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Por Hernán Apesteguía, director de Canal 4.
¡Qué enorme desafío cumplir 100 años en el mundo actual!
No son muchas las instituciones que pueden hacerlo, atravesados hoy por la moderna y vertiginosa evolución de los medios de comunicación.
No me cabe duda que para ello se debe trabajar arduamente, mirar siempre lo nuevo, no quedarse expectantes en la rutina cotidiana.
Y a esto debemos sumar que hay que ser mejor cada día, porque al cumplir 100 años, indefectiblemente miraremos hacia atrás. En ese camino hay historias, personas, momentos, hechos que marcaron esta vida y la de la ciudad. Cada una de ellas es importante, definitoria si se quiere, pero cada mañana, cuando el papel está en la calle, hay que comenzar de nuevo.
En este lugar me quiero detener. ¿Qué hace que hoy se festejen 100 años? Sin dudas, la ciudad, que amanece abriendo las páginas de LA OPINION.
En periodismo, la ética no es un precepto inalcanzable, sino una herramienta indispensable para lograr el único activo que tiene el oficio: la confianza de su público. De la credibilidad que la gente tenga en los medios de comunicación dependerá el grado de compromiso asumido por el periodista. Y esto es lo que se ha sostenido en el tiempo: calidad periodística, conducción y evolución. Acordemos que no es un país fácil, por eso grande es el mérito y más grande aun el orgullo.
La complejidad de la sociedad moderna y el descrédito social en instituciones claves de la sociedad, han convertido al periodismo en el reaseguro institucional de toda democracia. El periodismo es en nuestros días una tarea primaria de investigación. Quien elige este oficio debe tener como leit motiv profesional rechazar siempre la primera versión de los hechos, desconfiando de la palabra oficial en sintonía con la desconfianza social que reina en la actualidad.
Saludo entonces a quienes han abrazado esta profesión, quienes recorrieron este tiempo en el Diario, dando cada día lo mejor de sí, sabiendo que representan el termómetro de la sociedad, que caminan sus calles, quienes vienen de tan diferentes lugares e ideas, quienes enriquecen esta casa.
Felicidades entonces a todos, festejemos sin dudar. El enorme cariño a mi padre Hugo, quien no dejó que el Diario muriera y más aún lo llevó adelante con una pasión y devoción, que siempre recuerdo con admiración.
Mi cariño y orgullo también a Romina, quien hoy marca el destino de estas páginas, de manera fresca y profesional frente a un mundo duro, cambiante y desafiante.
"¿Contra quién eres neutral?”, se preguntaba Mark Twain. El desafío se centra en la necesidad de asumir una subjetividad asentada en la honestidad intelectual. No tengo dudas que LA OPINION lo cumple. Lo avalan sus 100 años.
