la Ley Nacional de Vacunas, que estaba vigente desde el primer año del regreso de la democracia y establecía para el calendario nacional la aplicación de solo seis vacunas obligatorias para menores de edad, extendió la aplicación a 20 vacunas para todo el grupo familiar.
Es evidente que, en la medida en que se sigan propagando ideas que siembran falsas creencias sobre la efectividad de las vacunas, serán mayores las consecuencias negativas para la salud del conjunto de la población. Por eso es importante que se mantengan campañas de información que ayuden a despejar dudas y temores respecto a las vacunas.
