Elisa Carrió visitó Pergamino y presentó “Vida”

La diputada nacional y líder del ARI disertó en el auditorio de la Fundación Pensar y aseguró que “este libro es la entrega de 25 años de trabajo, en los que Pergamino tuvo mucho que ver”. Por último dejó un claro mensaje a los presentes de cara a las elecciones: “Necesito que ustedes consoliden la República en octubre”.

Elisa Carrió estuvo el sábado en nuestra ciudad. La legisladora presentó su libro: “Vida” en la sede de la Fundación Pensar ante un nutrido grupo de personas.

Fue el intendente Javier Martínez el anfitrión del encuentro mientras que la presentación oficial estuvo a cargo de la nicoleña Elisa Carca, actual senadora Provincial de la Coalición Cívica ARI en el Frente Cambiemos.

Conversión

Elisa Carrió, conocida comúnmente como Lilita, contó, en primer lugar, que llegó a esta ciudad “para agradecer” ya que “este libro es la entrega de 25 años de trabajo, en los que Pergamino tuvo mucho que ver al igual que Rojas y San Nicolás”.

Recordó su paso por el agnosticismo y expresó irónicamente que “veía un cura con sotana y creía que era un extraterrestre, veía una monja y me asustaba porque estudié toda mi vida en la escuela pública”. En este sentido sostuvo que “la primera vez que fui a un lugar santo fue con Elisa Carca, mi amiga”.

Desde ese momento, en 1998, comenzó un proceso de conversión al que calificó “muy fuerte” y en el que su guía espiritual fue Ariel Busso, el sacerdote ligado a nuestra ciudad por el que pidió un aplauso ya que “fue muy duro ese traspaso porque no tenía una fe ciega, la pasé muy mal tanto como San Juan de la Cruz (que fue encarcelado y depuesto de todos sus cargos religiosos). Ariel me ayudó a entender lo que me iba a pasar, lo que eran las purificaciones, la oscuridad, el dolor que tenía que atravesar para resistir frente a una causa de la República Argentina”.

Mujer de valores

Si bien a Elisa Carrió le quedan dos años de diputada nacional, ella asegura que “comenzó a despedirse desde ahora”.

Asumida como un ser “desopilante y divertido”, Lilita dejó en claro que “mi deber es la política, yo hago política pero soy solo una mujer de la clase media tradicional argentina que representa los valores de esas tradiciones ancestrales. Soy una mujer a la que le gusta la casa, el hogar, los amigos”.

La importancia de la entrega

A modo de mensaje aclaró que “cada uno tiene un don para un servicio” y recordó el pasaje de la Biblia “el que ofrece su vida la ganará y el que intente retenerla la perderá”. Afirmando que “esto es así” explicó que “la generosidad es el negocio de la vida y de la humanidad, y es la vida misma la que te va preparando para la adversidad”. No obstante manifestó que “cuando uno tiene una causa, un sentido de la existencia, cuando uno ama a la familia, cuando uno está iluminado es para la entrega, apréstate a sufrir y a entregar hasta que duela”.

“Consoliden la República”

Por último, con un fuerte tono político, la legisladora dirigió un mensaje a los presentes y afirmando que “no es fácil” expresó: “Necesito que ustedes consoliden la República en octubre porque eso va a permitir que haya verdad y justicia concreta, eso va a permitir que discutamos otras cuestiones que hoy yo no puedo discutir porque tengo que trabajar en garantizar la República frente a la vuelta del autoritarismo, del prebendarismo”.

De lo que trata

Elisa Carrió ha decidido con “Vida” dar testimonio sincero de la intimidad intelectual, política y biográfica. Esta Carrió con el “corazón al desnudo” descubre las claves del último cuarto de siglo. Explica, se explica pero no se justifica, mostrando sus luces y sombras con una honestidad implacable. Desde su debut como convencional constituyente de 1994 hasta la presidencia de Mauricio Macri, recorre cada uno de los episodios vividos como protagonista sensible.

En un diálogo con el periodista Ignacio Zuleta, Lilita desmenuza su experiencia con el poder, que abarca desde su infancia en contacto con Arturo Illia, sigue con el descubrimiento de la política peligrosamente cerca de Raúl Alfonsín, hasta la construcción de dos gobiernos, la Alianza en 1999 y Cambiemos en 2015. Con fineza descubre las filiaciones ancestrales de su visión del mundo y sus propios vaivenes: de la riqueza a la pobreza, del amor a la soledad, de ser la segunda candidata presidencial más votada en 2007 al 1,8% de los votos en 2011. También da las razones de sus grandes aportes políticos, como las investigaciones sobre lavado de dinero en 1999, las denuncias de corrupción en soledad en los comienzos de la era Kirchner, proyectos liminares como la asignación universal por hijo y la construcción de frentes opositores que produjeron importantes cambios.

Vida sorprende por la reflexión y autorreflexión y su mirada compasiva, y hasta afectiva con quienes fueron estrechos aliados, como Alfonsín o Fernando de la Rúa, o hacia quienes han sido sus ardorosos rivales, como Cristina Fernández de Kirchner. Narra también el lugar central que tuvo su padre, su infancia en el Chaco, las muertes de su familia, sus hábitos para hacer convivir su vida personal. Es central el relato íntimo de su conversión religiosa, por primera vez contado con detalles. Con humor y optimismo, anticipa sus proyectos para cuando se retire del servicio público: continuar con la defensa de la república, volver a ejercer la abogacía y lanzar una marca de ropa, By Carrió.