Editorial

La universidad formando en oficios, una señal de inclusión y una tarea


Históricamente, las universidades se mostraban ante la sociedad como instituciones cerradas, alejadas de algunas problemáticas y a sus claustros llegaban solo unos pocos privilegiados para adquirir saberes calificados en determinadas disciplinas. Así, se consideraba a las universidades como espacios ajenos al común de la gente. Con el devenir de los años y fruto de luchas sostenidas, el sistema universitario salió de su torre de marfil y consolidó un sistema que cada vez más consigue acercarse para brindar respuestas a necesidades de sociedades cada vez más complejas que requieren de instituciones dinámicas.

La educación universitaria hoy no está asociada solo a la formación de profesionales, aunque esa es su tarea esencial, sino que a través de la investigación y la extensión la actividad universitaria se diversifica y abre un camino para ponerse a tono con las demandas de la sociedad que exigen saberes de calidad accesibles a todos. En este contexto y en un mundo signado por las desigualdades es imperativo para las instituciones universitarias aggiornarse y abrir sus puertas, reconociendo trayectos formativos y estableciendo puentes para que de la mano del conocimiento se pueda achicar la brecha entre quienes acceden al conocimiento y quienes aún no lo hacen.

La semana pasada la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires anunció la creación del Instituto de Oficios y Competencias Laborales, y más allá de lo que este espacio pueda suponer en términos de formalidad dentro de la propia estructura universitaria e independientemente de la forma en que se organice, lo cierto es que la iniciativa promete transformarse en un nuevo hito para la historia universitaria regional. Porque viene a dar respuesta a espacios de vacancia para permitir la formación de recursos humanos en oficios, una tarea demandada largamente por el sistema productivo.

Si bien es real que el país tiene una larga tradición en materia de educación técnica y que su oferta ha estado históricamente signada por la calidad, también es parte de la realidad el hecho de que este ha sido un campo en el que se han suscitado múltiples cambios- no todos favorables- que con el tiempo han desalentado a muchos. Con recortes, cambios de programas, y pocos incentivos, la actividad fue quedando relegada, a pesar de que resulta esencial en cualquier sociedad que busque dar respuestas a las demandas de un mercado cada vez más exigente en términos de formación técnica.

Sin competir con esa oferta, lo que se plantea la Unnoba es ampliar las posibilidades, pensar la formación de oficios desde la órbita de la educación superior de un modo complementario a esa formación primaria de indiscutible calidad. Y sumar a otros en la tarea de capacitar a los recursos humanos que quizás no están en el sistema.

En este sentido, el anuncio universitario, acompañado con la presencia del propio ministro de Educación de la Nación en el lanzamiento, abre un horizonte de expectativas por lo que pueda significar para la región contar con una oferta de formación de oficios que permita a personas de distintas edades y con distintas historias incursionar en la experiencia universitaria, no para obtener un título de grado, sino para capacitarse y actualizarse en competencias y saberes que le permitan un ingreso al mercado laboral.

Desde lo instrumental, la iniciativa es todavía una promesa. Y desde lo institucional, una señal de construcción colectiva por cuanto el lanzamiento del Instituto de Oficios y Competencias Laborales de la Unnoba fue acompañado por la firma de cartas de intención que suscribieron las principales instituciones, organizaciones gremiales y espacios productivos de las ciudades de Pergamino y Junín. Esto garantiza una construcción plural.

En tiempos en los que en el país se habla tanto de la necesidad de establecer acuerdos estratégicos capaces de sostenerse en el largo plazo, el acompañamiento de las instituciones y las fuerzas del trabajo, es una señal de aliento para comenzar la tarea de nutrir al Instituto de Oficios de una oferta moderna, pertinente a las necesidades de la región y nacida de la escucha de una demanda real del sistema productivo regional.

Lo que surja de esta iniciativa será una responsabilidad institucional de la Unnoba, pero también la resultante de la tarea que esas instituciones que firmaron los acuerdos puedan establecer de cara al futuro. Y esto tendrá un beneficio individual, porque permitirá a quienes se formen, hacerlo en oficios con salida laboral requerida. Pero también representará un beneficio colectivo, porque el paso por la universidad transforma, porque no se es la misma persona luego de haber transitado una experiencia universitaria. Y porque en términos sociales es saludable que la Universidad abra sus puertas, incluya y genere propuestas de calidad para aquellos que estén dispuestos a hacer el esfuerzo y que por distintas razones hoy no están en la Universidad ni la tienen en su consideración. 

Conseguir el objetivo planteado en el lanzamiento de esta propuesta es aún una materia pendiente y una buena noticia fundamentalmente para el conjunto social que siempre ve con buenos ojos la apuesta a una mejor calidad de educación para todos y en todos los ámbitos. Por delante queda la tarea.


Otros de esta sección...
BuscaLo Clasificados de Pergamino y su región
Buscar en Archivo
Tapa del día
00:00
15:42
Errores:  0
Pistas:  38

Tu mejor tiempo:
12:07
Registrate o Ingresá para poder guardar tus mejores tiempos.

Nueva Partida
1 2 3 4 5 6 7 8 9
Editorial
Funebres
Perfiles Pergaminenses
Lejos del pago
Farmacias de turno

LO MÁS LEÍDO