El temporal del fin de semana demoró la siembra de la soja de primera en Pergamino

Según los profesionales consultados habrá que esperar unos días para evaluar si conviene resembrar o no en aquellos lotes inundados que fueron implantados antes de las intensas lluvias. Las precipitaciones, según zonas del Partido, dejaron entre 180 a 200 milímetros. De acuerdo con especialistas, las tormentas son más espaciadas pero muestran mayor intensidad y provocan que grandes volúmenes de agua se descarguen en períodos de tiempo más breves.

DE LA REDACCION. En las últimas semanas la siembra de soja de primera en el Partido de Pergamino y su zona de influencia venía demorada por la falta de lluvias; luego del temporal del fin de semana, que dejó entre 180 a 200 milímetros, según zonas, ahora habrá que esperar que el agua drene para poder comenzar con las labores de implantación.

Es probable que los excesos hídricos hayan provocado la pérdida de cuadros implantados la semana anterior a las lluvias, que deberán ser resembrados una vez que se recuperen las condiciones ambientales adecuadas. Por otra parte, la falta de piso en los campos no es la única limitante para la siembra; la falta de condiciones para transitar algunos caminos rurales también es un factor altamente restrictivo dado que impide acceder a lotes ubicados en zonas elevadas que podrían recuperar rápidamente su condición de siembra. No obstante, los consorcios rurales del Partido han trabajado lo suficientemente bien en los caminos rurales como para que el agua escurriera rápidamente.

Según el informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), se mueve muy lentamente la siembra de soja en la región núcleo tras el temporal de lluvia y viento. Del 15 por ciento sembrado hace una semana sólo se sumó un 2 por ciento más antes de las lluvias y la actividad retornaría en el noroeste de la región núcleo, comenzando por el este cordobés y el centro sur santafesino. Esta área fue la menos afectada por las lluvias. Aquí los acumulados estuvieron en el rango de los 40 a 80 milímetros, caracterizándose por lluvias constantes, de menor intensidad y efectivas para empezar con la siembra de la oleaginosa.

Las expectativas de rindes de trigo en la región retrocedieron, dejando el promedio en 36 qq/ha, 1 a 2 qq/ha menos debido a las altas temperaturas registradas la semana previa. Las lluvias calmaron la situación de estrés térmico pero no llegaron a tiempo para evitar el daño por calor. El ciclo del cultivo se aceleró, se acortó la fase de llenado y aumentó la posibilidad de generar granos chuzo, lo que implicaría una baja en el peso hectolítrico. Hay áreas del norte de Buenos Aires que están anegadas y pueden sufrir pérdidas de plantas por asfixia radicular.

El contratista Enrique Ferrari aseguró que a partir del miércoles los caminos rurales en Acevedo “estaban muy buenos”, mientras que en algunos lotes que tienen caída ya mañana o el martes se podrá sembrar. “En general la situación va mejorando mucho más rápido de lo que uno pensaba, pese a los 170 a 180 milímetros que se registraron”, consideró.

Si aquellos productores que sembraron la última semana de octubre deberán resembrar dependerá de cómo drenen los lotes: “Eso es muy variable, he visto campos recién sembrados totalmente tapados de agua, entonces habrá que esperar que se vaya el agua y evaluar si sembrar o no. Estimo que en una semana se puede saber si hay que repetir las tareas de siembra. Quienes tengan ese problema van a tener que evaluar muy bien si conviene resembrar. También existe la posibilidad de sembrar sólo una parte del lote en el caso de que haya pérdida de plantas”, dijo optimista Ferrari.

Julio Lieutier, asesor del Crea norte de Buenos Aires, manifestó que “la situación de los campos planos es complicada porque, en general, al haber menos maíz, comenzó a sembrarse más temprano con la soja. Entonces en las próximas jornadas habrá que evaluar cuánto de lo que se sembró se perdió, porque en estos días recién el agua se está retirando. Seguramente ha habido pérdidas de superficie, pero es difícil estimar cuánto, no obstante en los campos planos la siembra está demorada por al menos una semana. En el caso de resembrar soja habrá que estimar unos 100 dólares más por hectárea (costo de labores de siembra y semilla) si es campo propio, pero si es campo alquilado existen las perspectivas de pérdida. Lamentablemente el que está embarcado en esto no puede dejar superficie ociosa, tiene que volver a resembrar”.

Según estimaciones de Julio Lieutier, a la fecha en este ciclo agrícola la siembra del principal cultivo del Partido de Pergamino comenzó un poco antes que otros años “porque hay poco maíz para sembrar entonces hay más maquinaria disponible para las tareas de implantación, por lo que estimo que se habrá sembrado entre un 40 y un 50 por ciento del área prevista”.

Por otro lado, Nicolás Jelicich, productor y contratista, evaluó la situación actual como buena ya que “en aquellos campos que tienen un poco de pendiente el jueves ya se estaba sembrando, en cambio los bajos con agua tenían alguna superficie perdida. No obstante hay algunas zonas puntuales como Pinzón, Carabelas, Ortiz Basualdo, algo de Mariano H. Alfonzo y la zona muy plana de Manuel Ocampo hacia La Vanguardia, de campos más planos y que encima llovió más, ahí hay más complicaciones, lotes con bastante agua, hasta con caminos cortados. Esta situación afectó seguramente a las arvejas, que estaban muy buenas y a punto de cosecharse, lo que significará pérdidas y alguna merma de rendimiento; algo menos para gramíneas, trigo y cebada”, estimó. Como síntesis, dijo: “Creo que este temporal no fue gratuito, algo se va a perder, como aquellos productores que tenían en sus campos planos lotes recién sembrados va a haber pérdida de superficie porque los anegamientos se están prolongando, lo que obligará a resembrar”.

