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Responsables de la UE se reunieron con una delegación británica para discusiones “a nivel técnico”, pero la Comisión Europea reiteró de nuevo que Londres no presentó nada que pueda convencerlos de reabrir el acuerdo de divorcio previsto para el 31 de octubre.
BRUSELAS, (AFP-NA) - Bruselas aguó ayer los planes del primer ministro británico, Boris Johnson, de alcanzar un nuevo acuerdo de Brexit con los líderes europeos antes de la marcha del Reino Unido del bloque a fines de octubre, un supuesto “bastante atrevido”. Responsables de la UE se reunieron con una delegación británica para discusiones “a nivel técnico”, pero la Comisión Europea reiteró de nuevo que Londres no presentó nada que pueda convencerlos de reabrir el acuerdo de divorcio. Y una fuente europea mostró su escepticismo sobre un nuevo acuerdo antes del Brexit, previsto el 31 de octubre, tras un encuentro entre el negociador europeo Michel Barnier con los embajadores de los países del bloque.
“El supuesto de que en pocos días se pueda hacer una propuesta, se negocie, se apruebe en la cumbre y la ratifiquen la Eurocámara y el Parlamento británico para finales de octubre parece bastante atrevido”, aseguró. En pleno caos político en Londres, el premier sugirió que podría buscar un nuevo acuerdo o un pacto revisado, cuando acuda a la próxima cumbre europea, prevista el 17 y 18 de octubre en Bruselas. Sin embargo, los 27 pares de Johnson delegaron en la Comisión Europea y su negociador Michel Barnier la negociación y esta institución reiteró que Londres no presentó alternativas al principal escollo: la salvaguarda irlandesa.
Boris Johnson, que llegó al cargo en julio tras la dimisión de Theresa May al no lograr el sí de su Parlamento al acuerdo de divorcio cerrado en noviembre, enfrenta además las acusaciones de que su objetivo es un divorcio sin acuerdo. “Estas negociaciones de las que habla son una farsa”, dijo el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, a lo que el premier respondió que estaban realizando “progresos substanciales” hacia un acuerdo aceptable.
Pero no existen señales de este tipo de avances en Bruselas, donde los funcionarios de la UE se encuentran centrados en sus preparativos para prevenir los eventuales impactos económicos del temido Brexit sin acuerdo, el 31 de octubre. “Puede que haya giros en los acontecimientos políticos en Londres en estos momentos, pero nuestra posición es estable”, dijo la portavoz de la Comisión, Mina Andreeva, al presentar un documento que prevé destinar 780 millones de euros para mitigar los daños del Brexit.
“La UE se muestra tranquila, vigilante y con la cabeza fría, como su negociador”, aseguró Barnier tras su encuentro con los embajadores. El centro del desencuentro es la llamada salvaguarda irlandesa, la fórmula que en noviembre May acordó con sus 27 pares europeos para evitar una frontera para bienes en la isla de Irlanda tras el Brexit.
Este mecanismo de último recurso prevé mantener a todo Reino Unido en la unión aduanera de la UE si no se logra otra solución para mantener abierta la frontera entre Irlanda y la provincia británica de Irlanda del Norte. Johnson pide su retirada para firmar un acuerdo. La Comisión defiende esta salvaguarda como la “única solución identificada” para proteger los acuerdos de paz de Viernes Santo de 1998 y para preservar el mercado interior europeo.
