Roberto Lavagna: “En el mundo las sociedades polarizadas no progresan”

El candidato a presidente de Consenso Federal mantuvo contacto con referentes de diferentes instituciones y con militantes. También recorrió la Peatonal San Nicolás. “Estas recorridas nos dan fuerza adicional porque la mejor de las campañas se da cuando uno tiene la posibilidad de contacto directo con la gente”, afirmó.

En el marco de una recorrida por algunas localidades del interior bonaerense, ayer visitó nuestra ciudad el candidato a presidente por Consenso Federal, Roberto Lavagna. Acompañado del candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires, Eduardo “Bali” Bucca, el exconomista brindó su respaldo al candidato a intendente en Pergamino José María “Cachi” Gutiérrez.

En primer lugar Lavagna mantuvo un encuentro con los militantes, candidatos a senadores y concejales pergaminenses; y con representantes de diferentes instituciones. Luego dialogó con los medios de comunicación y por último, antes de partir a la ciudad de Rosario, recorrió Peatonal San Nicolás y estableció contacto con los vecinos.

Mano a mano

Roberto Lavagna durante la entrevista explicó en líneas generales su plan económico para “poner en marcha al país”; también se refirió a la deuda con el FMI, las mejoras en la educación y la polarización que caracteriza a los resultados electorales en nuestro país.

Destacando las recorridas por el interior, Lavagna señaló que “estas recorridas nos dan fuerza adicional porque la mejor de las campañas se da cuando uno tienen la posibilidad de contacto directo con la gente, una discusión franca, abierta sobre los problemas y las soluciones”.

-Económicamente ¿cómo se hace para poner en marcha al país?

-Siendo muy cuidadoso hay que hacer dos cosas en simultáneo, por un lado poner plata en el bolsillo de los argentinos con Asignación Universal por Hijo, reducción del IVA sobre los alimentos, reducción del Impuesto a las Ganancias, Ley de Góndolas, distintos mecanismos por los cuales reducimos el gasto o mejoramos el ingreso de los ciudadanos, de una manera progresiva y constante. Simultáneamente hay que bajar los impuestos con la creación de trabajo y aportes, preservar el salario bajando los niveles impositivos y bajar los impuestos que tienen que ver con máquinas y equipamientos que se usen para la producción. Por qué insisto tanto con la simultaneidad de ambas cuestiones porque en estos ocho años de estancamiento se da la particularidad de que hubo dos gobiernos, opuestos en sus decisiones económicas, y los resultados en general fueron malos. El gobierno anterior se ocupó de empujar el consumo, mantener el poder de compra pero se olvidó de la producción y eso generó condiciones para la inflación y así fue que se dio inicio a un período inflacionario. Este gobierno, en el otro extremo, pensando que el consumo es cosa de populistas hizo alusión a la lluvia de inversiones, nadie invierte en un economía de mercado capitalista donde no hay mercado. Hubo una lluvia de inversiones de adentro para afuera ya que según los propios datos oficiales salieron en los últimos cuatro años alrededor de 70.000 millones de dólares, buscando en algunos casos seguridad y en otros, rentabilidad. Es así que muchos países de Sudamérica crecieron alrededor del 20 por ciento mientras Argentina se achicó en un nueve por ciento.

-¿Es necesario renegociar la deuda?, ¿es posible seguir accediendo al crédito externo para financiar algunas variables que pueden deteriorarse?

-Afuera mucha confianza no hay, no va a ser fácil conseguir financiamiento pero hay dos cosas que pueden jugar a favor. Por un lado hay algunos montos de créditos que tienen que ver con bancos multinacionales, el BID o el Banco Mundial. Si hay un Gobierno que hace las cosas razonablemente bien hay fondos que Argentina podrá lograr. Por otro lado, el atractivo que una economía que se pone en marcha tiene para que vuelva parte del capital que se fue. Esta es la experiencia de la crisis del 2002 cuando la economía arrancó con mucha fuerza y creció cinco años consecutivos al 9 por ciento ya que volvieron los capitales que se habían ido.

Como está la situación del país, estancado y en retroceso no hay forma de pagar la deuda. Con una economía en marcha, si nosotros crecemos un 4 por ciento por año, de manera consecutiva la deuda es pagable.

-Si bien la economía es una de las mayores preocupaciones, ¿también habría que poner el foco en educación, salud, seguridad?

-Una de las primeras medidas que propusimos en materia de educación es volver a tener una educación nacional. En este momento tenemos educación provincial, es decir, 24 provincias, cada uno haciendo lo que puede y lo que quiere. La consecuencia ha sido un deterioro importante. Si Argentina fue grande durante muchos años es porque tenía una educación nacional, con un modelo único. La salud es también muy importante al igual que el proporcionar mayor seguridad pero ninguno de estos aspectos puede desarrollarse en una economía que no funciona. De manera tal que es muy importante como punto central poner en marcha esta maquinaria.

-De acuerdo con los resultados de las elecciones primarias se ha producido una especie de polarización, ¿cómo se quiebra esta realidad?

-No es fácil, el tema de las polarizaciones no la inventó Argentina pero está comprobado que, una vez que se produce la polarización, desmontarla cuesta mucho porque quienes polarizan tienen mucho poder económico, relaciones, de medios de comunicación. Somos conscientes de la dificultad que implica un contexto polarizado pero entendemos que hay que intentarlo. Hoy Consenso Federal está, nos cuesta mucho ante las dos fuerzas pero hemos conseguido más de dos millones de votos lo que indica que se puede, hay que continuar, este es un proyecto de largo alcance, que está conformado por mucha gente joven. Los argentinos tenemos que aprender a dejar de movernos entre los dos extremos donde votamos por uno para echar al otro.

Consenso Federal apunta a llegar al balotaje. En el mundo las sociedades que permanecen polarizadas mucho tiempo son sociedad que no progresan.

-Si Fernández se consolida como ganador de las elecciones y lo convoca para ser el ministro de Economía, ¿acepta?

-No, definitivamente no. Soy solo candidato a presidente de la Nación lo que no significa que no podamos establecer diálogo, aportando nuestras ideas, intentando consensuar.