De todos modos, Nicolás Jelicich fue optimista al asegurar que “todavía la ventana de siembra está abierta, así que si el tiempo acompaña y la situación climática se normaliza en unos 10 días se va a poder resembrar en aquellos lotes en los que sea necesario”.

Tormentas con mayor intensidad

Si bien las lluvias del fin de semana pasado se caracterizaron por la intensidad del evento y por los daños urbanos e interurbanos que provocaron, las lluvias ocurridas desde el miércoles 28 de octubre muestran que en el noroeste bonaerense se superó la franja de los 180 milímetros. Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario, Chacabuco acumuló 188 milímetros, le sigue Pergamino con 186 y el notable hecho que en Rojas las lluvias dejaron 252 milímetros. Le siguen Ramallo con 160 milímetros, Bigand con 148, Baradero con 147 y Junín con 143. Estos valores fueron confirmados y medidos con la red de estaciones de la BCR.

De acuerdo con los especialistas, con el transcurso de los años hay un incremento de la heterogeneidad en la distribución temporal porque las tormentas son más espaciadas pero muestran mayor intensidad y provocan que grandes volúmenes de agua se descarguen en períodos de tiempo más breves. La saturación del perfil del suelo genera anegamientos y posterior erosión hídrica. “En cuanto a la distribución espacial de las precipitaciones, es notable la disparidad que se produjo este año. Mientras que en el oeste de la región núcleo, en los departamentos cordobeses de Marcos Juárez y Unión, llovió entre 550 y 800 milímetros en lo que va de este año; en la franja este, tomando el noreste bonaerense y el sureste santafesino, se llevan acumulados a la fecha entre 1.200 y 1.600 milímetros. El régimen anual histórico es de 900 a 1.000 milímetros en el este cordobés y de 1.000 a 1.100 milímetros en el este bonaerense”, señala el informe de la Bolsa de Comercio rosarina.

Las napas freáticas solían encontrarse a 4 y 5 metros de profundidad, pero actualmente  hay extensas áreas con excesos en el primer metro de profundidad luego de las últimas precipitaciones. Si bien la altura de la napa freática varía en función del relieve de la zona, los niveles que ha alcanzado son críticos y pueden amenazar el normal desarrollo de la siembra y el crecimiento de los cultivos en el sureste de la región núcleo. Los técnicos del área afirman que la única manera de bajar las napas es aumentando la evapotranspiración al sumar cultivos de invierno, como el trigo o la cebada a los cultivos de verano, y utilizando plantas con mayor exploración del suelo y consumo de agua como el maíz, sorgo, girasol o la alfalfa. Lamentablemente en los últimos años la rotación con gramíneas como trigo y maíz no se ha expandido a los niveles que había hace cinco años atrás y uno de los efectos se está manifestando actualmente.

Los pronósticos a corto plazo muestran que la circulación de los vientos del sector norte facilitará la continuidad de la presencia de aire húmedo en toda la región pampeana. Bajo estas circunstancias, las lluvias reaparecerían en zonas de Córdoba, Santa Fe y buena parte de Buenos Aires entre lunes y martes. Por lo pronto, estas precipitaciones no serían de milimetrajes elevados.

Las lluvias continuarán durante este mes

La semana de transición mensual dejó lluvias generalizadas en toda la región pampeana con una destacada sobreoferta de agua en el noreste de Buenos Aires, promoviendo en el sector el anegamiento de vastas áreas. La inestabilidad con que cerró octubre no cejó en los primeros días de este mes. Las lluvias se desplegaron en zonas más vastas, pero repitiendo el epicentro sobre el este de Buenos Aires y la provincia de Entre Ríos.

Según la Consultora de Climatología Aplicada (CCA), a lo largo de este período las lluvias superaron los valores normales de todo noviembre en el sudeste de Entre Ríos y el noreste de Buenos Aires. La Cuenca del Salado nuevamente está comprometida, como lo ha estado a lo largo de gran parte del año.

Las condiciones meteorológicas comenzaron a mejorar progresivamente durante la jornada del martes, a partir de allí los cielos se mantuvieron mayormente despejados o con algunos pasajes de nubosidad.

Se esperan buenas condiciones del tiempo hasta mediados de la semana entrante en el este de la franja central. Las lluvias se concentrarían ene el NEA, donde serán muy bienvenidas, pero esto no sucederá sino hasta la mañana. No se descartan, también para mañana, algunos chaparrones modestos y dispersos en el sur de Buenos Aires.

La acumulación de lluvias sobreabundantes en sectores del este del país es un problema reiterado a lo largo del año. Si bien este patrón se ha mostrado también sobre el sur de la región pampeana, los últimos eventos destacados se han concentrado en el sudeste entrerriano y el nor noreste bonaerense, afectando también de manera destacada las zonas agrícolas de Uruguay.

La semana pasada las reservas escasas se afianzaban en la franja mediterránea. Estas últimas lluvias en Córdoba y el oeste de Santa Fe no han sido de la magnitud de las observadas en Entre Ríos o Buenos Aires, sin embargo sirven para retomar las siembras.

El patrón húmedo esta firme sobre el este, con tendencia a registros pluviales más normales en el oeste. Este es un año pluvial muy sobrado, igualmente los maíces son altamente demandantes de agua. Las mejores campañas se han dado con diciembres húmedos, en este sentido sería buena la continuidad del patrón actual. El gran problema es el riesgo persistente de inundaciones.

Desde la segunda quincena de enero las lluvias han sostenido una tendencia a superar los valores normales, algo que noviembre no parece dispuesto a cambiar.