Los privados también deben involucrarse en los derechos de la infancia

Las empresas, ya sean grandes o pequeñas, influyen en la vida de los niños, niñas y adolescentes a través de sus procesos, productos y servicios, y políticas corporativas y de responsabilidad social empresaria.

Por esta razón, Unicef Argentina llevó a cabo un estudio sin precedentes en el país sobre las prácticas y políticas de empresas del sector privado que impactan en la infancia. El sondeo reveló datos que merecen una profunda reflexión, sobre todo teniendo en cuenta que más de la mitad de los argentinos menores de 18 años vive en hogares marginados por la pobreza.

Sacar a millones de chicos de la trampa de la pobreza, y garantizar que todos tengan la posibilidad de crecer saludables y con acceso a la educación, es un desafío que necesita el compromiso de todos los sectores.

Gobiernos, empresas y entidades de la sociedad civil deben colaborar para que los niños, niñas y adolescentes menores de 18 años, que representan un tercio de la población argentina, puedan llevar una vida digna en sus hogares, como se merece todo ser humano.

Unicef Argentina observa, en un reciente informe, que estos chicos se encuentran entre los miembros más vulnerables de la sociedad y su voz rara vez es tenida en cuenta. Por eso debe valorarse en toda su dimensión el estudio realizado por la agencia de Naciones Unidas, denominado “Sector privado y los derechos de niñas, niños y adolescentes en la Argentina”, un relevamiento realizado entre agosto y diciembre pasado con la ayuda de la consultora Voices que abarcó 710 empresas grandes, medianas y pequeñas de todo el país del sector industrial, comercio y servicios.

Según este trabajo de investigación, el 92 por ciento de las empresas en Argentina manifestó que no cuenta con espacios amigables de lactancia materna, también conocido como lactario, confirmando así lo que observa la Organización Panamericana de la Salud, en cuanto a que el amamantamiento es una de las maneras más seguras, saludables y naturales de alimentar a un bebé, y sin embargo, tiende a ser algo que se hace a escondidas en los hogares y fuera de la vista pública. Por otra parte, el estudio de Unicef advierte que el 95 por ciento de las empresas no facilita el acceso a espacios de cuidado infantil dentro de los beneficios que ofrece a sus empleados.

En temas de conciliación vida familiar y trabajo, el sondeo reveló que el 32 por ciento de las empresas encuestadas tampoco ofrece reducción de horario por lactancia, aun cuando en la Argentina la Ley de Contrato de Trabajo establece que todas las madres disponen, durante al menos un año, de dos descansos de media hora para amamantar o extraer leche para sus hijos durante la jornada de trabajo. En lo que respecta a las licencias por maternidad, el 84 por ciento de las empresas dijo respetar lo establecido por la ley y otorgan 90 días con goce de sueldo, mientras que solo el 6 por ciento brinda más días de lo que obliga el marco legal. En cuanto a las licencias por paternidad, el estudio advierte una tendencia a mejorar las condiciones legales ya que el 48 por ciento de las empresas supera los dos días corridos que define la ley. El 59 por ciento de las consultadas, en tanto, indicó que ofrece flexibilidad horaria para controles prenatales para sus empleados y empleadas.

Respecto de la ley de Prohibición del Trabajo Infantil y Protección del Trabajo Adolescente, casi la mitad (el 45 por ciento) expresó que la desconoce, el 18 por ciento dijo que no es posible aplicarla y el 1 por ciento sostuvo que debería flexibilizarse.

Del total de empresas que venden artículos para niños o jóvenes, el 43 por ciento dijo desconocer si existía normativa para sus productos. En cuanto a la comunicación, publicidad y marketing, entre las empresas que dirigen parte de sus comunicaciones a niñas, niños y adolescentes, un 47 por ciento dijo que no cuenta con políticas formales y escritas que las regulen. Sobre los productos alimentarios, el informe señala que 7 de cada 10 empresas de alimentos y bebidas comercializan productos con alto contenido de azúcar, sodio, calorías o grasas, y el 39 por ciento no incluye información sobre el contenido de azúcar de sus productos.

Frente a los datos que arroja este estudio, es necesario remarcar que el sector privado también debe comprometerse, junto a los gobiernos y otros sectores de la sociedad, a redoblar esfuerzos para avanzar hacia el pleno cumplimiento de la Convención sobre los Derechos del Niño.