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Según la prueba Aprender 2019, el 61,7 por ciento de los alumnos del secundario mejoró su performance en las letras, pero solo el 28,6 por ciento alcanzó niveles de aprobación en números. Estas inequidades se notan no solo en los niveles de aprendizaje sino también en la terminalidad educativa y en los resultados de alumnos de escuelas privadas y estatales.
El 61,7 por ciento de los alumnos del nivel medio mejoraron su nivel de aprendizaje en Lengua, lo que confirma una tendencia en crecimiento en los últimos años, pero solo el 28,6 por ciento alcanzó niveles de aprobación en Matemática, de acuerdo con los resultados de la prueba Aprender 2019, que evidenciaron además profundas desigualdades entre el alumnado.
Estas inequidades se notan no solo en los niveles de aprendizaje sino también en la terminalidad del secundario, según un informe presentado el miércoles por el Ministerio de Educación, que considera además de los resultados de las evaluaciones, la situación social y familiar, los recursos y condiciones de las escuelas, el acceso de los estudiantes a la educación, sus trayectorias y los porcentajes de graduación,
En Lengua, las respuestas de los alumnos en el Operativo Aprender alcanzaron los niveles satisfactorio y avanzado en el 61,7 por ciento de los casos y la serie histórica muestra una tendencia ascendente ya que desde 2013, hubo una mejora de 11 puntos porcentuales.
Las pruebas Aprender evaluaron además al área de Ciencias Naturales, en donde un 66,5 por ciento alcanzó niveles satisfactorios y un 8,3 avanzado y, por primera vez se examinó sobre Educación Ciudadana, donde un 44,8 tuvo un nivel satisfactorio y un 19,1 por ciento avanzado.
En Matemática, sin embargo, el 42,8 por ciento tuvo un nivel por debajo del básico, el 28,6 básico, el 26 satisfactorio y solo el 2,6 avanzado. Las desigualdades se guardan relación con la brecha que existe entre los aprendizajes de alumnos que concurren a escuelas estatales y privadas. Por ejemplo, en Lengua, por debajo del nivel básico el 24 por ciento son alumnos de gestión estatal, y el 8,7 por ciento de privada, mientras que en Matemática el 52,1 por ciento de los alumnos de gestión estatal alcanzan niveles por debajo del básico y el 25,7 al interior de la gestión privada.
Enormes diferencias
Para contextualizar el entorno en el que los alumnos realizaron el Operativo Aprender, el Ministerio de Educación informó que en el segundo semestre de 2019, el 53 por ciento de la población de hasta 17 años residía en hogares cuyos ingresos no llegaban a cubrir la canasta básica total.
Un informe complementario que da cuenta de esas desigualdades señala que el año pasado solo el 43 por ciento de jóvenes de los hogares con menores ingresos finalizó el nivel secundario, dato que asciende al 91 por ciento en los hogares con mayores ingresos.
Al respecto, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseguró que solo 3 de cada 10 adolescentes finaliza a término la escuela secundaria: “Ahí tenemos que poner el foco. La escuela nunca está disociada con lo que pasa en nuestros hogares. Tenemos un problema estructural en la escuela, sistémico. Me preocupan los resultados, pero también me preocupa la no terminalidad en tiempo y forma y a estos aspectos tenemos que darle centralidad", dijo Trotta.
Un tercio de esos jóvenes que deja los estudios -de entre 16 y 17 años- realiza una actividad productiva: en ellos el abandono de la escuela es tres veces mayor que entre quienes no trabajan.
El informe revela, además, una correlación muy fuerte entre los desempeños y el Nivel Socio Económico (NSE): mientras el 33 por ciento de quienes habitan en hogares de NSE bajo se ubican por debajo del nivel básico en Lengua y el 64 por ciento en Matemática; entre estudiantes de NSE alto la proporción desciende a 9 por ciento y 24 por ciento, respectivamente.
La brecha también se observa al analizar los datos según el ámbito geográfico: existe una mayor proporción de estudiantes del ámbito rural que no logran alcanzar el nivel básico en Lengua y Matemática (29,5 y 57,2 por ciento, respectivamente), en relación a sus pares del ámbito urbano (17,7 y 41,5 por ciento). “En esta evaluación nacional confirmamos que los chicos no están para ser ciudadanos plenos, pero también que hubo una desfinanciación educativa”, reflexionó Trotta.
Otro dato que evidencia la desigualdad es la infraestructura de las escuelas, en particular en el acceso a servicios básicos, donde las escuelas privadas y urbanas se encuentran en mejores condiciones respecto de las estatales y rurales.
