Cáncer de mama: la gran tarea es llegar al diagnóstico temprano

Alejandra Bártoli, oncóloga de la Clínica Pergamino, se refirió a la importancia de derribar temores y mitos que atentan contra el hallazgo precoz de lesiones que, detectadas en estadios tempranos, son curables en un altísimo porcentaje. Instó a que la pandemia no retrase los controles ginecológicos de rutina.

Octubre es el mes de la sensibilización para promover la detección temprana del cáncer de mamá. En este contexto, instituciones de salud y entidades científicas desarrollan acciones orientadas a incrementar la conciencia respecto de la detección temprana. Como cada año, la Clínica Pergamino se sumó a esta campaña promovida desde la Organización Mundial de la Salud y además de iluminar su edificio con el color rosa, insiste en la transmisión de un mensaje claro que contribuya a derribar mitos y temores fundados o infundados que son los que muchas veces influyen en el retraso de la consulta. Como parte de la campaña, desde el sanatorio se repartieron dos mil barbijos y se viralizaron placas con mensajes preventivos en redes.

En diálogo con LA OPINION, la doctora Alejandra Bártoli, oncóloga de la Clínica Pergamino y directora del Posgrado en Oncología Clínica de la Universidad Nacional de Rosario, puso el acento en la importancia que tiene la información, tanto en la prevención como en el abordaje de esta enfermedad que en Argentina reporta entre 15 y 20 mil nuevos casos por año.

-¿Qué se debe saber respecto del cáncer de mamas?

-Lo fundamental es informarse y saber que si se detecta a tiempo, es una enfermedad que se trata y se cura en un alto porcentaje de los casos. Un mensaje enorme es que es una enfermedad prevenible y curable si se llega al diagnóstico en forma temprana.

-¿Qué tipo de consulta o estudios se requieren para detectar tempranamente el cáncer de mama?

-Es fundamental la consulta ginecológica una vez por año. Y es vital saber que el estudio de diagnóstico es la mamografía, un estudio que salva vidas. Si se detecta un tumor que mide un centímetro o menos, que a veces no se palpa, existe una chance de curación de más de un 90 por ciento. Ese porcentaje disminuye cuanto más grande se encuentre el nódulo. Una mamografía detecta lesiones milimétricas.

-¿A partir de qué edad está indicada la mamografía?

-Tenemos que saber que una mujer de cada ocho, entre los 45 y 70 años, puede desarrollar un cáncer de mama. Ese es el grupo objetivo al que se deba controlar. La Sociedad Argentina de Mastología recomienda la mamografía a partir de los 40 años y anualmente. Pero hay un grupo que puede tener más riesgo. Son las que tienen algún antecedente familiar. En este caso la paciente debe comentar esto a su médico para que sea el profesional quien indique a partir de qué edad es conveniente iniciar el control y con qué frecuencia. Pero en este punto hay que derribar algunos mitos. En primer lugar, la falsa creencia que si uno no tiene antecedentes familiares, no es necesario controlarse. La gran mayoría, más del 50 por ciento de los tumores mamarios, aparece en mujeres sin factores de riesgo. Solo un mínimo porcentaje, el 5 por ciento, tiene mutaciones; esto quiere decir que todas las generaciones van a tener la enfermedad. Y un 20 por ciento tiene historia familiar, es decir que algunas mujeres en algunas generaciones han tenido cáncer de mama. Cuando existe este antecedente familiar es importantísimo compartir esa información con la ginecóloga o ginecólogo que atiende a esa mujer.

Alejandra Bártoli. (CLINICA PERGAMINO)

-¿La ecografía es un método de diagnóstico en sí mismo o es complementario a la mamografía?

-Es un método de diagnóstico complementario que no reemplaza a la mamografía. Y está indicado en algunas situaciones, por ejemplo cuando la mamografía indica una mama densa -una característica radiológica particular que no es ni buena ni mala- y se requiere de una ecografía para descartar que en esa densidad mamaria pueda ocultarse alguna lesión. Lo que tiene que quedar claro es que la mamografía es un método de diagnóstico seguro, sumamente confiable y que la irradiación que emite es mínima.

-¿Se observa un crecimiento de la conciencia en relación a esto?

-Con los años va creciendo la conciencia. Argentina, a pesar de ser un país pobre, sigue la estadística de los países desarrollados, y ésta marca un aumento de la incidencia -es decir el aumento del número de casos cada 100 mil habitantes-. Esto sucede por la detección temprana. Entonces a pesar de la alta incidencia, la mortalidad cae. Este es un buen indicador. Pero tristemente todavía hay mujeres que no se hacen la mamografía, a pesar de tener acceso a ella.

-¿Qué factores cree que operan en la llegada tardía a la consulta médica?

-El temor, el desconocimiento, la mala información. La idea de que la mamografía duele. Son múltiples los factores socioculturales que influyen y retrasan el diagnóstico y con ello achican las posibilidades de curación.

-¿Las altas chances de curación tienen que ver con una evolución en las técnicas de tratamiento?

- La posibilidad de curación tiene que ver con el diagnóstico temprano y con la evolución que han tenido las técnicas quirúrgicas, las técnicas de radioterapia y los tratamientos oncológicos que le han cambiado la historia a los tumores mamarios.

-¿El cáncer de mama es una enfermedad prevenible?

-En la posibilidad de desarrollar la enfermedad hay factores que son modificables y otros que no. No es modificable la condición de ser mujer, cumplir años y tener antecedentes familiares. Pero hay otros que sí son modificables y que influencian mucho, por ejemplo el sedentarismo, el sobrepeso, el consumo de alcohol, el consumo tabáquico. También influye, aunque ya casi no se aplica, la terapia hormonal de reemplazo en la menopausia.

-¿Cuál considera que es aún la gran tarea en relación al cáncer de mama?

-Seguir sensibilizando. La mejor y gran tarea es el diagnóstico precoz y para eso hay que perder el miedo.

No solo cuestión de mujeres

La especialista recordó que aunque el cáncer de mama es una enfermedad que se asocia directamente a las mujeres, puede afectar también a los hombres. “Cualquier masa que se palpe en la mama o en la tetilla de un hombre debe ser motivo de consulta rápida al médico”, recomendó.

“Los varones que desarrollan un cáncer de mama tienen chances de tener una mutación genética que pueden heredar sus hijos y sus nietos, mujeres y varones”, advirtió.  En este punto recalcó: “Siempre se decía que si no había antecedentes en la familia materna, no importaban los antecedentes paternos y esto no es así. Es fundamental estudiar la línea materna y paterna de cada paciente”.